La extrema derecha está ocupando
una parte relevante del espacio político en el mundo. Estos movimientos
antidemocráticos son herederos de otro surgido en los primeros años del siglo
XX: el fascismo. Pues de eso trata M El
hijo del siglo de Antonio Scurati, traducido por Carlos Gumpert.
El libro, primero de una trilogía,
narra la historia del régimen fascista de Benito Mussolini, desde el origen
hasta la caída, y lo hace en 819 páginas. Ha tenido un gran éxito en Italia, donde
recibió el Premio Strega 2019, máximo galardón del país.
M El hijo del siglo es una mezcla de novela y ensayo. Su autor la
define como una “novela sin ficción”, otros como una novela documental. Se
trata de la narración del fascismo desde el fascismo. La novela contiene muchos
documentos de archivo intercalados lo que refuerza lo narrado.
El protagonista es Mussolini,
aunque hay secundarios de gran relevancia como Gabriele D´Annunzio o el
socialista Giacomo Matteotti.
Benito Mussolini es el primer
líder populista. La base de sus seguidores son ex soldados de la Primera Guerra
Mundial. Las condiciones económicas y sociales, junto a una clase política
inepta, es el caldo de cultivo perfecto para que cale la demagogia fascista.
Mussolini es un actor consumado, sabe
dirigirse a la masa con mensajes directos y frases cortas. Sus discursos están
elaborados a base de eslóganes. Por cierto, técnica utilizada hoy en día por
muchos políticos.
Otro pilar sobre el que asentó su
influencia fue la prensa. Los periódicos como herramienta de propaganda
política. ¿Les suena? Benito Mussolini sabe como utilizarlos, provenía de las
filas socialistas y de dirigir uno de sus periódicos.
No tiene ningún pudor en mentir y
contradecirse de forma continua. Donde no convence, amenaza y donde no
atemoriza, mata. La vida no tiene ningún valor para los fascistas, lo único que
importa es el poder. Persiguen la anulación total del enemigo. No hay
adversarios, en su defecto los aniquila.
Los fascistas, con Mussolini al
frente, son machistas. Necesitan hacer notar su hombría y para ello nada mejor
que ejercer la violencia en todas sus formas. Por otro lado, según los describe
Scurati, tienen reacciones infantiles, de niños caprichosos.
Carecen de una ideología
concreta, es el líder el que marca las pautas y se va adaptando a las
necesidades. Acaban convirtiéndose en el brazo ejecutor de los empresarios y
los terratenientes.
Con su populismo extremo fueron
capaces de encontrar apoyo entre los obreros y los más desfavorecidos. Gestos
simbólicos como recortarse el salario por la mitad tuvieron un gran eco entre
sus partidarios, aunque por la puerta de atrás estuviesen robando al Estado a
manos llenas.
En Italia este libro fue bien
visto por algunos neofascistas. Un demócrata verá en él el proceso aberrante de
acceso al poder por medio de la violencia. Su autor, demócrata convencido según
confiesa, ha querido ofrecer una visión lo más real posible de lo que fue la
atrocidad fascista.
Son tiempos convulsos. No está
mal recordar lo que fueron, lo que hicieron, para no caer en peligrosas
tentaciones. El fascismo y otros ismos como el nazismo o franquismo, sacaron a
la luz lo peor del ser humano. Desde la otra orilla ideológica tampoco se
quedaron atrás, valgan de ejemplo el estalinismo o el maoísmo.
Habrá que esperar a los
siguientes volúmenes, que si son un poco más cortos tampoco pasará nada.
Cuando el fascismo llegó al poder by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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