¿Hay exilios dorados? Creo que
no. ¿Aunque sea en el hotel Metropol de Moscú? Bueno, así duele algo menos.
Venga, menos exilio y más confinamiento.
Pues de eso trata Un caballero en Moscú de Amor Towles,
traducido por Gemma Rovira Ortega. Aleksandr Ilich Rostov, de profesión conde,
condenado a muerte por los bolcheviques tiene suerte y le conmutan la pena por
permanecer en el hotel Metropol de por vida. Una pequeña aclaración, es un
hotel de lujo que existió y existe.
Rostov se adapta a su nueva
situación sin demasiados problemas. A pesar de su situación sigue disfrutando
de los placeres que le concede el hotel. Solo lamenta la pérdida de su
habitación. Una buena provisión de dinero hace posible que su estancia sea más
agradable.
El conde es un hombre de buenas
costumbres que se hace respetar e incluso querer. Vamos, que es todo un
caballero y que como tal no dio un palo al agua jamás.
Nos enteramos de la vida en el
hotel pero también de lo que está pasando en el exterior. La evolución política,
el estalinismo, las purgas, la miseria, la Segunda Guerra Mundial tienen su
repercusión en la vida de Rostov. El Metropol llegó a convertirse en cenáculo de
los bolcheviques.
La situación del protagonista
cambiará cuando pase a formar parte del personal del hotel y se vea obligado a
cumplir con las obligaciones de un padre. Parece feliz. ¿Será verdad que el
trabajo y las responsabilidades dignifican? No sé, me parece a mí que el dinero
tiene algo que ver.
Mientras en el exterior la vida
resulta harto complicada -¡vaya manera de referirme a las purgas estalinistas!-
en el interior del Metropol va pasando sin grandes sobresaltos. Nuestro conde
tiene posibilidades de huir y sin embargo no lo hace. Es un hombre de fuertes
convicciones, esas que le impulsaron a volver a la Rusia revolucionaria y que
de alguna manera le anclan a su confinamiento, hasta que…
La novela contrapone dos mundos
enfrentados: el de la nobleza y el de los revolucionarios. Uno está cargado de
rutinas, formalidades, apariencias, amable; el otro se presenta como
autoritario, anárquico, despiadado, frío. Entre ambos están aquellos que se han
dejado llevar por cantos de sirena revolucionarios o los que simplemente
sobreviven. Ahí florece la integridad del conde Rostov con el fondo del lujo
decadente del Metropol. Es, además, una historia de amistad y amor.
A estos libros que narran
historias a lo largo de varias décadas, y sobre todo si se desarrollan en
Rusia, siempre hay algún crítico que los asocia a los clásicos de la literatura
rusa. Pues vale pero no.
Resumiendo: es un libro ameno que
resalta la crueldad de los bolcheviques y estalinistas –muy real- que para nada se acuerda de los crímenes y la
opresión de la aristocracia rusa. La bonheur
de la nobleza, representada por el conde, contrasta con ese triste
mundo revolucionario.
Da para unas tardes de invierno
calentitos en casa. Entretenido sin más.
En su biblioteca pública o
librería preferida lo podrán encontrar.
El confinamiento de un aristócrata en el Metropol by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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