20 nov 2019

Adrenalina saca de quicio a Astérix y Obélix


“Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor”.

Ya saben de quien voy a  hablar, no hay duda: de Astérix y Obélix.

En este año se cumplen sesenta de la publicación del primer álbum de la colección: Astérix el Galo. En este tiempo se han vendido más de 380 millones de ejemplares publicados en 111 idiomas.

El último editado, el número 38, se titula “La hija de Vercingétorix”. La adolescente hija del mítico caudillo galo alterará la vida de la aldea y especialmente la de Astérix y Obélix. Su nombre, Adrenalina, nos da una pista de lo que puede suceder. Los conflictos intergeneracionales entre adolescentes y adultos son la guinda del pastel.

Se trata del cuarto álbum escrito por Ferri e ilustrado por Conrad. Para mi gusto “los Astérix” han perdido la chispa que tenían con sus creadores, Goscinny y Uderzo.

La publicidad ha destacado, en esta ocasión, el papel protagonista de una mujer. Pues vale. El retrato es el de una adolescente que más que rebelde parece caprichosa y que al final encuentra su camino de la mano de… No se lo voy a destripar. ¿Se nota demasiado que no me gustó como tratan el personaje? Pues que se note, no me gustó.

Además de ser divertidos e ingeniosos “los Astérix” se caracterizaron por la ausencia, o escasez, de personajes femeninos. Conrad, el actual ilustrador, manifestó a este respecto que "No tiene que ver con Astérix en sí, sino más bien con lo que eran los cómics en los 60 y 70". "En general, casi no había personajes femeninos por razones puramente estratégicas, pensando en el lector, porque lo cierto es que no había muchas chicas leyendo cómics, o si las había, nadie lo sabía".

Eran otros tiempos, no cabe duda, pero, repito, esta vez la protagonista les salió bastante flojita.

No importa. Sigo leyéndolos como mucho cariño y todavía esbozo alguna sonrisa. Son unos personajes que han formado parte de mi vida como lector y eso es imborrable.

Los tebeos, palabra en desuso entre los más jóvenes, estimularon mi pasión por la lectura y creo que siguen siendo un medio muy adecuado para acercarse a los libros en general. De aquellos tebeos pasamos a los cómics y hoy hay todo un mundo de novelas gráficas.

Crecí con El Capitán Trueno, El Jabato, El Guerrero del Antifaz, los héroes de Marvel, El Hombre Enmascarado, Astérix y Obélix, Zipi y Zape, mis queridos Mortadelo y Filemón… Me siguen gustando.

La lectura de tebeos no es cuestión de edad. Las buenas historias gráficas siguen atrapándome. Los próximos números de Astérix y Obélix los leeré, al igual que sigo leyendo y riéndome con Mortadelo y Filemón.


Leer tebeos con los más pequeños seguro que les resulta muy gratificante. No lo duden. Vayan a su biblioteca pública, elijan varios y disfrútenlos, en compañía o en soledad.


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Adrenalina saca de quicio a Astérix y Obélix by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

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