¿Gestión pública o privada?
¿Mejor lo privado, peor lo público? ¿Más cara la gestión pública que la
privada?
Todas ellas son preguntas
retóricas de tanto repetidas. En este asunto las posturas son casi herméticas y
las generalizaciones no son buenas.
Si hablamos de sanidad, educación
o servicios sociales pueden coexistir, según lo veo yo. Otra cosa es que con
dinero público financiemos una sanidad o educación elitista al alcance de unos pocos.
Esa que se la pague el que pueda. La inmensa mayoría de los ciudadanos queremos
buenos servicios y que se paguen con nuestros impuestos, los de todos.
Las administraciones no deben
ponerse a fabricar acero, teléfonos o producir energía, por mencionar algunas,
pero hay empresas que solo saben hacer negocio con lo público.
Hace ya muchos años que, por
ejemplo, los ayuntamientos han puesto en manos privadas la gestión de servicios
públicos. ¿Motivos? Según los políticos que los privatizaron -nada de
eufemismos como externalización y demás zarandajas- lo hicieron para mejorar el
servicio a los ciudadanos.
Lo sabemos, lo han hecho alcaldes
de PP, del PSOE y del resto de los partidos políticos. En esto, como en otras
muchas cosas, todos iguales.
Hay un bien público que muchos
han privatizado: el agua. Ahora parece que existen propuestas de remunicipalización, pero ese va a ser un largo y costoso camino, por no decir
casi imposible.
Asturias no ha sido ajena a esta moda. Tal es así que una empresa gestiona el agua de 18 ayuntamientos:
Aquagest. Bueno, ya no, ahora se cambió el nombre por el de Asturagua. Que no
les confunda, no es una empresa asturiana.
Aquagest -Asturagua- pertenece al
grupo Aguas de Barcelona (Agbar), que también ha cambiado su nombre por el de
Aquadom. Esta empresa opera, con otras denominaciones, en Baleares, Canarias,
Murcia, Comunidad Valenciana, Extremadura, Cantabria, País Vasco, Navarra, La
Rioja, Aragón y Galicia.
Uno de sus directivos dijo en
Castilla y León, donde también renombraron la empresa, que nacía “con unos
valores que se basan en la vocación de prestación de servicios en el ámbito local”.
Fíjense si lo tienen claro que en
sus rótulos ya ponen: Asturagua servicio municipal de aguas. Dicho quedó y
claro está. Es una empresa que quiere gestionar un bien público para obtener un
beneficio empresarial privado.
¿Desde que esta empresa gestiona
nuestra agua los vecinos pagamos más? Sin duda. ¿Hemos mejorado el servicio?
Sí, cuando los ayuntamientos hacen una reforma integral de una calle se procede
también a construir un nuevo saneamiento. ¿Y la empresa? Está encantada. A más
arreglos de calles menos gastan en mantenimiento.
No estoy hablando de grandes
ciudades, les hablo de pueblos como Tineo, Cangas del Narcea, Grado o cientos
de ellos en toda España. Tres, cuatro trabajadores, una red no tan complicada y
los ayuntamientos no han sido capaces de gestionarla. No es cuestión de
complejidad.
Lo mejor de todo esto viene
cuando nos suben las tasas municipales alegando que no se cubren los gastos. ¿Quién
no los cubre? ¿Será cuestión del beneficio empresarial? Me parece a mí que sí.
Además, si la administración del agua produce beneficios ¿a qué esperan los
ayuntamientos para recuperar su gestión? Con las deudas que tienen ya pueden
mirar hasta por el último céntimo.
Eso sí, nuestros alcaldes
hablarán del estímulo a las empresas locales. Las cuales no consiguen una
adjudicación ni de broma. No podemos olvidar que son concursos públicos donde
las empresas compiten en igualdad de condiciones. Lo dice la ley.
Llegados aquí habrá quien pueda sacar a relucir la “Operación Pokémon” o algún problemilla en Avilés, Grado o
Cangas del Narcea. Yo no lo haré.
En fin, cosas que pasan.
Otras empresas van copando los pequeños negocios municipales.
La gestión de la ORA –vamos, el
aparcamiento de pago- está pasando también a manos de grandes empresas.
En Tineo una pequeña empresa
local fue desbancada por EYSA, que nació como filial de Fomento de
Construcciones y Contratas (FCC), y que en 2011 fue vendida a dos fondos de inversión
internacionales.
¿Ven? ¡abriendo fronteras!
Eso sí, no busquen una sede de
esta empresa en Tineo, no la tiene. Por cierto, su famosa mejora del servicio con la implantación del pago con tarjeta
se reduce a una tarjeta de prepago. Nada de tarjeta de banco. Usted se compra
una tarjeta que puede recargar. Encima les adelantamos el dinero. ¡Olé!
Todo por nuestro bien.
Empresas privadas están gestionando
unos servicios públicos que les dan beneficios, que no suponen mejora ninguna
para los ciudadanos y que para más inri
nos salen más caros.
Estoy seguro de que a los
trabajadores les pagan bien, no lo dudo.
Podría hablar de la gestión de
bancos, empresas de construcción, de Arcelor o Tenneco. Tampoco me acordaré de
Gerardo Díaz Ferrán, ni de Arturo Fernández, vicepresidente de la CEOE, y
tantos otros.
Ya saben: para muestra un botón.
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