Por favor, no me flageléis más que ya
tuve bastante. En un acto de masoquismo, en varias fases, todo de golpe
imposible de digerir, escuché los discursos de IDA, Feijóo, Aznar, M. Rajoy y
Tellado en el 21 Congreso del PP.
Lo de mí querida IDA es alucinante. O lee,
mal, o no sabe dar un discurso mínimante coherente. Alguna vez quiso salirse
del texto, se perdía. No me cabe duda de que su mente sufre cortocircuitos. Se
queda alelada, con la mirada perdida como si no supiese lo que hace ni donde
está. Intenta ser graciosa y resulta chusca, chabacana a la par que faltona y
maleducada. Ignorante no hace falta recalcarlo. Imagino que algunos de los
presentes se avergonzarían, casi no tengo dudas, son como son, pero no todos
son como ella, muchos sí, todos no.
Su discurso fue el de siempre: Sánchez,
Sánchez, Sánchez. Debió recibir órdenes tajantes de sus jefes, entre los que no
está Feijóo, para que no metiese la pata y jurase fidelidad al gallego. Es
torpe, pero no tanto como para creerla.
No le dedico más líneas, nada nuevo. Tras
tragarme todo lo que escupió, no se puede definir de otra manera, salió a la
palestra el recién elegido, que no reelegido, Feijóo. Aviso, también me lo pape
enterito. Sí, es cierto, tenía ganas de emociones fuertes y esta gente me pone
a tope. Consiguen poner mi cerebro en alerta roja.
Ayer estaban que no les cabía una alfiler por
el culo, sobre todo a Feijóo.
Un inciso y luego sigo. Recuerdo a quienes
esto leyeren que el día anterior, me dejaron tan p´allá que me confunden, no,
no soy Dinio, no me jodan, que me zampé lo vomitado por… redoble de tambor,
Tellado. Se lo juro por el jesusito, un niño que conozco. Eso sí fue duro. Ese
tipo no defrauda, consigue sacar lo peor de mí. Por cierto, Tallón, en La
píldora de Tallón en A vivir que son dos días, hizo un breve retrato de
él que lo clavó. Merece la pena escucharlo. Los que me leéis alguna vez ya
estáis al día de mi predilección por IDA, nunca, nunca me defrauda, aunque cada
vez gana más puntos ese elemento.
Otro que me va encandilando es Sémper, con su
estilo más suave y moderado, pero cargado de veneno. Tellado y Sémper hacen de
poli tonto y de poli listo pero ponzoñoso como una serpiente.
A lo que iba, Feijóo. Hubo quien dijo que dio
un gran discurso, léase Lucía Méndez. Lo siento, señora, no estoy de acuerdo.
Feijóo hizo un discurso vago, es verdad que
tampoco puede explicar mucho en ese contexto, menos mal, podía ser mucho peor.
Hay que tenerlo muy en cuenta. Lo va a revisar todo, ya sabemos para qué.
Explicó, someramente, diez puntos. Bajará los impuestos ¿a quién beneficiará?
No son necesarias explicaciones. Bueno, solo una. Lo que para la mayoría de los
ciudadanos pueden ser unos euros o decenas de euros, para los más ricos serán
miles, sí, miles de euros. No lo pongan en duda, saben que es verdad. No hagan
el gilipollas.
Más. Mantendrá las pensiones y las
prestaciones sociales. ¿Cómo lo hará? De eso no dijo nada, faltaría más.
De lo de llegar al cinco por ciento para la
OTAN no se mojó. Eso sí, él cumplirá los compromisos. ¿Significa que hará caso
a Trump? Agarrémonos que vienen duras.
Solo pondrá una línea roja a Bildu, con los
que no piensa ni hablar. Ah, con el «exiliado» en Waterloo no puso ninguna
pega. ¿Me lo explican, por favor? ¿No habían dicho que uno de los males
malísimos fue que Sánchez pacto con el Puigdemont? En fin. Para que no quepan
dudas, va a hablar con Vox ya que es la tercera fuerza política y sus votantes
merecen respeto. Pues vale.
Vosotros mismos a la hora de meter la papela.
Cuando habló de la emigración utilizó los
mismos argumentos que Vox, los legales son bien recibidos, los ilegales…
¿Tomará las mismas medidas que Trump o Meloni? El respetable, perdónenme la
expresión, se levantó de las sillas para aplaudir con gran entusiasmo. ¿Queda
claro lo que piensan? Seguro que sí. No lo olviden.
Respecto a la violencia machista no hay que
diferenciar, la violencia es violencia y no hay que culpabilizar a los hombres.
Más aplausos enfervorecidos. ¿Les suena? Claro, Vox puro y duro.
No hay dudas, que no las hay. Lo han
confirmado públicamente en su congreso, están en la extrema derecha, para
muestra estos botones. Se han quitado la careta del todo.
Otro que dejo ya.
Tengo más, entiéndanme, por favor. Tómenlo
como un acto de valentía, estúpida, pero valentía, aunque no sé para qué. Perdón.
Escuché a Aznar. Leísteis bien, Aznar. Tenía
las tripas revueltas y en la cabeza la neurona no paraba de girar, así que
decidí oírlo a trozos, fue suficiente. Cada día va de más sobrado, sí, parece
imposible pero es cierto.
Ese muñeco amojamao, no me dirán que
no lo parece, no despega los labios. En ocasiones me pasa por la cabeza que de
su boca saldrá una lengua bífida. Mucha serpiente en ese barrio. Habló, sin
inmutarse, lo cual es lo suyo, de socialistas y robar. Vale, por lo que sabemos
hay chorizos, pero mamina, ¿hay que recordar a los ministros que tuvo y que
pasaron por el juzgado y alguno por la cárcel? Tampoco recordaré, bueno, un
poco si, la boda de la hija en El Escorial; los negocios del yerno o los
cambalaches de su esposa con el parque de viviendas públicas. Por recordar
podría mencionar sus negocios con Gadafi. Joder con el revenío. Se
refirió al saneamiento de instituciones dañadas. ¿Hablamos de jueces y
fiscales? ¿Y de la guerra en la que metió al país?; ¿del Prestige?; ¿del Yak 42?; ¿de la dana de
Valencia? ¿o las residencias de ancianos de Madrid? No, para qué, todo se sabe.
Tiene bemoles que hable de saneamiento cuando está de mierda hasta arriba.
Tuvo un detalle que no debió pasar
desapercibido a todos. Tiene claro que Feijóo no va a sacar la mayoría absoluta
para gobernar en solitario. Lo dijo él, no yo.
Venga, para los que tenéis alguna duda, Aznarín, que no Jenarín, os
sacará de ellas. No tuvo problema en afirmar que van a necesitar una coalición
fuerte y unida aunque tenga voces distintas. Lo dijo dos veces, para que nadie
rechiste más adelante si tienen la oportunidad de gobernar. ¿Imagináis con
quién? Pues eso.
No te preocupes chiquitín y feusquín, perdón,
que feusquín ni qué leches, ye feu como´l solu, sois la misma voz, sois
iguales a Vox.
Quiere arreglar los destrozos y ya sabemos
como lo harán, como lo hizo él. Los dioses se apiaden de nosotros.
Tenía ganas de decir algunas cosas, y las
dijo. Palabra del aznarísimo, con el permiso de El Gran Wyoming.
Di fin al sufrimiento con M. Rajoy. Fue
breve. Otro que no se cortó a la hora de hablar de corrupción y afirmó, con voz
firme, todo lo firme que lo puede hacer, que ellos sí que lucharon contra la
corrupción. Así, con dos cojones. Disco duro, martillazos; caja B; sobres; sé
fuerte Luis; policía patriótica; hilillos… uf, cansino y sin gracia.
No os someto a más suplico, ya sufrí yo
suficiente. Hubo un detalle que no me pasó desapercibido, bueno, dos. Feijóo
creo que no lo mencionó, no lo puedo asegurar, pero en todo caso nada comparado
con Aznar. Al final del discurso del jefe, con el permiso de IDA, una imagen
rápida y no vi a M. Rajoy aplaudirle. Es más, estaba colorado, tenso. Uyyyy.
Por mi parte fue un acto de heroicidad, lo
afirmo, heroicidad. Les confieso que luego tuve que tomar cuádruple dosis de
Almax y todavía mi estómago se resiente.
No se ponen colorados por nada. Mienten,
mienten, mienten y sus hooligans les aplauden a rabiar. Los hechos, ahí están
las hemerotecas, les desmienten por
mucho que lo nieguen y haya miles de ciudadanos que se lo traguen. No hay
racionalidad, tienen instintos primitivos en los que predomina el odio hacia
los diferentes. No sé como pueden vivir así.
Que nadie se equivoque, están en la extrema
derecha.
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