Los políticos emplean un lenguaje
vacío cuando no quieren comprometerse o cuando no tienen ni idea de lo que
están hablando. A mayor responsabilidad más vacuidad. Una entrevista, con las
preguntas adecuadas, puede sacar a la luz lo que permanecía en las sombras.
Laura Martín Murillo, directora
del Instituto para la Transición Ecológica, puso algo de luz en la repercusión
de la transición ecológica en el suroccidente asturiano. El 5 de septiembre de
2021 La Nueva España publicó una
entrevista de José Luis Salinas a Laura Martín. Las respuestas fueron
clarificadoras. Vean si no.
Para la directora del Instituto
para la Transición Ecológica la recuperación de las minas de cielo abierto en
el suroccidente asturiano es ilusionante ya que solucionará un problema. Las
actuaciones supondrán una inversión de 82 millones de euros. Con ese dinero van
a realizar maravillas como proyectos de infraestructuras en Cangas del Narcea,
Degaña, Ibias y Tinéu, relacionados con la mejora de la eficiencia energética y
la instalación de fibra óptica en los polígonos industriales.
No tenemos que olvidar que esos
espacios tenían que haberlos recuperado las empresas explotadoras de los
yacimientos. No fue así. En el caso de Buseiro con un poco de césped
ventilaron. Hoy tenemos empresas que están afuracando
el suroccidente para localizar oro y Tapia de Casariego está en las miras de
esas empresas devastadoras. Sí les conceden permisos de explotación ya sabemos
cual va a ser el resultado final.
La señora directora seguro que se
quedó encantada con eso de la fibra óptica, pero… Mire directora, nos está
vendiendo algo que no es novedad. Me explico.
Lo de la fibra óptica no es de
ahora, tardó pero no nos lo venda cómo iniciativa novedosa. En abril de 2015
nos informaba La Nueva España que
medio centenar de empresas del polígono de La Curiscada (Tinéu) dispondría en
agosto de ese año Internet de alta velocidad. El 4 de noviembre de 2015 la RTPA (Radio Televisión del Principado de
Asturias) informó que el Polígono de la Curiscada ya estaba conectado a la red
de fibra óptica Asturcón. El Comercio,
el 7 de noviembre de 2020, nos contó que con fondos mineros se iba a instalar
fibra óptica en el polígono industrial de Tebongo (Cangas del Narcea).
Mencionaba también a Degaña e Ibias donde se invertirían 897.000 euros para
mejorar el acceso a Internet a través de la compra pública innovadora.
Doña Laura pero ¿qué nos está
vendiendo?
La señora Martín Murillo confirmó
algo que sabíamos: «se ha negado públicamente lo que todo el mundo sabía que
iba a suceder». A saber, que el cierre de las minas y térmica de Soto de la
Barca (Tinéu) se iba a producir. Pues sí, lo sabían los alcaldes, los
presidentes asturianos, los diputados autonómicos, los nacionales ¿hicieron
algo? Nada.
Aunque esta confesión, me da a
mí, no es fruto de un acto de transparencia sino más bien de dejar claro que
ellos, el gobierno central, vienen a aportar soluciones donde otros no pudieron
o supieron.
La buena de Laura Martín ve en la
prensa que Asturias está mejorando económicamente y dice en esa entrevista «me
parece que la descarbonización no le está sentando mal a Asturias» ¡Menudo
cuajo tiene! Tengo la sensación de que lee lo que le interesa o que no conoce
la realidad asturiana, lo cual es mucho peor. Si no conoce la situación social,
económica, demográfica, etc. es imposible que pueda plantear soluciones a los
problemas que tenemos. Les recuerdo que es la directora para la Transición
Ecológica.
Nos habla de los proyectos que plantean
las industrias electrointensivas para tranquilizarnos y a renglón seguido nos
dice que eso no implica que tenga un impacto directo en las personas y el
territorio. Traducido significa que esas industrias serán un chollo para las
empresas pero sin repercusión en el empleo. Cosa que ya sabemos.
José Luis Salinas le pregunta que
harán para revitalizar los entornos de la térmica de Soto de la Barca y Lada
(Langreo), la respuesta es deprimente. Para Tinéu tendrá que ver con el sector
primario, el turístico o la industria agroalimentaria, lo cual es no decir nada
o peor aún, no tienen ni idea. Nada industrial o tecnológico. Producción
lechera, madera, algo de agroalimentación y peregrinos, ahí tenemos nuestro
futuro. Es decir, lo que tenemos y ya sabemos el resultado: envejecimiento de
la población, emigración y escasez de empleo. Tineo, por ejemplo, en los
últimos diez años ha perdido entre 240-250 habitantes por año entre defunciones
y emigración. El resto de la comarca se encuentra en una situación similar. Penoso.
Langreo no sale tampoco muy bien
parado. Laura Martín habla de identificar proyectos que diversifiquen la
economía local. ¿Mande? Ni idea, no tienen ningún proyecto.
Respuestas desoladoras. Ni había
ni hay nada proyectado. Están a la espera de lo que hagan las empresas
privadas, las administraciones no tienen nada que aportar.
La directora para la Transición
comprende, e incluso comparte, las críticas al retraso de proyectos. ¡Qué
solidaria se muestra! Pero señora Martín, en esta misma entrevista reconoció
que los problemas se conocían desde hace tiempo, se está usted delatando ya que
tampoco han hecho nada de nada.
Han sido unos ineptos e
incompetentes, así, sin paliativos.
El periodista le preguntó sí
Asturias es una de las comunidades más afectadas por la transición y la señora
Laura Martín ¿qué respondió? Antes de conocer la respuesta, permítanme que les
recuerde que anteriormente había dicho que le parecía que la descarbonización
no le estaba sentando mal a Asturias. Vuelvo a la respuesta sobre sí Asturias
era de las comunidades más afectadas. Soltó un rotundo «Así es» y siguió con
«Asturias es la comunidad autónoma en la que se han unido los impactos del
final de la minería, el final de la generación con carbón y una industria muy
intensiva en el uso de energía» Dicho y escrito queda.
Laura Martín afirmó que la
transición energética no significará pérdida de empleos y que se recuperará el
nivel de 2018, que esperan mejorar. De momento se han perdido unos miles de
empleos en el suroccidente asturiano, en el resto de la comunidad imaginen.
La entrevista ha sido muy
esclarecedora. Van a invertir 82 millones en el suroccidente asturiano para
rehabilitar los destrozos de la minería a cielo abierto. Reconoció que se sabía
hace tiempo, años, lo que iba a pasar: cierre de minas y de las térmicas de
Soto de la Barca (Tineo) y Lada (Langreo). No supo concretar que proyectos se
van a realizar en el suroccidente, en Langreo tampoco.
Más contenta que unas castañuelas
se debió de quedar doña Laura Martín Murillo, directora del Instituto para la
Transición Ecológica. Yo me quedo tan desolado cómo estaba. No esperaba nada y
esta buena señora nos lo ha confirmado. Todo va a quedar en manos de las
empresas de producción de energía que harán lo que les de la gana.
El presente del suroccidente
asturiano está jodido, el futuro no presenta nada bien. Gracias por nada.
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