Promesas, compromisos de gastos,
candidatos bailando o cantando – haciendo el ridículo -; futuras promesas
mediáticas – o rancias – babeando niños; publicidad escrita, radiofónica,
televisiva o vía redes sociales. Encuestas – de todo tipo y condición –;
donaciones para las campañas – nunca publicadas-. Dinosaurios volviendo a los
mítines. Banderas, banderines y militantes enfebrecidos. Melodías pegadizas –
que al final casi todos confundimos-. Recintos cada vez más pequeños para
mitinear- ¿quiénes son los guapos que se atreven hoy con un campo de fútbol?
¡Qué tiempos aquellos!-.
Estamos de campaña ¡qué bien!
El año 2015 será el de las
promesas permanentes y la desmemoria colectiva. Los candidatos – todos los
candidatos – ofrecerán ocurrencias y mientras más exageradas mejor. ¿Qué se
hace una obra y hay que poner esculturas en vez de pilares? Pues se hace.
¿Venga, quién da más? Tranquilos, ya saldrá quien lo haga.
La feria de los despropósitos ha
comenzado.
Tenemos una red viaria
intransitable, y aún reconociendo que es una de las más amplias, la quieren
aumentar. ¿Criterios? Pues no los sé. ¿Dinero para pagar y mantener todos esos
kilómetros de carreteras? Sí, eso sí que sé de dónde salen: más préstamos – más
deudas-.
Siguen sin racionalizar las
inversiones. Joder, no hay forma de que se les meta en la cabeza que no se
trata solo de más, más y más. Estamos hartos de ver como muchas
infraestructuras, de todo tipo, se caen a pedazos o se infrautilizan. ¡Ya está
bien!
Es el momento de que los
ciudadanos “pidamos” lo importante. Olvidémonos del todo gratis – no existe-.
Introduzcamos el sentido común y seamos capaces de discernir entre lo
importante y lo accesorio. Las ocurrencias las pagamos muy caras.
Ya está bien de AVEs, de polideportivos monstruosos, museos y centros de interpretación. ¡Basta ya!
Quiero sanidad, educación,
cultura – con dignidad y equidad - y que nos mantengan lo que tenemos en buen
estado. Ya vale de grandonadas.
Tenemos que decir NO a las putas
ocurrencias de aquellos que quieren obtener votos con infraestructuras
absurdas. Debemos reclamar que las inversiones se realicen a lo largo de la
legislatura y no en los últimos tres meses. Hay que exigir el sostenimiento
adecuado de lo existente y en caso de manifiesto despropósito que se cierren
las oportunas.
¡Ya basta! ¡Ya os vale!
Hay que reivindicar lo que ayuda
al progreso de la sociedad. Debemos reclamar que las inversiones se realicen en
bienes productivos que generen puestos de trabajo estables o al menos no
sometidos a constantes vaivenes. Que se invierta en investigación y desarrollo.
No hemos salido de la crisis.
Estamos endeudados para tres o cuatro generaciones ¿queremos seguir por ese
camino?
No juguéis con nuestro dinero. No
nos jodáis más la vida y no despilfarréis el futuro de las siguientes
generaciones.
Promesas, gastos, desmadres, besa niños y otras lindezas de campañas electorales by Santiago Pérez Fernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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