11 ene 2011

Arquitectura, políticos y pufos


Pues nada, la Biblioteca y el Archivo de Galicia ya están inaugurados. Ambos forman parte del conjunto de lo que será la futura Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela. La monumental obra, de seis megaedificios, está diseñada por el arquitecto norteamericano Peter Eisenman. Según sus cálculos será dentro de diez años cuando finalice su construcción -comentado no se si en serio o en broma. Él sabrá.

Hay quienes han dicho, qué mala leche, que este es el “Mausoleo de Fraga”. Es que la gente cuando se pone a decir tonterías es que no para. Que se lo digo yo. Bueno, que les voy a contar que ustedes no sepan. Don Manuel, con todo respeto, de elegir un mausoleo elegiría el Valle de los Caídos. Vamos hombre. Faltaría más.

Es que somos la leche. Cuando nos da por algo, nos salimos. Pese a quien pese y cueste lo que cueste. Tranquilos no les voy a hablar del AVE, que ya tiene canto. Mucho para pasajeros, a precio de ricos, pero para transportar mercancías como que no andamos muy sobrados. Eso es otra historia para no dormir. Además este rapidillo tiene que parar en todos los pueblos y ciudades. Para muestra las tonterías que se están diciendo en Asturias. Sigamos.

Es que esto de la arquitectura, o los arquitectos estrella, ha sido el último descubrimiento de los regidores de la cosa pública, que no son otros que nuestros políticos.
Todos quieren un Guggenheim en su comunidad, ciudad o pueblo. No importa lo que cueste hacerlo, hay que hacerlo y se hace. ¡Los del mi pueblo también tienen derecho! Palabra de político. Queda tan bonito (dígase con voz suave y melosa) y además esos edificios van a ser la solución a todos nuestros problemas. Amén.
Todos a pelear por un Frank Gehry, un Santiago Calatrava, un Norman Foster (Barón Foster de Thames Bank) como suena esto último, sin olvidarnos de una Zaha Hadid o de un Rafael Moneo, etcétera, etcétera. El caso es que mientras más internacionales y más caros, pues mejor. ¡Será por dinero!

Por cierto, yo -como siempre- haciendo preguntas tontas cuándo nos venden la construcción de estos faraónicos edificios ¿alguna vez nos dicen el coste de su mantenimiento? ¿Verdad que no? Vamos a estar pagándolos hasta después de muertos. ¡Ah! claro, seré torpe, esos edificios generan un negocio impresionante para muchos años allí donde se asientan. Bueno, pues eso, pues vale. Es que soy de un simple total. No tengo visión de futuro. Ojalá tuviese en mi pueblo obras de Toyo Ito, Arata Isozaki, Thom Mayne, Rem Koolhaas o un Óscar Niemeyer. No de uno, de todos ellos. ¡Qué gozada!

No nos engañemos, hasta en el pueblín más pequeño pasan cosas de esas. Miren a su alrededor y comprueben lo que digo. Verán obras grandes, muy grandes; caras, muy caras y que nos van a costar mucho, pero que mucho. Ahora estamos muy contentos, ya veremos cuando suban los impuestos para pagar esas alegrías. Ya estamos. ¿Y lo guapo que está quedando todo? Bueno, pues eso, pues vale.
Venga, a construir. Más, mucho más. Que todo sea enorme, que se vea. Si nuestros vecinos tienen, nosotros más. Oiga, que si hace falta se regala el suelo. Si algo no sale bien, que no cunda el desánimo, ya veremos como lo solucionamos y la ley, si hace falta y por el bien común, pues se deja un poquito, pero solo un poquito, de lado.

Por cierto, recomiendo encarecidamente, sobre todo a los aspirantes a políticos -los que ya están en ejercicio son caso perdido- un libro. Venga, no se me asusten, leer no es tan malo ¿o sí? El libro es Arquitectura milagrosa : hazañas de los arquitectos estrella en la España del Guggenheim, publicado en Anagrama en 2010 y cuyo autor es Llátzer Moix.
Por favor, léanlo, nos harán un favor a todos e igual aprenden a no despilfarrar y a no ser tan grandones.
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Arquitectura, políticos y pufos por M. Santiago Pérez Fernández se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.

2 comentarios:

  1. Habrá que leer el artículo. El tal Lázaro escribe en La Vanguardia, pero temas varios. No conocía su libro.
    Aunque me gusta la arquitectura, es cierto que algunas baladronadas recientes (el posmodernismo y eso) ya no tanto. Y eso que todos ellos hablan de Arquitectura "humana y sostenible". Sostenible, se entiende en estos casos, por el contribuyente.
    Seguimos en contacto.

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