¡Menudo año! Sí tuviese que
resumirlo no me costaría nada: una mierda. Me han pasado cosas buenas, faltaría
más, pero en general ha sido para olvidarlo.
La política no nos ha deparado
ninguna buena noticia. Bueno, en estos momentos yo no me acuerdo, aunque igual
hubo alguna. ¿Recuerdan ustedes alguna?
La situación no ha mejorado. En
lo económico seguimos en las mismas. No voy a evocar lo de sobra sabido, que
es lo que padecemos.
Tampoco han mejorado las
cuestiones de igualdad y los asesinatos machistas no cesan. ¡Qué enorme
infamia!
Todo ha sido Cataluña, hasta en
las elecciones de Andalucía. Es agotador. Las miserias de unos y otros afloran
y producen vergüenza y cabreo.
Los desbarres verbales, que me
parece que son también mentales, han logrado poner a la extrema derecha en el
parlamento andaluz. ¡No nos queda nada!
Se nos fue Rajoy - lo echaron - y
no lo extraño. Llegó Sánchez y… pues bien, aunque tal vez no. Probablemente lo
haga mejor, tal vez. Es más de fiar, quien sabe, tal vez no. ¿Me gusta o no me
gusta? Ni sí ni no, sino todo lo contrario. ¿El gallego no era Rajoy?
Los casos de corrupción andan por
los tribunales pero sentencias llegan pocas. Por cierto, ¿alguien sabe algo del
ya no honorable Jordi Pujol?
Sigo intentando rememorar algo
bueno. Ni siquiera el fútbol deparó alegrías. Acabo de comprobarlo y el Madrid
va cuarto. Esto es el acabose, con el permiso de Nieves Concostrina.
No, que no. No es una buena
noticia que Puigdemont siga en el exilio. ¿Y Marta Rovira? Ayyy, ahí me han dao. Mira que cogí tirria a esta mujer.
No, tampoco es una buena noticia. ¿Y lo de los políticos presos? Tampoco,
tampoco es una buena noticia.
Ven, ya salió Cataluña. Los
nacionalismos me exasperan.
En lo que tengo más cercano, y me
refiero a la política autonómica y local, pues no sé cómo explicarlo. Queda
claro ¿verdad?
¡Es que no ves nada bien! ¡No te
conformas con nada! Ya, es verdad. El año que viene voy tragar lo que me echen.
Estaré calladín que además llegan elecciones y vete tú a saber.
Ya tengo un propósito para el año
que viene: seguir diciendo lo que me dé la gana.
¿Y en lo personal? ¿Cómo lo digo?
Echaría a correr, sí pudiera. He aprendido unas cuantas cosas, sobre mí y sobre
los demás. ¡Ya iba siendo hora! Sé lo que es vivir con dolor, sin movilidad, y
los destrozos que eso provoca. Recibí cuidados y cariño impagables. Algo bueno
dentro de lo malo.
Despido este año sin acritud -
bueno, alguna sí – y me preparo para el siguiente con más vigor y fortaleza.
Mantendré la sonrisa, la ironía, y cuando me parezca me cabrearé.
Lo dicho: 2018, que te den.
Que te den 2018 by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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