Pues nada, tenemos que
alegrarnos. Por fin el suroccidente asturiano tiene una UVI móvil. Hasta ahora
era la única área sanitaria sin ese servicio. Años de reclamación fueron en
vano. Las protestas de los vecinos han debido preocupar al gobierno y de ahí la
solución a la discriminación. No nos engañemos, no ha sido por voluntad propia.
Aprovechando la visita de Barbón
para presentar esa UVI,ante el hospital comarcal Carmen y Severo Ochoa, ealizó
unas declaraciones de su compromiso con la comarca. Encantado, sí señor, quedé
encantado.
Por cierto, he visto una
fotografía en la que aparecen en el interior del nuevo vehículo Raquel
Rodríguez, jefa de la Unidad de Coordinación de Urgencias y Emergencias
Sanitarias; el consejero de Salud, Pablo Fernández; el alcalde de Cangas del
Narcea, José Víctor Rodríguez y Adrián Barbón, a la sazón presidente de
Asturias. El alcalde cangués dejó a los otros munícipes comarcales fuera de
plano. ¿Habilidad o cuestión de tamaño? ¿Torpeza de los demás? Ahí lo dejo.
Veamos que cositas lindas nos
dejó caer el presidente.
Afirmó que trasladó a la ministra
de Transportes, Raquel Sánchez, la exigencia de que el Gobierno central «se
comprometa» con la financiación de la autovía Oviedo-La Espina.
Pues gracias, señor presidente,
pero llega con un poco de retraso. Ocupa el cargo de presidente del Gobierno de
Asturias desde 2019 ¿y se acuerda ahora? Parece que su «exigencia» es fruto del
cabreo vecinal. Cuando se produjo la fana
(argayo) en Casazorrina usted se calló. Los vecinos y los alcaldes pedimos su
intercesión y la callada fue su respuesta. ¡No venga ahora con historias!
Hubo otro silencio clamoroso, el
del Presidente de la Junta, Marcelino Marcos, ex alcalde de Tineo. Muy en su
línea. Cuando intuye que abrir la boca o presentarse en algún sitio le puede
acarrear problemas huye despavorido. Pero tranquilos, el presi dixit y en poco tiempo saldrá él a
respaldar. Al tiempo.
Barbón calentó la boca y no tuvo
problema en afirmar que hay «un compromiso histórico con el Suroccidente de los
gobiernos regionales». Pues vaya que sí. ¿Cómo lo demostró? Poniendo el ejemplo
de la creación de los hospitales comarcales, entre los que se encuentra el
Carmen y Severo Ochoa. Vale, muy bien. Pero hay un pequeño detalle, señor
presidente, usted se refirió a un servicio público que se inauguró el 27 de
junio de 1986. Ya llovió, señor presidente. ¿Y de allí para acá? Pues no puso
más ejemplos, de relieve, por que no los tiene.
Me tranquilizó cuando se
comprometió a recuperar «ese espíritu» que hizo posible ese hospital. Y yo,
cándido de mí, me pregunto ¿dónde dejaron «ese espíritu», señor presidente?
Está reconociendo que lo perdieron o lo olvidaron por el camino. Ni más ni
menos.
Ya lanzado no pudo parar. Seguro que
muy ufano certificó que «en mí y en el Gobierno de Asturias van a tener a su
mejor aliado».
Pues oiga, señor presidente,
cuando le pedimos su ayuda usted no hizo ni puñetero caso, ¿qué clase de aliado
es usted? Me da la sensación que en esto se parece más a los diputados de UPN.
¡Y venga alegría! Es que cuando
se pone se pone. Le pareció «inaudito e insólito» lo que está ocurriendo con el
puente de La Barrosa.
Otra que tal le baila, señor
presidente. Hasta ahora, que parece que las obras van adelante y llevamos así
desde el 3 de agosto, usted calladín que es lo mejor… para usted, claro.
Cierra con un enfático «Nuestra
apuesta por el Suroccidente de Asturias es inequívoca».
No me puedo reprimir y aplaudo a
rabiar.
Señor presidente, don Adrián
Barbón, no nos venga ahora con estos cuentos, no son creíbles. El suroccidente
asturiano acarrea problemas endémicos que se han acentuado con el cierre de las
minas y la térmica de Soto de la Barca (Tinéu). El envejecimiento de la
población y la emigración no son problemas de ayer. Las deficiencias en las
comunicaciones terrestres son cosa añosa y rancia. Las comunicaciones digitales
se nos antojan ciencia ficción.
No, señor Barbón, del presidente
Pedro de Silva en adelante no ha existido un compromiso con esta enorme y
hermosa comarca. La han visto empobrecerse en todos los ámbitos y no han movido
un dedo. Usted no es la excepción. Hemos visto los Presupuestos Generales del
Estado y los de Asturias y en ninguno de ellos existe un compromiso con el
suroccidente. Los compromisos que no se concretan presupuestariamente se los
lleva el viento, en nuestro caso son vendavales y será por eso que nos quieren
llenar esta tierra de parques eólicos.
Bienvenida se la UVI móvil y para
lo demás seguiremos esperando y de vez en cuando cabreándonos.
Que le vaya bien y bonito, señor
presidente.
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