Hoy el pintor tinetense Manuel García Linares, lo tuvo difícil. Tenía que explicar que era la pintura y hacer una demostración de sus cualidades. Entre el público se encontraba algún futuro artista también de renombre. No lo tenía fácil y la plaza era verdaderamente complicada. El respetable, aunque sin muchos conocimientos artísticos, era severo y además no se atraía su atención así como así. Manolo Linares entró sobrado, su trayectoria profesional le respalda y avala, pero cuando vio tanta paleta junta y tantos ojos fijos en él, probablemente su seguridad se tambaleó.
El público, compuesto por alumnos del colegio El Pascón de Tineo, tenían entre tres y cinco años. La expectación creada era mucha y algunos de ellos estaban preparados para pedirle al artista de Navelgas un autógrafo.
La iniciativa partió de la Biblioteca Escolar que planteó realizar cada trimestre una actividad en la que se viera involucrado todo el colegio, alumnos y profesores. En estos meses la propuesta fue el mundo del arte, y que mejor representación que la del artista Manolo Linares.
Los niños, en colaboración con sus padres, buscaron información sobre el pintor que luego recogieron en paneles y dibujos. Incluso más de uno, no tuvo ningún pudor en copiar con descaro al artista; los resultados del plagio pueden comprobarse en los pasillos del colegio.
Linares llegó con su caballete, pinturas y lienzo en blanco. Las musas tuvieron que vencer su timidez y aflorar ante tantos ojos expectantes. ¿Le pedirán que pinte un caballo? ¿un árbol? o... y si le llegan a pedir un casiquesicasiqueno; en menudo lío se metieron Manolo Linares y los maestros de El Colegio El Pascón. El artista se enfrentaba a la imaginación en estado puro.
El próximo día 26, el pintor que no escarmentó, volverá y dedicará todo el día a los alumnos de más edad de este colegio.
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