28 ene 2019

El confinamiento de un aristócrata en el Metropol



¿Hay exilios dorados? Creo que no. ¿Aunque sea en el hotel Metropol de Moscú? Bueno, así duele algo menos. Venga, menos exilio y más confinamiento.
Pues de eso trata Un caballero en Moscú de Amor Towles, traducido por Gemma Rovira Ortega. Aleksandr Ilich Rostov, de profesión conde, condenado a muerte por los bolcheviques tiene suerte y le conmutan la pena por permanecer en el hotel Metropol de por vida. Una pequeña aclaración, es un hotel de lujo que existió y existe.

Rostov se adapta a su nueva situación sin demasiados problemas. A pesar de su situación sigue disfrutando de los placeres que le concede el hotel. Solo lamenta la pérdida de su habitación. Una buena provisión de dinero hace posible que su estancia sea más agradable.
El conde es un hombre de buenas costumbres que se hace respetar e incluso querer. Vamos, que es todo un caballero y que como tal no dio un palo al agua jamás.

Nos enteramos de la vida en el hotel pero también de lo que está pasando en el exterior. La evolución política, el estalinismo, las purgas, la miseria, la Segunda Guerra Mundial tienen su repercusión en la vida de Rostov. El Metropol llegó a convertirse en cenáculo de los bolcheviques.

La situación del protagonista cambiará cuando pase a formar parte del personal del hotel y se vea obligado a cumplir con las obligaciones de un padre. Parece feliz. ¿Será verdad que el trabajo y las responsabilidades dignifican? No sé, me parece a mí que el dinero tiene algo que ver.

Mientras en el exterior la vida resulta harto complicada -¡vaya manera de referirme a las purgas estalinistas!- en el interior del Metropol va pasando sin grandes sobresaltos. Nuestro conde tiene posibilidades de huir y sin embargo no lo hace. Es un hombre de fuertes convicciones, esas que le impulsaron a volver a la Rusia revolucionaria y que de alguna manera le anclan a su confinamiento, hasta que…

La novela contrapone dos mundos enfrentados: el de la nobleza y el de los revolucionarios. Uno está cargado de rutinas, formalidades, apariencias, amable; el otro se presenta como autoritario, anárquico, despiadado, frío. Entre ambos están aquellos que se han dejado llevar por cantos de sirena revolucionarios o los que simplemente sobreviven. Ahí florece la integridad del conde Rostov con el fondo del lujo decadente del Metropol. Es, además, una historia de amistad y amor.

A estos libros que narran historias a lo largo de varias décadas, y sobre todo si se desarrollan en Rusia, siempre hay algún crítico que los asocia a los clásicos de la literatura rusa. Pues vale pero no.

Resumiendo: es un libro ameno que resalta la crueldad de los bolcheviques y estalinistas –muy real-  que para nada se acuerda de los crímenes y la opresión de la aristocracia rusa. La bonheur de la nobleza, representada por el conde, contrasta con ese triste mundo  revolucionario.

Da para unas tardes de invierno calentitos en casa. Entretenido sin más.

En su biblioteca pública o librería preferida lo podrán encontrar.

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El confinamiento de un aristócrata en el Metropol by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.

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