Cataluña
fagocita toda la información. Los últimos meses han sido una locura. El
Gobierno de Mariano Rajoy aparcó, más aún, los problemas de los españoles para
centrar sus esfuerzos, que no son muchos, en el “problema catalán”. La
oposición no ha sido menos aplicada.
Los
independentistas están enquistados, la oposición también. Aquellos dicen unas
tonterías tan enormes que no me explico cómo les siguen creyendo. Otros dicen
alguna menos y tampoco son muy creíbles. Algunos están en medio de la escalera
y les están zumbando por todos los lados.
Mientras,
los políticos - los que viven muy bien - siguen enrocados en su realidad, que
no es la nuestra.
El
paro no mejora; los dependientes se mueren sin recibir lo que les corresponde
por ley; los trabajadores con empleo somos cada día más pobres; los pobres son
más pobres – si eso es posible -; las mujeres siguen estando discriminadas; los
asesinatos machistas prosiguen; la energía es carísima; los juicios por
corrupción no se acaban nunca; los servicios públicos cada día están más
deteriorados; los bancos no devuelven ni un céntimo; los jóvenes siguen
emigrando…Todo es Cataluña. Por si esto fuera poco estamos encabronados.
Hace
un par de días leí una noticia sobre el gasto público nacional respecto al PIB
(Producto Interior Bruto). Para echarse a llorar.
España
es uno de los países que menos recauda de Europa en relación al PIB. No piensen
que es por cuestiones insolubles, nada de eso. Se recauda menos por la elevada
economía sumergida; por la gran cantidad de desgravaciones, deducciones y
bonificaciones – que benefician siempre a los más ricos – y porque al Gobierno
le da gana. Sí, el Gobierno mantiene la recaudación alrededor del 38 % del PIB.
Veamos
algún dato más.
En
España se recauda siete puntos porcentuales menos que la media de la Unión
Europea y el gasto público es 4,1 puntos de PIB menos que el promedio de la UE.
Magnífico.
Estos
son cifras de Eurostat, la Oficina Europea de Estadística de la Comisión Europea
que promueve la armonización de los métodos estadísticos de los estados
miembros.
España es el tercer país de Europa occidental que menos
gasta en protección social. Tranquilos, estamos por delante de Irlanda y
Luxemburgo. Por cierto ¿Irlanda no era un ejemplo para los independentistas
catalanes?
Nada
de esto es importante. Una bandera, una frontera, un DNI es más importante que
solucionar estos desequilibrios.
Nos
enteramos que el Gobierno quiere subir en dos años el salario mínimo a 850
euros.
¡Maravilloso!
Eso
sí, para importantes los lloricas de Puigdemont, Junqueras o Rovira.
Centrándome
en Asturias doy saltos de alegría.
El
IPC (Índice de Precios al Consumo) subió hasta noviembre en Asturias el 1,87 %, los sueldos
se incrementaron en 1,49 % (media de los convenios firmados), los funcionarios tuvieron un 1 % de subida y
los pensionistas un 0,25 %.
¡Cómo
no voy a estar contento!
No
se atreverán a decirme que no es importante que Puigdemont siga en el “exilio”
mientras otros “presos políticos” independentistas han sido alejados de los
suyos por el Estado represor. Dicho así ¡lo es, desde luego!
Estoy
muy triste.
¿Les
recuerdo que el gobierno de Mariano Rajoy se ha pulido el fondo de pensiones?
Venga, vale, no lo hago.
La
vida pública, la corrupción, la pobreza y la desigualdad social no
importan. Eso sí, hay preocupación por otro tema: ¿irá la Roja a Rusia?
No
todo es Cataluña ¿verdad? Aunque...¿no interesará que todo sea Cataluña?
El problema no es solo Cataluña by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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