25 jul 2022

Goldman y Gahalowood en busca del asesino de Alaska Sanders



  Buscan un asesino y se encuentran con… para saber con qué se topan Marcus Goldman y el sargento Perry Gahalowood en El caso de Alaska Sanders, de Joël Dicker, tendrán que leer el libro.
  Esta última novela de Dicker forma parte de la serie integrada además por La verdad sobre el caso de Harry Quebert y El libro de los Baltimore. No se trata de una trilogía propiamente dicha y no hay problema para leerlos de forma independiente. Según el autor, es una serie de tres libros que comparten personajes.
  En los últimos tiempos autores que venden mucho escriben trilogías, es a todas luces una estrategia comercial para fidelizar lectores y aumentar los ingresos.
  En El caso de Alaska Sanders hay un montón de referencias a La verdad sobre el caso de Harry Quebert, pero hay suficientes datos para que eso no suponga un lastre. Tantas referencias a ese anterior libro me parecieron exageradas. Esas citas de otros libros del autor se están convirtiendo en algo normal, ya lo he visto en varios novelistas. ¿Autopromoción?
  Marcus Goldman, Perry Gahalowood y Harry Quebert regresan a la escena, si bien Quebert es casi una presencia fantasma. Marcus Goldamn es el alter ego de Joël Dicker. Bueno, tal vez sea mucho decir. No tengo elementos para afirmarlo, aunque en la novela Goldman es el autor de La verdad sobre el caso de Harry Quebert. ¿Autobombo?
  El autor fragmenta la historia, da pistas falsas, hay varias historias entrecruzadas y desplazamientos atrás y adelante en el tiempo, así consigue captar la atención de los lectores. Poco a poco va desbrozando el camino y las cosas se van aclarando. Cuando el lector cree que ya está todo solucionado deja un cabo suelto y ahí se produce el último giro y el final resulta inesperado. Intriga hasta el último momento.
  Joël Dicker volverá a vender millones de ejemplares en el mundo. No va a pasar a la historia de la literatura y casi seguro que le importa muy poco.
  Es un libro entretenido, ligero, te embarcas en la lectura y te dejas llevar. No hay que buscarle más ni pedirle más, al menos yo. Una lectura adecuada para estos días de verano en los que algunos se aburren.




 

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