3 ago 2016

Las inquietudes de un indolente


Se desperezó. Abrió los ojos. Desconcertado miró a un lado y al otro. Sonrió. Estaba en su cama, en su casa.

-        Buenos días, presidente.
-        Buenos días. ¿Llegó la prensa?
-        Tiene el desayuno preparado. Sí señor.
-        ¿Los dos?
-        Sí, señor presidente, el As y el Marca.
-        Buenos días, presidente.
-        Buenos días nos de Dios, Moraguitas.
-        Presi, hoy tenemos un día complicado.
-        Tranqui, Moragui. ¿Quién ganó la etapa de ayer en la vuelta a Burgos?
-        Presi, no me jodas.
-        Señor presidente, se le enfría el café.
-        Voy, Manolo. Gracias.
-        Hoy dormí cojonudamente, Mori. Cómo un bebé: nueve horitas.

Son las diez de la mañana y sol aprieta. Madrid se llena de turistas y los madrileños, los que pueden, salen pitando de ella.

-        Menuda faena, con las ganas que tengo yo de unas buenas mariscadas y mira,  aquí currando.
-        Ya, ya, presi. Anímate, ya verás, en unos días volvemos a la normalidad.
-        ¡No veas las ganas que tengo!
-        Manolo, tráeme un poco de leche fría. Moraguitas ¿no quieres unas porras?
-        No, Mariano. Tengo aquí el dosier de prensa.
-        No me jodas, déjame desayunar en paz. Acabo con estos y luego ya me pongo con eso. Mejor, hazme tú un resumen.

Un poco más allá de la mesa presidencial hay una televisión. Está sintonizada en el canal de Teledeporte. A su lado hay otra conectada a Eurosport. El presidente no da abasto. Controlar dos periódicos y dos teles al mismo tiempo requiere concentración y mucha práctica.

-        Manolo ¿Elvira está bien?
-   Sí presidente. Hizo su tabla de gimnasia, leyó la prensa y ahora… pues no sé qué está haciendo,señor. ¿Se lo pregunto?
-        Deja, no la moleste. ¡Qué mujer! Me estresa con tanta actividad.
-        ¿Y los niños?
-        Jugando. Hace más de dos horas que se levantaron.
-        Salen a su madre.
-        Presi, por favor…
-        Moragas, espera carajo.
-        Hoy tienes varias reuniones. Acuérdate de llamar a la Zarzuela y decirle algo…
-        ¡No tengo ni un minuto de sosiego! Todo el país descansando y yo aquí, achicharrándome.

No hay nada como empezar el día con un buen desayuno. Alimentos sanos, masticar mucho y hacerlo con calma es importante para afrontar la jornada. Lo recomiendan los médicos.

-        Presi ¿acabaste? Son las doce. Venga ¡ánimo! al tajo.
-       Vale, Moraguitas. Pero no me apures. ¿Hoy dónde vamos a tomar una cañita?

Se levanta con cara de resignación. Da un paso y sus brazos adquieren brío. Su caminar nos indica que es un hombre activo, de carácter. Por eso es el Presidente.

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