24 ago 2023

El desastre del polígono industrial del Alto Forcayao

 

  Las comarcas mineras estaban avisadas, las minas tenían el tiempo contado. Con el fin de crear empleos que sustituyesen a los que se iban a perder se crearon los fondos mineros y otras ayudas europeas. Recuerdo esa realidad, que todos los dirigentes políticos conocían, ya que se perdió tiempo y dinero en infraestructuras varias. La finalidad fundamental y prioritaria de los denominados fondos mineros era la creación de empleo alternativo, ningún ayuntamiento hizo lo que debía hacer. El dinero lo dedicaron a carreteras e infraestructuras deportivas, culturales, etc. todas ellas necesarias, pero que debían haberse cubierto con fondos autonómicos o estatales. Las prisas y la falta de visión de los alcaldes nos condujo a la situación que hoy padecemos en grado extremo.
  Tineo no es una excepción. También se sabía, con años de antelación, que la central térmica de Soto de la Barca (Tineo) cerraría. Ambos anuncios, el cierre de las minas y el de la térmica, se cumplieron a rajatabla. No solo ha sido la perdida de empleos, sino también la decepción y desilusión social provocada.
  Es cierto que hubo una iniciativa que se logró, no sin esfuerzo y con la oposición de muchos,  la puesta en  marcha del polígono industrial de La Curiscada (Tineo).
  A pesar de lo que muchos ciudadanos piensan en el concejo de Tineo, la idea de su construcción partió del concejal por UCD (Unión de Centro Democrático) Juan Carlos Rodríguez Menéndez, propietario de Cafés El Gallego. Este dato se puede contrastar en el Libro de Actas de Plenos Municipales del Ayuntamiento de Tineo, 1979-1984. No todos vieron su importancia. Desde la filas del grupo independiente Unidad Campesina se dijo «que no tendrían inconveniente en apoyar la propuesta siempre que la zona industrial respete las 75 hectáreas de pastizal y considerando que hay terreno suficiente para todo». La visión de ese grupo político siempre fue de miras cortas. Con posterioridad, con la llegada de los socialistas a la alcaldía, el polígono se hizo realidad. Hoy es uno de los pilares de la economía tinetense.
  El polígono de La Curiscada fue creciendo gracias a la iniciativa privada. Las pequeñas empresas familiares fueron creciendo y necesitaban más espacio para expandirse. Fueron ellos los que han convertido al polígono en lo que hoy es. El ayuntamiento ha sido un colaborador, pero nunca han sido capaces de establecer políticas activas para atraer empresas. Y me refiero a todos los grupos políticos que han pasado por el consistorio. Nunca, nunca, nunca hubo políticas activas de atracción de empresas. Lo repito para dejarlo claro. Para quienes tengan alguna duda de la veracidad de esta afirmación ¿pueden decirme cuando se hizo pública alguna iniciativa de ese tipo? Ni en público ni en privado. Una cosa es el apoyo a las empresas que se iban a asentar, faltaría más, y otra muy diferente es que existiera una estrategia definida.
  Mucho más adelante se construyó el polígono empresarial del Alto Forcayao.
  Como ya conté en otro artículo, un empresario de Navelgas (Tineo) afirmaba que había veinte empresarios dispuestos a instalar sus empresas en un polígono. No se lo creía ni él, pero con eso y la insistencia machacona logró su objetivo. De ahí surgió la idea de situarlo en el Alto de Forcayao.
  Se construyeron 32000 metros cuadrados, con 29 parcelas. Hay que hacer constar que vecinos de la zona estaban en contra de su construcción. Se inauguró en 2007, siendo alcalde el socialista Marcelino Marcos Líndez, quien dos años después y viendo que no tenía empresas interesadas en ubicarse en él, manifestó a  La Nueva España que había que tener paciencia. ¿Cuánta más? Según ese mismo periódico el presupuesto para su construcción ascendió a 1,5 millones de euros.
  Me acerqué para ver el estado de conservación y se me cayó el alma al suelo. ¡Qué desolación! Está absolutamente dejado. Maquinaria, chapas, restos de madera, vegetación que crece sin control, suciedad… abandono total. Con el aspecto que ofrece es imposible que atraiga a nadie.
  Se gastó un montón de dinero para poco. La empresa maderera ahí sigue y parece que le van bien las cosas, de lo cual me alegro, pero por favor, que alguien ponga remedio a ese desastre e intenten darle un poco de vida.
  Por cierto, desde este polígono se accede a la plantación de arándanos, financiada con dinero público, y que está abandonada. De momento sigue haciendo las delicias de los vecinos de la zona, de la comarca y aún más lejos que van a recoger los frutos. Otro ejemplo de desidia.
  Por favor, si han llegado hasta aquí vean las fotografías del estado en que se encuentra del polígono del Alto Forcayao. Y sí aún mantienen dudas, acérquense hasta allí. 

 

 








 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario