28 ene 2021

Vergüenzas al descubierto


Los ciudadanos somos, como siempre, una fuerza de trabajo a los que tras ofrecernos unas migajas en forma de salario se nos exprime por todos los medios.

No contentos con ello, los que se encuentran en posiciones dominantes, política o económicamente, se benefician de forma impúdica. Así vemos cómo políticos sin escrúpulos se saltan las normas acordadas.

Olvidan que en una democracia el acatamiento a la ley y las normas es fundamental. No, no lo olvidan, sencillamente se creen que ellos están por encima del resto de los ciudadanos. Llegan a autoconvencerse de que su trabajo público, además de un buen salario, lleva consigo todo tipo de prebendas.

Vemos, con renovado estupor, como se desgañitan para explicar eso de saltarse el turno para vacunarse. En el caso de los militares no hay nada que explicar, primero los oficiales, empezando por los de más alto rango.

Por si estas pequeñas-grandes miserias no fueran suficientes, nos enteramos que la Unión Europea se pliega a los criterios de las farmacéuticas. La UE, los Estados, han puesto un dineral para acelerar la investigación, pero no sabemos cuanto. El precio acordado por dosis les parece poco y ahora las farmacéuticas le están haciendo chantaje. Se saldrán con la suya.  

Al parecer la comisión europea firmó unos contratos muy deficientes. Deben ser tan vergonzosos que los eurodiputados que han podido verlos, unos pocos, lo hicieron con medidas restrictivas y sin posibilidad de explicar su contenido. No es la primera vez que sucede.

¿Qué contienen para no ser públicos? ¿Cómo es posible que la UE firme contratos o acuerdos que los ciudadanos no podemos conocer?

Las críticas se reducen a muchos insultos en las redes sociales y poca reflexión crítica. Los partidos políticos apelan a las tripas y el personal se parapeta mientras todo sigue de mal en peor.

Esta puñetera pandemia está dejando al descubierto todas las debilidades de nuestras democracias y las carencias de los partidos políticos y sus representantes. Pero no nos equivoquemos, la democracia es lo mejor que tenemos. Hay que mimarla y mejorarla.

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