3 dic 2018

La extrema derecha ya está aquí

Las elecciones andaluzas han deparado lo que se veía venir: que la extrema derecha estaba ganando terreno. Se advertía en las redes sociales y en las conversaciones de bar por toda España. ¿De verdad qué no lo vieron venir? Eso sí, ni ellos se esperaban los resultados que obtuvieron.

La última crisis económica ha contribuido al desánimo social y los populistas encontraron las condiciones adecuadas para expandirse. La extrema derecha siempre ha sabido aprovechar esos momentos.

Otro factor que ha contribuido al desembarco de la derecha más extrema en los parlamentos europeos, y ahora el andaluz, es el vaivén de los partidos de izquierda y especialmente de los socialistas. El alejamiento de planteamientos internacionalistas para recalar en lo nacional y, sobre todo, competir con los nacionalistas en su terreno ha llevado a parte de su tradicional electorado a dejar de apoyarles.

El ejemplo más claro de ese progresivo aislamiento de los socialistas se puede contemplar en España: en el País Vasco y Cataluña. Los trabajadores de esas comunidades, y de forma muy especial los emigrantes, hace años que se sintieron abandonados por los socialistas que se empecinaron en ir adoptando cada vez más postulados nacionalistas a costa de echar por la borda el internacionalismo y aceptar, sin control alguno, muchos de los postulados liberales.

Al inicio de la crisis Zapatero miró para otro lado lo que no facilitó la reconciliación entre los ciudadanos y el PSOE. La escasa coherencia posterior, los problemas internos y los bandazos de Sánchez no están ayudando a mejorar las cosas.

Por su parte el Partido Popular hizo todo lo que pudo, y lo consiguió, para desalentar aún más a los ciudadanos. Desde la Transición ningún partido ha dilapidado una herencia de forma tan rápida y desastrosa. Se cargaron de un plumazo todos los avances sociales logrados desde 1978. Aznar no se atrevió a llegar tan lejos. La enorme cifra de parados, las rebajas salariales y los recortes laborales a los que se suma la desorbitada corrupción política alentaron a la extrema derecha y desanimaron a la clase media y baja.

Otro elemento determinante es el independentismo catalán. Ni PSOE ni Podemos se han enterado que la “cuestión catalana” incide directamente sobre los votos fuera de esa comunidad y pesa mucho en toda España. Lo que sucede en Cataluña está espoleando el nacionalismo españolista en su versión más rancia. El Partido Popular y Ciudadanos se han encargado de echar más gasolina. Los nacionalistas catalanes no se libran de una culpa enorme.

No menos importante es el “problema de la emigración”. En España tenemos una larga experiencia en achacar todos nuestros males a los extranjeros, sobre todo en épocas de crisis. En estos tiempos se ha convertido en el tema estrella de la extrema derecha europea.

Las redes sociales están plagadas de mensajes xenófobos y racistas. No los repiten gentes extrañas, lo hacen nuestros vecinos, nuestros conocidos e incluso familiares. Tanto han calado las mentiras que resulta imposible razonar con muchas personas.

Hasta hace cuatro días VOX no se conocía. Desde hace dos meses su presencia en los medios de comunicación ha sido permanente y los otros partidos se hartaron de hablar de ellos. Publicidad gratuita.

La extrema derecha está en contra de las autonomías, de la Unión Europea, del aborto, de la libertad de expresión, de los homosexuales y transexuales, de la libertad religiosa, de las leyes contra la violencia machista, de las feministas, de la apertura de fronteras…

¿Qué propuestas concretas tienen para Andalucía o España? Nadie las conoce, esconden sus verdaderas intenciones en mensajes populistas y apelan a sentimientos atávicos.

A quienes les votan, a quienes los disculpan, se les olvidó la Historia de España y de Europa.

Las democracias son imperfectas por estar en permanente construcción. No podemos cargarnos la mejor herramienta que tenemos para desarrollar la convivencia pacífica. La humanidad no puede permitirse el retroceder y volver a las fronteras, al nacionalismo y al enfrentamiento entre diferentes.

La extrema derecha española tiene sus raíces en el franquismo pero se asemeja a la europea. Todos esos partidos están manteniendo relaciones y concertando políticas que van a converger en la Unión Europea tras las próximas elecciones al parlamento europeo. Dependiendo de la representación que obtengan peligrará o no la propia Unión.  Allí veremos como se posicionan todos los partidos.

Los resultados de Andalucía han sido un serio aviso al que me parece que no harán demasiado caso ni los partidos ni una parte de los españoles.

VOX ha llegado democráticamente al parlamento andaluz, democráticamente podemos impedirles avanzar más. 

Quiero recordar que en Francia el Frente Nacional logró inicialmente parte de sus votos en barrios obreros y entre antiguos votantes del partido socialista e incluso del comunista, hoy los recoge en todos los espectros sociales. Podría mencionar a Italia, Hungría, Polonia, Eslovaquia, República Checa, los países nórdicos, Holanda o Estados Unidos, pero para qué.

No han llegado por sus méritos si no por deméritos de los demás.

Asumamos nuestra responsabilidad individual y colectiva para seguir progresando en democracia y libertad. Estamos a tiempo, no vayamos a lamentarnos más adelante.

Licencia de Creative Commons
La extrema derecha ya está aquí by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

No hay comentarios:

Publicar un comentario