“Pero, hechas las sumas y las
restas, estoy convencido de que ambos prestaron un gran servicio a la cultura
de la libertad”. Y se refiere a Ronald Reagan y Margaret Thatcher. Esbozo una
sonrisa, triste y escéptica.
El autor de esta frase es Mario Vargas Llosa, y
está publicada en su libro La llamada de
la tribu. Se trata de “un libro autobiográfico.
Describe mi propia historia intelectual y política…”.
Puedo entender que le ayudaran a
convertirse en un liberal, pero de ahí a decir que prestaron un gran servicio a
la libertad me parece a mí que hay un buen trecho. Su legado, el de ambos, dejó
mucho que desear.
Reagan y Thatcher fueron fieles
seguidores de los dictados económicos de la Escuela de Chicago. Ambos redujeron
los impuestos directos sobre las rentas. Rebajaron los controles sobre el
sistema financiero y las grandes
empresas. Hicieron todo lo posible por anular el poder de las organizaciones
obreras y las negociaciones colectivas. Disminuyeron los gastos sociales. Con
sus medidas se incrementó la pobreza y las desigualdades sociales. Privatizaron
todo lo que pudieron y más. Ronald Reagan prohibió el aborto, impuso las
teorías creacionistas en las escuelas estatales y durante su mandato se produjo
la crisis de ahorros y préstamos que costó al estado miles de millones de
dólares.
Si estos son los referentes de
Vargas Llosa se los puede quedar. Por cierto, son muchos los que achacan a
aquellas políticas liberalizadoras – y no corregidas- de Thatcher y Reagan la
crisis del 2008.
Tengo la sensación que eso de ser
liberal va parejo al dinero y el poder, los que no tienen ni uno ni otro, y
siempre van juntos, lo son de boquilla.
El título del libro, La llamada de la tribu, me parece un
poco faltón. No se trata de “abdicar de la individualidad soberana para
adquirir la de la colectividad y ser nada más que una parte de la tribu” como
dice Vargas Llosa. No son términos antagónicos.
Derechos individuales e intereses sociales van unidos. Cuando se
antepone unos a otros todo va mal. Está demostrado que aquello de laissez fair,
laissez passer no funciona para el conjunto de los ciudadanos. Creo más
adecuado hablar de ciudadanos que individuos. El término individuos, tan
querido por los liberales, me lleva a pensar en personas aisladas, el de
ciudadanos me remite a personas con derechos individuales en sociedad. Y
“sociedad” nada tiene que ver con comunismo.
No es lo mismo muchedumbre,
turba, tribu, revolución, movimiento social o sociedad. Repito, no me gusta el título.
“El espíritu tribal, fuente del
nacionalismo, ha sido el causante, con el fanatismo religioso, de las mayores
matanzas en la historia de la humanidad”. Pues tiene usted razón don Mario. De
ese nacionalismo hacen gala muchos liberales y usted me podría contestar que
esos no son auténticos liberales.
El ensayo, tras una introducción
que sirve de explicación y motivación, pasa a repasar la vida y la obra de
siete autores que le han influido en sus planteamientos intelectuales y
políticos: Adam Smith, José Ortega y Gasset, Friedrich August von Hayek, Karl
Popper, Raymond Aron, Isaiah Belin y Jean-François Revel.
Por cierto, Vargas Llosa, tan
liberal, utiliza los títulos nobiliarios para referirse a Sir Isaiah Berlin y
Sir Karl Popper. Liberalidad sí, pero la realeza es la realeza.
Mario Vargas Llosa recuerda sus
orígenes socialistas y cómo gracias a estos pensadores su pensamiento político
transmutó al liberalismo. En ello tuvo mucho que ver el desarrollo político en
Cuba.
No son solo breves biografías y
exposiciones de los planteamientos de los “siete magníficos” de Vargas Llosa, él
está muy presente. Además de los halagos saca a relucir las “miserias” de cada
uno de ellos, con lo cual los acerca más al lector y a la par logra el objetivo
de reforzar su aseveración de que el liberalismo no está en posesión de ninguna
verdad ni es infalible, contraponiéndose así al socialismo al que considera
dogmático y casi providencialista.
No es un libro extenso, 313 páginas.
No agota y no requiriere unos conocimientos previos exagerados. Me gustó aunque
no comparto sus opiniones.
Pues nada, para tener opinión
sobre La llamada de la tribu no les
queda otro remedio que leerlo. Y ya saben, lo tendrán disponible en su
biblioteca pública o librería más cercana.
A lo que usted llama tribu otros le llamamos sociedad by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario