Sábado sin pena ni gloria.
Trigésimo día de confinamiento. Sé cuando va a llegar. El resto de los pájaros
salen despavoridos. Es el rey del cielo. Sigue fiel a la cita. Milana bonita.
No he visto noticia alguna en el
día de hoy. Seguro que no me perdí nada. Imagino que continuarán con la idea de
que el personal regrese a los tajos el lunes. ¿Todos? Las cifras de contagios y muertos
siguen siendo elevadas, ¿cambió algo? No lo parece.
Han decidido la reincorporación
al trabajo sin que sepamos cuales han sido los criterios que les han llevado a
tomar esa decisión. ¿De pronto las concentraciones de personas son aceptables?
¿Es posible mantener las distancias de seguridad? ¿Quiénes tengan que ir a
trabajar cuentan con los medios necesarios para protegerse? Si se producen
contagios en los centros de trabajo ¿qué consideración van a tener? Si siete o
diez días después se produce un incremento en el número de contagios y
fallecimientos ¿volverán al confinamiento?
Demasiadas dudas. No creo que
nadie tenga las respuestas. Han tomando una determinación con demasiados
riesgos, pero no unos cualquiera, son riesgos mortales. Somos el ¿tercer? país
con más contagios del mundo y las cifras siguen ascendiendo. ¿El lunes no vamos
a jugar a la ruleta rusa?
No encuentro razones para esa
medida. Bueno, una sí: la económica.
En los primeros envites de la
pandemia nadie se atrevía a decir nada, tras ocho días de paralización han
empezado a poner el grito en el cielo y relatarnos los males que nos esperan. No
van a ser buenos tiempos, pero por otro lado nos están diciendo que esto durará
unos meses y que esperan que para el verano se vaya estabilizando la situación.
Si es así, entonces la tesitura no va a ser tan dramática.
Por otro lado, nos han contado
que se han tomado unas medidas económicas nunca vistas para paliar los efectos
sociales y económicos de la enfermedad. ¿En qué quedamos? ¿Son buenas o no
tanto?
Continuando con su relato, la
Unión Europea piensa arrimar el hombro. Imagino que esas ayudas contribuirán a
paliar los efectos negativos ¿o no?
A los empresarios patriotas
todavía no les he escuchado nada de repatriar parte, al menos parte, de las
empresas que han deslocalizado. Estoy seguro que esa medida contribuiría de
forma notable a la recuperación. Tampoco les oí nada de rebajar sus
expectativas de beneficios.
Algunos habrán echado cuentas y
no les salen como quieren. Por otro lado, es necesario que la población se vaya
inmunizando, así que uno más uno: a trabajar. Más adelante hablaremos de los “daños
colaterales”.
Todo sea por la colectividad y el
futuro.
Hay otra cuestión que se está
planteando desde hace días y es la constitucionalidad del decreto del estado de
alarma. Entendidos en leyes dicen que o no es constitucional o que plantea
dudas. No tengo ni idea. El Gobierno tiene a su alcance unos servicios
jurídicos muy potentes que les asesoran, ¿no lo hicieron? Lo dudo. ¿Lo hicieron
y ni caso? Pues no sé. Quiero pensar que se ajusta a la Ley.
Lo plantean, al menos por lo que
yo he visto, por el tema del confinamiento y el de las sanciones. ¿Son ganas de
desestabilizar aún más o tiene visos de realidad? ¡No lo sé! En Italia o Francia ¿pasa lo mismo? ¿Tienen
una legislación tan diferente que allí si es legal y aquí no? o sencillamente
también lo hacen mal.
Tengo demasiadas dudas. Es seguro
que no tengo los conocimientos adecuados, pero tampoco tengo las explicaciones
que me puedan ayudar a comprender lo que está pasando. Hay algo que tengo
claro, sigue habiendo demasiados muertos y el número de contagios asciende.
¿Cuestión de vida o muerte para muchos ciudadanos? Si. Joder, más vale que no
la fastidien.
A pesar de los pesares, ánimo.
Divagaciones coronavíricas (30) by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario