20 nov 2018

Un cerdo anda suelto por La capital


¿Qué hace un cerdo suelto por Bruselas? Pues vayan ustedes a saber. Pues así comienza La capital, con un cerdo paseándose por las calles de la ciudad con más euroburócratas. El autor es Robert Menasse y está traducida por Carmen Gauger. Esta novela ganó en 2017 el premio “Deutscher Buchpreis” a la mejor novela en alemán.

La capital enlaza cinco personajes europeos. Sus diversos orígenes y vivencias son pinceladas históricas que nos acercan a la realidad de hoy. Menasee destripa la burocracia de la Unión Europea y sus tejemanejes pero es un europeísta convencido. La novela es una exaltación de los valores de la tan denostada Unión Europea a la vez que critica a los nacionalismos, como fuente de racismo y de  problemas.

La opinión sobre los británicos y su europeismo no es muy buena: “Kai-Uwe Frigge sabía, como es natural, por qué Morland se resistía a que siguiera desarrollándose la política comunitaria: no era europeo, sino ante todo súbdito británico, y en la Comisión no era funcionario europeo, sino justamente eso, un súbdito británico en el funcionariado europeo. Y era una férrea política de la Gran Bretaña atajar cualquier mínimo traspaso de soberanía nacional a Bruselas”. Cosa que se ha dicho hasta la saciedad. Y luego llegó el Brexit.
De los españoles se habla poco: un criador de cerdos y poco más. Bueno también se menciona, hablando de la Dirección General de Competencia, a “el comisario, un español, no tenía ni idea de nada”.

La idea de la Unión Europea magnífica aunque su desarrollo es muy mejorable según Robert Menasse. Deja más de un recado. “Y después comprobó que la Dirección General de Educación y Cultura no tenía ningún prestigio dentro de la Comisión Europea y que nadie la tomaba en serio”.

El profesor Erhart, uno de los protagonistas, tiene su visión de Europa, que explica ampliamente. Voy a permitirme una parrafada que creo interesante: “Estados nacionales en competencia no son una unión, aunque tengan un mercado común. Estados nacionales que compiten entre sí en una unión bloquean ambas cosas, la política europea y estatal. ¿Qué haría falta ahora? El ulterior desarrollo hacia una unión social, hacia una unión fiscal: o sea, la elaboración de condiciones básicas que conviertan la Europa de colectivos en competencia en una Europa de ciudadanos soberanos y de iguales derechos. Ésa era la idea, eso era aquello con lo que habían soñado los fundadores del proyecto de la Unión Europea, porque ellos tenían sus experiencias. Pero todo esto no se puede alcanzar mientras se siga atizando la conciencia nacional contra todas las experiencias históricas y mientras el nacionalismo siga siendo, sin alternativa alguna, la oferta de identificación que se hace a los ciudadanos. ¿Cómo se puede, entonces, fomentar la conciencia de que los hombres de este continente son ciudadanos europeos? Habría diversas pequeñas iniciativas. Por ejemplo, se podrían sustituir todos los pasaportes nacionales por un pasaporte europeo. Un lugar de nacimiento, pero no la nacionalidad. Creo que ya sólo esto tendría algún efecto en la conciencia de la generación que crezca con un pasaporte así. Y eso ni siquiera comportaría gastos”.

Europa, Europa y más Europa. A más Europa menos nacionalismo, todo lo contrario de lo que está pasando ahora. Las banderas, y las banderías, nacionales están causando nuevamente estragos y asustando a muchos.

¿Y el cerdo? Apareciendo y desapareciendo.

La novela tiene además un crimen y bastantes toques de humor. En este último sentido explica la coincidencia entre las siglas del European People`s Party (Partido Popular Europeo) y el European Pig Producers (Productores Europeos de Cerdos): EPP. Sin comentarios.

Por aparecer aparece hasta el Vaticano y sus chanchullos. Y eso sí, hay muchas referencias a Auswitch y la aberración del holocausto.

Las historias de los cinco personajes discurren en paralelo y apenas se rozan y todas ellas quedan inconclusas, lo cual no resta interés al libro, es más, no eché de menos nada. Ah, el cerdo simplemente… Para saber que le pasó tendrán que leer el libro.

Me gustó. Me gustó su europeismo, su humanismo, su antinacionalismo, antirracismo y antibelicismo. Creo que es interesante leerlo y con él reafirmar nuestro europeismo. Con todos los errores, con todos los cambios que se quieran realizar pero a más Europa más estabilidad, paz y fraternidad. Creo en esa Europa de los ciudadanos que podría ser un ejemplo para otras zonas del mundo. Puede decirse que es un libro comprometido socialmente y ello sin resultar un tostón.

Lo podrán encontrar en su biblioteca pública o librería preferida.

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Un cerdo anda suelto por La capital by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

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