27 ago 2013

Del botellón, el fumar, prohibiciones y salud

Viñeta de El Roto

El despliegue de policías realizado por el ayuntamiento de Gijón fue, a tenor de lo visto, desproporcionado. El motivo es sabido: impedir los botellones del fin de semana. Es lo de siempre. Primero consentimos y luego matamos las moscas a cañonazos.

No se trata de ir de pureta por la vida. Todos hemos bebido – bueno, seguro que hay excepciones- lo que pasa es que esto de ir al supermercado o la tienda, comprar bebida y luego trasegársela en espacios públicos en mogollón es una costumbre reciente. Otra cosa era y son las fiestas populares.

Esta costumbre fue permitida e incluso alentada por casi todos los consistorios. Muchos pueblos y ciudades habilitaron botellódromos con el fin de complacer los deseos de unos jóvenes. Los alcaldes facilitaron la cuestión con el único objetivo de captar votos.
Excepto los vecinos implicados, nadie decía nada.

Ahora, el ayuntamiento de Gijón quiere ganarse a los vecinos afectados y no se le ocurre otra que vallar espacios públicos. Lo dicho: matar moscas a cañonazos.
Si siguen con la misma, ningún ciudadano podrá disfrutar de esas plazas o plazoletas. Da igual que no vayamos a consumir alcohol, nos estará vedado su acceso. No es justo y tampoco parece muy democrático.
Aunque bien pensado…ya tenemos otro yacimiento de empleo: chivatos. A la señora Moriyón le interesa crear este nuevo cuerpo. Imagine, señora alcaldesa, el dinero que iba a ingresar en las arcas municipales.

La derecha suele confundir autoridad con autoritarismo y es más partidaria de este último. Para qué andarse con tonterías. La izquierda, por su parte - no vaya a ser que la tachen de autoritaria - se olvida en ocasiones de ejercer la autoridad.

Por su parte, el gobierno asturiano quiere velar por nuestra salud y decide elevar a dieciocho años la edad permitida para consumir alcohol. Fue otro gobierno asturiano el qué la había rebajado a dieciséis. Curioso.
Viñeta de Mingote

Otra que está trayendo cola es la del tabaco. El gobierno autonómico no le da tregua al consumo. Hasta ahora soportales, terrazas cubiertas pero abiertas y similares, eran espacios propicios para las inhalaciones cancerígenas, ahora ya ni eso. Prohibido.
Argumento: la salud de los demás. Cierto. Oigan, que se maten los fumadores, pero a los demás que nos dejen tranquilos. Eso dicen desde altas instancias. Bien.

Perdón, perdón. ¿No se les ha olvidado pedir que dejen de fabricar tabaco? ¡Ah! ya, la prohibición implicaría la aparición de mafias y subidas de precios para los consumidores.
Perdón, perdón nuevamente. ¿Y las otras drogas? Por esas mismas razones ¿las legalizamos? ¡Ah! ya, cuestión de salud pública.
Gracias por la explicación.

Público, privado, derechos individuales-colectivos, ganas de juerga-derecho al descanso, autoridad-autoritarismo, salud-enfermedad, coherencia-populismo.
No es fácil pero tampoco lo están haciendo bien. Primero crean el conflicto y luego se ponen a dialogar con las partes implicadas ¿no tenía que ser al contrario?

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Del botellón, el fumar, prohibiciones y salud por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

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