Atrás dejamos el invierno. La
incipiente primavera se nos muestra voluble, cómo eran antes. Nos entran las
dudas de si lo cambiante es el tiempo o somos nosotros. La verdad es que no
importa mucho, lo sustancial es la realidad que vemos y nadie discute.
La naturaleza se rige por unos
principios que nos son más o menos comprensibles. La agresiva intervención
humana está modificando los equilibrios que sustentan los diversos ecosistemas
y la propia orografía terrestre la estamos rediseñando.
Para bien o para mal todo cambia.
Nada nuevo, Heráclito ya lo tenía claro. Lo cambiante, la movilidad del mundo,
para este filósofo griego, se fundamentaba en una estructura de contrarios. Para
él en la contradicción se encuentra en el origen de todas las cosas.
La mayoría de las personas
podemos aceptar este principio como verdad. No nos causa una gran zozobra
intelectual. Ahora bien, los partidos
políticos españoles escapan a esta máxima. Para ellos lo natural es el
inmovilismo.
No les importa lo que está
pasando. Menos aún les afectan sus promesas. Nada, absolutamente nada, les hace
moverse de su “verdad”. Cual dioses de un cielo que solo ellos conocen, se
mantienen hieráticos y ajenos al devenir humano. No sienten ni padecen. Sus
intereses no son de este mundo.
Sus posturas están encastilladas
y no están dispuestos a tender un solo puente. Es la razón de los dioses.
Los
contrarios se enfrentan, no acuerdan.
El avance de la pobreza, niños
que pasan hambre, parados que no cobran ningún subsidio, los desahucios, los
asesinatos de mujeres, el recorte de libertades, la reforma laboral, el
déficit, que los bancos no devuelvan lo que les prestamos, no son suficientes
motivos para ponerse de acuerdo. A esto podríamos añadir la modificación de la
Constitución, la reforma del Senado, las listas electorales abiertas, límite
temporal para cargos, las “puertas giratorias”, acabar con los aforamientos,
con la corrupción…
En estas cuestiones todos han
manifestado estar de acuerdo. Si es así ¿no son cuestiones más que suficientes
para afrontar en una legislatura? ¿O es
que nos han mentido?
Pues lo parece. Y me refiero a
todos. Excepto PP, que bastante tiene que solucionar en su casa.
Palabras bonitas,
escenificaciones de encuentros y desencuentros, ruedas de prensa, apariciones
en programas televisivos de todo tipo, radios mil e Internet ocupado con sus
dimes y diretes.
Nada cambia. Los viejos por
viejos, los nuevos por…
¡Ah! claro, no se trata de esas
cosas. Se trata de acceder al poder, del reparto del poder. Ahora lo entiendo.
Resisten sin desfallecer by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario