20 sept 2025

Deshumanización

 


   Mucho se está hablando de los acontecimientos en Palestina. No sirve de nada, el ejército israelí continúa con su plan de exterminio sistemático de los palestinos.
  El 7 de octubre de 2023, va camino de dos años, el grupo terrorista Hamás asesinó a 1 400 personas y secuestró a otras 252. Un acto despiadado, inhumano, como todos aquellos que realizan los grupos terroristas. La respuesta del gobierno israelí fue contundente. Aprovechó la circunstancia para desplegar su ejército en tierras hasta ese momento palestinas y arrasar con pueblos y ciudades. El número de muertos aumenta día a día hasta alcanzar unas cifras escalofriantes. Hablan de cerca de setenta mil muertos, de ellos unos dieciocho mil niños. Algunas fuentes cifran en más de seiscientos mil los muertos, de los cuales unos trescientos ochenta mil serían niños de menos de cinco años. Con las imágenes que nos llegan parece evidente que las cifras de muertos tienen que ser muy importantes. ¿Cuántos palestinos asesinados les parecerá bien?
  Ya no se trata de recuperar los rehenes que faltan, quieren devastar el territorio palestino y a los habitantes que sobrevivan alejarlos de ese territorio. Lo confirmó Trump, con intereses urbanísticos directos, y el ministro de Finanzas de Israel que aseguró que están negociando con Estados Unidos la división de Gaza, quien dijo con toda su pachorra que «Una vez destruida, veamos cómo repartirla». No se puede ser más miserable.
  Escuchar a Felipe González decir que con la entrega de los rehenes por parte de Hamás se acabaría la matanza es o bien de una ignorancia total o de un cinismo aun mayor. Patético lo de ese hombre. A González se le olvida que Hamás ya ofreció liberar a todos los rehenes a cambio del cese de la agresión del ejército israelí y del abandono de los territorios que ocupó. Netanyahu ya se ve lo que hizo. Ahí están las hemerotecas. 
  Carecen de cualquier atisbo de humanidad, pero no son los únicos. Escuchamos, algunos, con estupor e indignación como dirigentes políticos del mundo «democrático» apoyan las actuaciones criminales de Israel. En España el Partido Popular, con Ayuso al frente, seguida por Feijóo,  Almeida y luego todos sus voceros defienden el exterminio israelí. No hay justificación alguna, ni siquiera la ignominia de que Hamás siga reteniendo rehenes. No se trata solo de las muertes por bombardeos indiscriminados, ahí están los ataques a hospitales, los disparos a quienes se acercan a recoger algo de la escasa comida que les llega o los desplazamientos de la población de forma expeditiva y amenazante. Todo eso tiene un nombre y así lo ha dicho una comisión independiente nombrada por la ONU. Habrá quienes digan que esa comisión está manipulada.
  Escuchar a ese otro expresidente, José María Aznar, me provoca tal repulsión que hasta su propia imagen me desagrada. Ahora nos enteramos que creó, hace unos años, un lobby pro israelí. No da puntada sin hilo.
  La Unión Europea no se atreve a tomar decisiones independientes. No tuvo problemas en hacerlo con Rusia, pero con Israel el tratamiento es de guante blanco. Ursula von der Leyen ya ha demostrado no estar a la altura de las circunstancias, quedó claro al reunirse con Trump en un campo de golf en Escocia propiedad del estadounidense para tratar los aranceles. Fue un acto de sumisión por parte de von der Leyen que humilló ante el mundo a la UE. Lleva dos años sin atreverse a plantear sanciones contra Israel, al igual que lo hace el gobierno alemán. Es cierto que no existe unanimidad para tomar decisiones, pero esa actitud invalida la capacidad de intermediación internacional de la Unión Europea que ha dejado de ser ejemplo de democracia ante el mundo.
  Ante un genocidio en directo no sirven los silencios. La Historia nos dio lecciones de genocidios, pero ninguno tan despiadado como el que sufrieron los judíos en el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. A lo largo de la Historia habían sufrido innumerables pogromos, pero lo de Hitler fue tan despiadado que resulta imposible de asimilar aun hoy día. ¿Cómo es posible que un país, con unos ciudadanos que han sufrido persecución y han sido asesinados, pueden exterminar a otros seres humanos? No hay justificación.
  Tras la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial y se conocieron los horrores cometidos por los nazis el mundo se preguntó cómo fue posible que el pueblo alemán lo permitiera. Se dieron razones de todo tipo, por miedo, por la humillación del Tratado de Versalles, la ocupación del Rhur por los franceses, la economía… pero ya antes había un odio hacia los judíos, extensible a toda Europa, no nos engañemos. Fueran por las motivaciones que fueran los alemanes votaron a Hitler y luego apoyaron sus desvaríos expansionistas y genocidas. Cuando terminó la guerra nadie sabia nada de lo que había sucedido. Casi todos habían callado.
  Hoy en Israel solo un escaso número de ciudadanos se manifiesta en contra del exterminio de palestinos, incluso los hay que se van a zonas elevadas para contemplar como su ejército arrasa Palestina. ¡Hay que ser inhumanos! ¿Son los israelíes cómplices de Netanyahu y sus ministros? Que cada uno se responda.
  En España con darse una vuelta por las redes sociales se pueden comprobar los miles de españoles que apoyan las acciones israelíes. En su inmensa mayoría son hooligans de Vox y del PP. Me produce un enorme dolor ver esa deshumanización y trivialización del horror de un genocidio. No es raro ver que algún conocido o incluso familiar se suma a ese apoyo. Es horrible.
  Las guerras siempre fueron económicas, aunque se disfrazaran de patriotismo o religión, todo mentira, siempre siempre fueron económicas. Ahora tenemos dos ejemplos clarísimos, la invasión de Ucrania por los rusos, otros que se callan ante las atrocidades de Putin, y el caso de Palestina. En las guerras mueren los que no tienen culpa de nada, son los dirigentes de sus países los que inician los conflictos armados y se encargan de justificar sus decisiones. Netanyahu tenía un montón de causas judiciales pendientes, pues nada, se monta una «guerra» y asunto solucionado.
  Esos apologetas del sionismo, pues de eso se trata, no son capaces de comprender que Hamás es un grupo terrorista e Israel es un Estado. No se pueden equiparar, pero lo hacen. Esto me recuerda que las extremas derechas españolas reprochan que el Gobierno de González crease los GAL, hoy ven normal que Netanyahu ordene el aniquilamiento de todo ser vivo en Gaza.
  La deshumanización recorre el mundo y está a nuestro alrededor. Los dioses castiguen vuestra inhumanidad por olvidar que los palestinos son seres humanos. 

 

 

 

 

 

 

 

 

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