Once de los 14 ministros que formaron parte del antepenúltimo Gobierno de José María Aznar (julio de 2002) ya estuvieron implicados en temas judiciales en distinto grado, incluido el hoy presidente Mariano Rajoy. (Fuente: El Pural)
No
le busquen justificación, el Partido Popular está hasta las trancas de
corrupción. No es una opinión, es una realidad cuantificable. ¿O es que jueces,
guardias civiles y policías nacionales están conchabados con PSOE, Podemos,
Ciudadanos, IU y nacionalistas? Eso no se lo cree ni el que asó la manteca.
Por
favor, estoy hablando del PP, no me salgan con los Eres. No pongan el
ventilador.
Ministros,
presidentes autonómicos, presidentes de diputaciones, alcaldes, concejales,
tesoreros. No se libra ningún estamento del partido popular o del gobierno.
Ahora
nos enteramos que ese dechado de virtudes de Aznar hizo trampas. No se
escandalicen, lo dijo Montoro, ministro de Hacienda del gobierno del Partido
Popular. Es otro dato objetivo. Aunque tampoco es extraño ¿se acuerdan dónde
casó a su hija? Pues eso.
Sí
es que las obras en la sede del PP, en la calle Génova de Madrid, las pagaron
con dinero negro. Sí es que el Partido Popular, como tal partido, está llamado
como investigado – antes imputado - por la destrucción de los discos duros de
los ordenadores de Bárcenas. Oigan, lo cita la jueza Rosa Freire.
No
hay forma de salvar al PP. Acusan a los concejales del ayuntamiento de
Valencia, los separan del partido, y a su alcaldesa, Rita Barberá, la colocan
de senadora para que esté aforada.
¿Pero
de verdad alguien se cree que se mueve algo en un ayuntamiento sin que el
alcalde o alcaldesa lo sepa? Imposible. En el ayuntamiento de Valencia y en
cualquier otro de España. En los gobiernos monocolores el máximo dirigente lo
conoce todo.
Cuando
llega una campaña electoral lo primero que se preguntan los partidos es cómo
andan de dinero. El jefe sabe de
dónde sale la pasta y dice en qué se gasta. Su círculo más cercano también está
en el ajo.
Bárcenas
informaba de todo a su presidente. Eso lo sabe hasta el que asó la manteca. Eso
es así en todos los partidos políticos. Por mucho que hablen de democracia
interna, la cúpula dirigente es la que corta el bacalao. Sobre todo en un
partido de derechas.
Al
sostenimiento del PP están contribuyendo de forma espuria algunos medios de comunicación
y varias compañías de periodistas, casi un batallón. Al frente de todos ellos
RNE y TVE, luego les siguen esos medios cargados de bilis, rencor y odio. Son
de todos conocidos. La culpa no es solo suya. Se alimentan de intransigentes,
cerriles, carpetovetónicos y montaraces.
Con
todos los casos de corrupción del Partido Popular, con cientos de imputados, Mariano
Rajoy ya tendría que haber dimitido.
No
hay escusas. No hay justificaciones.
Llegarán
otras elecciones y una amplia mayoría de ciudadanos volverá a votarles. No lo
comprendo. Yo, por mi parte – quien me lo iba a decir – creo que me pasaré al
partido de los que no votan.
¿Cuánto podemos soportar al PP? by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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