3 ago 2009

Ni fecha en el calendario


Ya lo dijo Simón Díaz ”quererse no tiene horarios ni fecha en el calendario“ y así lo demuestran, un año sí y otro también, los participantes en el Concurso de Cartas de Amor para Personas Mayores que organiza la Residencia “El Mirador” de Tineo.

Ya andan por la octava edición y las ganas de contar vivencias de amor no cesan. Los viejos de estos lugares, ellos no se andan con eufemismos, reconocen que sus pasiones siguen ahí, están intactas. Las fuerzas físicas les pueden fallar, el cuerpo les puede jugar malas pasadas, pero mientras la cabeza “funcione”, el “caballo podrá ser viejo y cansado” pero el “quererse no tiene horario ni fecha en el calendario”. Lo tienen muy claro, vaya que sí.

Hoy daría mi vida por poder abrazarte... Me muero por dentro, me muero de amor, por sentir tu presencia, tus palabras de aliento. ¿A quién no le gustaría despertar estas pasiones?. Estas palabras de amor, amor con mayúsculas, se las dedica Visitación Rodríguez Fernández, ganadora del primer premio de este año, del Centro Social de Personas Mayores de Luanco, al esposo ya fallecido. Visitación recuerda en esta ficción las últimas palabras del esposo tranquila mi amor, yo voy delante para organizarlo todo. Así, sin estridencias. Palabras dichas con la fortaleza que da el reconocer lo inevitable de la muerte, pero al mismo tiempo, llenas de ternura para quien se queda. Todo un canto al recuerdo enamorado para la persona con la que se convivió. ¿Es realidad o es ficción? Es sentimiento de amor, eso es innegable.

Pero no solo hay amor de pareja. Otilia Fernández González, del Centro Social de Personas Mayores de Luanco, ganadora del segundo premio, recuerda a su abuela: tengo casi la misma edad que tú cuando te fuiste, y en el día de hoy mis prendas de vestir son de colores atrevidos y hasta uso algunas prendas masculinas. La vida ha cambiado, pero los años no les han impedido adaptarse a estos tiempos. No importa como les veamos los demás, ahí están aguantando las embestidas del tiempo y su experiencia les da tranquilidad para soportar los envites de la vida. Si cambia la moda, ellos cambian el modelo, no hay problema. Guardan la ropa vieja en el fondo del armario, pues quien sabe ¿y si vuelve a ponerse de moda otra vez?. Una abuela que sigue amando a su abuela.

El amor no cesa, pero los miedos siempre le acompañan. Temo al dolor, ese es el título de la carta que ha obtenido el tercer premio escrita por Eduardo Fernández Rodríguez de La Granda, Luarca. Tan sólo tengo miedo de que las palabras las lleve el viento y sea en realidad a otro al que tú dedicas tu amor.

Realidad, imaginación, que más da. Lo único que importa es que estas personas llevan el amor en su corazón. Pero no han estado solos, otras 99 han participado en este concurso que año tras año se consolida.

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