7 nov 2010

Ratzinger y su turné española



Joseph Alois Ratzinger, vamos el Papa Benedicto XVI, anda de visita por España. Pues nada: bienvenido.
Se ha levantado cierta polvareda con su gira y el gasto que esto acarrea. No hay para tanto. Veámoslo desde otra perspectiva. Joseph Ratzinger es una persona muy conocida a nivel mundial y es uno de los líderes espirituales más importante. Sus viajes son seguidos por miles de personas en directo y por millones a través de cientos de medios de comunicación. A lo que iba, es un reclamo publicitario impagable. ¿Qué cuesta mucho dinero su turné? Pues sí, pero a medio plazo es una magnífica inversión publicitaria. Lo dejamos ahí y ya está. El mundo, según dicen, es así y a estos personajes hay que ponerles un servicio de vigilancia de unas seis mil personas y todo lo demás. Se ve que la protección divina no es suficiente.
Visto desde esta óptica la cosa ya no es tan terrible ¿verdad?

Podríamos argumentar que también un concierto de U2 necesita un gran despliegue de protección pública y otras cosas. Lo que diferencia a este tipo de actos es que normalmente sus seguidores pasan por caja para verlos y los católicos ven a su estrella con el dinero de todos. Dejémoslo. Ya dije que estaba bien empleado.

Recordemos que Ratzinger es un Jefe de Estado, de uno muy, muy pequeñito, pero jefe. Esa circunstancia, en toda tierra de garbanzos, supone unas normas de cortesía con los anfitriones. La primera de ellas es no criticar la casa de quien te recibe y pone el dinero para tu visita. ¿O no?
Por este motivo, iba a decir me sorprendió, no hombre no, que me va a sorprender, está en su línea, la de Joseph y los suyos, el equiparar la situación actual con la de la época republicana. Sin comentarios, sobran todos. Después, como no podía ser de otra manera en él, habló de un único matrimonio, del aborto y la eutanasia. Lo de siempre. Como es norma en ellos, las críticas (políticas) se hacen con grandes circunloquios. Ahí os quedan bonitos.

Es que no lo puede remediar. Podríamos esperar un poco más de contención ya que Benedicto XVI sabe mucho de normas y reglas. Lo digo porque fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Este fue el nombre que le pusieron al órgano continuador de la antigua Inquisición. Esos si que sabían de reglas y normas. Las tenían hasta para torturar, eran unos verdaderos expertos. Al Benedicto que hace el número dieciséis se le han olvidado estas cosas ¿o no?
Parte de sus comentarios serían constitutivos de una queja expresa y dura, a nivel consular, por injerencias en asuntos internos españoles.

A mí que el Papa se dirija a sus seguidores y les diga no abortéis, no os caséis entre personas del mismo sexo, no os suicidéis aunque estéis al final de vuestra vida y sufriendo lo indecible, traer a este mundo todos los hijos que podáis, etcétera, etcétera, me la trae al pairo. Eso es para sus fieles y podrá ser de obligado cumplimiento si ellos lo desean, pero al resto, a los que no somos católicos practicantes, a los que creemos que la religión es algo privado, que no nos de la turra.
Nuestras leyes tienen que ser laicas. En sus casas y en las iglesias que recen, pero a los demás que nos dejen en paz.

Si nos ponemos podemos recordar temas como la pederastia, el sida en el mundo y lo que dice la Iglesia sobre la utilización de condones, el banco Ambrosiano o las inversiones que realiza la Iglesia católica, el desprecio a los avances tecnológicos (incluidos los que salvan vidas humanas) o su apoyo a dictadores y asesinos de todo el mundo (todos ellos muy religiosos) y en España de eso sabemos algo. Podríamos tener para largo y tendido.
Lo dejamos aquí. Bienvenido a España Joseph Alois Ratzinger, alias Benedicto XVI.
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Joseph Alois Ratzinger, vamos el Papa Benedicto XVI by M. Santiago Pérez Fernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

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