Vamos
a por el tercer día. ¡Qué digo! Llevo cuatro. Cosas de la edad.
Estoy
escuchando la radio y están hablando de las cosas que la gente acapara
compulsivamente. Me levanto y voy a comprobar la remesa de papel higiénico. Respiro
aliviado. En fin.
¡Qué cantidad de cosas se va
a ir a la basura! No es sólo el papel pal culo, se han comprado toneladas
de chucherías.
Bajan las bolsas y las grandes superficies se
están forrando. Joder, si están dando gratificaciones a los trabajadores. Bueno eso
dicen.
Parte del personal sigue sin enterarse y barre
para su casa. El problema es colectivo. Individualmente o por gremios no
solucionamos nada. Esos no se enteraron que el puñetero bicho mata. Se lleva
por delante a la gente sin discriminar, aunque sean los mayores quienes lleven
la peor parte. ¡Gilipollas, no tenéis padres y abuelos!
Las redes sociales están
dejando las cosas muy claras: está sacando a la luz a todos los gilipollas
inconscientes! Y son muchos.
Desgraciadamente vamos camino de convertirnos en
un estado policial, temporal espero, por la inconsciencia de muchísima gente.
No voy a hablar de los políticos por ahora. Ya
habrá tiempo. Aunque de algunos patriotas en concreto me gustaría. Hay para
todos.
¡Carajo! si no sabéis que hacer limpiar la casa,
dejar los baños impolutos, ordenar armarios. Algunos que lean que necesitan
adquirir comprensión lectora. Al resto leer por placer. Leer.
La televisión es otro recurso que en algunos
casos merece la pena. TVE, por ejemplo, tiene un archivo increíble. Los más
nostálgicos se pueden poner las botas. Internet es la caña. ¿Aburrimiento? Para
nada.
Venga una sonrisa y pa lante.
Independientemente de lo que
nos parezcan las medidas tomadas por el Gobierno, tenemos una responsabilidad
individual para salvarnos colectivamente.
Sed limpios de cuerpo y mente. Yo también os
quiero.
Divagaciones coronavíricas (3) by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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