Publicado en La Nueva España el 12 de septiembre de 2018
Tenemos que remontarnos unos años
atrás. José Fernández Villamil párroco de Tineo, entre 1945 y 1960, legó a la
Parroquia de Tineo su “colección particular” que posteriormente se integraría
en los fondos del museo.
Creo que no hace faltar recordar
que en esa época no existía ningún control sobre nuestro patrimonio artístico,
es más, carecía de valoración social. Estoy generalizando, desde luego.
Más adelante Jesús Álvarez
Martínez (párroco de Tineo entre 1960 y 1989) dio un impulso a la colección.
Este cura recogió tallas de las iglesias y capillas del concejo que estaban
prácticamente abandonadas. La despoblación se hacía notar y muchas capillas
habían dejado de tener servicios religiosos.
Desde la década de los 60, del siglo
pasado, las obras estuvieron depositadas, y bajo custodia del consistorio, en
el edificio de la Audiencia. Allí permanecieron hasta 1985. Fue ese mismo
sacerdote, Jesús Álvarez, quien recuperó la colección para las dependencias
parroquiales tras promover un pleito, que ganó, entre el Arzobispado y el
Ayuntamiento de Tineo.
El último empujón llegó de la
mano de Cándido García Tomás (párroco de Tineo entre 1989 hasta su
fallecimiento en 2016) que promovió una Comisión Parroquial pro Patrimonio
Artístico.
El 29 de junio de 1989 se hizo
una primera apertura al público, que tuvo mucho de gesto infructuoso. Quedó en
la clandestinidad, no existía horario
fijo de visitas ni se hizo ningún tipo de publicidad eficaz. Pasó tan
desapercibido que la inmensa mayoría de los tinetenses ni se enteraron de su
existencia.
Permítanme una digresión. La
exposición Orígenes, arte y cultura en
Asturias, siglo VII-XV, que así se denominó, se montó en la catedral de
Oviedo entre el 11 de agosto y el 30 de noviembre de 1993. Su organización
corrió a cargo de la Asociación Orígenes integrada por el Gobierno asturiano,
la Universidad, el Arzobispado y la Caja de Asturias. Contó con un presupuesto
de 800 millones de pesetas. Fue un verdadero desastre, tanto de público como
económico.
Traigo a colación esta exposición
ya que tuvo repercusiones en Tineo, más concretamente en Obona. Creo que merece
la pena recordarlo.
Los responsables de Orígenes estaban interesados en llevar a
la exposición el Cristo de Obona, los vecinos del pueblo se opusieron. El
interés llegó a tal punto que el Arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, se desplazó
hasta Obona para mediar en el asunto. No hubo forma. Según me han contado, el
propio Arzobispo llegó a ofrecer como aval el coche en que se desplazaba, creen
recordar que era un Mercedes. Pues ni con esas. Los vecinos desconfiando de lo
que pudiera pasar, ni cortos ni perezosos, escondieron “su” Cristo en una casa
particular.
La importancia de las tallas que
se mostraron en Oviedo hizo posible el apoyo institucional para relanzar el
Museo de Arte Sacro de Tineo. Aún tuvieron que pasar unos años para lograr el
objetivo.
En 1996, por resolución de 28 de
agosto de ese año, la Consejería de Educación, Cultura, Deportes y Juventud
concedió una subvención de 1.999.458 pesetas al Museo Parroquial de Tineo para
diversas mejoras. No fue la única. En esa misma resolución constaba otra
subvención de 900.000 pesetas para la edición de un catálogo explicativo de las
tallas y objetos religiosos expuestos en el museo.
Hubo que proceder a la
restauración de las tallas más deterioradas y a la desparasitación de los
libros religiosos que se iban a exponer. Tarea esta última que se realizó en la
Biblioteca de Asturias. Las vitrinas que protegen las tallas proceden de Orígenes, algunas de ellas tuvieron que
ser adaptadas, lo cual supuso un desembolso económico bastante importante y que
sirvió para que se produjesen desencuentros entre algunas de las partes
implicadas en el museo.
El Museo de Arte Sacro de Tineo
recibió más subvenciones. En el BOPA (Boletín Oficial del Principado de
Asturias) podemos encontrar unas cuantas. Por ejemplo, el 30 de junio de 2000
consta una de 1.500.000 pesetas para gastos de electricidad, limpieza, equipo
de seguridad y extinción de incendios, publicidad e imprenta y restauración de
fondos bibliográficos. En 2001 otra de 361.000 pesetas. En 2002 recibió 5788
euros. En 2008 hay dos subvenciones, una por importe de 5019,91 euros y otra de
4920 euros. En 2009 consta una de 3518,58 euros y otra de 8236 euros. En 2010 le
concedieron una de 2266,23 euros.
Es decir, a lo largo de los años
el Museo de Arte Sacro de Tineo ha recibido dinero público para su puesta en
marcha y mantenimiento. No hay que olvidar el apoyo que recibió de la
Asociación Cultural Conde de Campomanes, la Asociación Astur-Galaica del
Interior de Amigos del Camino de Santiago y del Ayuntamiento de Tineo, todos
ellos imprescindibles para su puesta en marcha.
La profesora Mª Josefa Sanz
Fuentes destaca, en el catálogo del museo, su importancia “Es pues la colección
de obras que conforman el Museo de Arte Sacro de Tineo un claro exponente de la
importancia y riqueza del concejo en la época medieval y moderna, con obras
originarias del mismo pero también con excepcionales piezas foráneas, algunas
de ellas de origen francés, que ponen de manifiesto la eficacia que el Camino
de Santiago tuvo en la difusión de las corrientes artísticas”.
El catálogo fue realizado por
Pilar García Cuetos y Raquel Alonso Álvarez, ambas doctoras en Historia del
Arte.
El museo se ubicó en un añadido (de
los años 50 del siglo pasado) de la iglesia de San Pedro sobre el pórtico, en
cuatro salas, unos 260 metros cuadrados ,
que conferían una cierta unidad a la exposición. Su apertura, a pesar de
existir un horario de visitas, siempre dependió de la disponibilidad del
párroco.
Alberga tallas de gran relevancia
datadas del siglo XII al XX. Cuenta también con piezas de orfebrería (algunas
de los siglos XVII y XVIII) vestimentas y libros de carácter religioso.
Con el fin de regular el
funcionamiento del museo se redactaron unos estatutos, firmados por Jesús Álvarez
Rodríguez, Secretario General del Arzobispo de Oviedo, quien certificó que
fueron aprobados por el Arzobispo con fecha de 18 de noviembre de 1998. Aunque
consta la creación de una Junta de Gobierno para regir el museo, no se
materializó y sus funciones fueron asumidas por el Consejo Pastoral Parroquial.
Según recogen esos estatutos “El
Museo de Arte Sacro de Tineo, de titularidad eclesiástica, nace con vocación de
integrarse en el sistema de Museos del Principado de Asturias y en consecuencia
se regirá por los presentes Estatutos y por la legislación vigente sobre Museos
del Principado de Asturias”.
Esta situación, no todo lo
perfecta que algunos deseábamos, continuó hasta hace poco. En los últimos meses
parte de las esculturas se han reubicado en la capilla de Merás. Una sencilla
mampara acristalada, con una puerta, separa este espacio de la nave central de
la iglesia. Le han puesto de nombre Exposición
San Pedro de Tineo, que por cierto no refleja nada, pues como se dijo más
arriba las tallas proceden de iglesias y capillas de todo el concejo de Tineo.
Me han informado que la decisión
se tomó para liberar salas e impartir catequesis y realizar otras actividades.
El Museo de Arte Sacro de Tineo
ha pasado muy desapercibido. La relevancia artística y cultural de las obras
expuestas nunca se correspondió con una promoción adecuada, lo cual es una
verdadera lástima. La exhibición de esas tallas en la capilla de Merás parece
una apuesta poco adecuada. La medida tomada desvirtúa lo que debiera ser la
exposición, que aunque limitada en medios y espacio, tenía una unidad de
conjunto rota ahora.
Tineo tuvo un Museo de Arte Sacro by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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