Publicado en La Nueva España el 17 de octubre de 2019
El occidente asturiano se encuentra
en vías de extinción. No me llamen alarmista, por favor. No lo digo yo, lo
dicen las proyecciones demográficas realizadas hasta el 2033 para Asturias.
Basándose en los datos del
Instituto Nacional de Estadística (INE) Esteban Fernández Vázquez, María Luisa
Alonso González, Elena Lasarte Navamuel y Fernando Rubiera Morollón apuntan que
el envejecimiento y la pérdida de población se acentuarán en Asturias en los
próximos años. Las cifras son alarmantes, para el occidente terribles.
Es necesario aportar algunos
datos, no demasiados.
Consultando la página web de
SADEI (Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales) en 2018 la
comarca Eo-Navia tenía 44833 habitantes y la suroccidental 26069, lo que hace
un total 70902 habitantes para todo el
occidente. Pongámonos en el peor de los casos, que es el que proyectan los
autores del documento, y se pierda un 20 por ciento de la población en 2033,
eso nos dejaría en 56721 habitantes. ¡Para todo el occidente! El suroccidente
se quedaría con menos de veintiún mil habitantes.
Se lo cuento de otra manera.
Con los números del INE, en 2033,
Asturias habrá perdido 87410 habitantes, la tercera peor cifra de España, de
ellos 14180 ciudadanos del occidente.
Veamos por donde lo veamos las
cifras asustan.
Hagámoslo un poco más sencillo.
Pónganse ante un mapa de Asturias. Concéntrense en el occidente y luego
distribuyan mentalmente esas cincuenta y seis mil personas por toda esa
superficie. Vamos, que ni se ven. Preocupante ¿verdad?
Siguiendo con el INE, Asturias
tendrá un saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) del menos 123,9, la
peor cifra de España.
No, la cosa no pinta nada bien.
Centrándonos otra vez en los
datos elaborados por el Laboratorio de Análisis Económico Regional de la
Universidad de Oviedo, destacan las pérdidas de población en Cangas del Narcea,
Tineo y Valdés, que pueden llegar al 20 por ciento.
La lista la encabeza Valdés,
seguido de Tineo y Cangas del Narcea. Por lo que se refiere a la variación de
población de 65 años o más, Tineo está a la cabeza seguido por Valdés y Cangas
del Narcea se queda en el octavo puesto. Por lo que respecta a la variación en
los menores de quince años, Tineo pasa a lo más alto del podium, seguido por
Cangas del Narcea que se intercambia el octavo puesto con Valdés.
No les aburro con más datos, los pueden
comprobar a través de internet.
Y ahora toca preguntarse ¿qué se
hizo hasta ahora? La respuesta es obvia, nada. El Plan Especial para los
concejos del Suroccidente asturiano, por ejemplo, no ha tenido ninguna
incidencia. Si todas las medidas que se vayan a tomar para el conjunto del
occidente asturiano van a ser por el estilo, mal vamos.
¿Qué se piensan hacer? De momento
nada sabemos. Han creado un Comisionado para el Reto Demográfico al que habrá
que darle algún tiempo de margen, pero no mucho. Por cierto, ¿se acordarán del
gravoso IBI (Impuesto Bienes Inmuebles) que se paga en las zonas rurales? ¿De
las desorbitadas tasas por solares y prados? De… ¡Qué se van a acordar! Ahí
está la gran tajada impositiva de los ayuntamientos.
Pensando en esto de las medidas a
tomar, me viene a la cabeza lo sucedido con la térmica de Soto de la Barca
(Tineo).
En la pasada campaña electoral el
hoy Presidente, Adrián Barbón, se comprometió a tomar cartas en el asunto y
hacer lo que fuese necesario. La campaña pasó, es el Presidente y leí unas declaraciones
suyas en las que manifestaba que se iba a poner en contacto con el ministerio
de Industria, Comercio y Turismo para que tratasen el asunto con Naturgy,
propietaria de la térmica. Ahí quedó todo.
¿Tenemos más noticias? Ninguna.
La térmica se da por sentenciada. Está muerta y a punto de enterrarla. Eso sí,
Naturgy tiene la desfachatez de organizar un programa educativo sobre energía
destinado a los escolares en Tineo. Sencillamente vergonzoso.
El occidente asturiano lo tiene
crudo. Sin población las pequeñas empresas y los autónomos están abocados al
cierre. Los dos hospitales, en Jarrio y Cangas del Narcea, absorben mucho
empleo; tenemos los astilleros Gondán, en Figueras; la biofábrica de Ence en
Navia y Cafento en Tineo, por referirme a algunas de las que más empleo generan
y poco más.
Que se dejen de monsergas. O
crean empleo, nos ofrecen unos servicios públicos mínimos de calidad, unas vías
de comunicación acordes a los tiempos que corren e invierten en este inmenso
territorio y ajustan los impuestos a la realidad que tenemos o en unos años
cerramos. No sigan perdiendo el tiempo, empiecen ya y verán como la cuestión
demográfica mejora.
El declive del Occidente y las monsergas by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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