19 mar 2020

Divagaciones coronavíricas (6)

  El séptimo día está casi ventilado. La verdad es que estuve raro toda la jornada. Me sentí pesado. Fui a la ducha. No pude. Volví con una espátula y por fin me pude despegar el pijama. Dejé la herramienta cerca de mí. La necesite. Pude desincrustar todas las adherencias. Me sentí aliviado.

  Un momento, escuchen. ¿No lo oyen? ¿Cómo que no? Ah, claro. Estamos tan acostumbrados a no oírlo que no lo reconocemos. Silencio.

  Ayer tuvimos de todo un poco. Por la mañana la comparecencia del Presidente en el Congreso, ¿fue ayer verdad? y por la tarde SM se dirigió a sus súbditos. Podía haber pasado de todo. Total para lo que dijo.

  Gente de poca fe. Ayer se obró el milagro. Impíos. Tras seis días de cuarentena ya está curado. ¡Milagro! ¡Milagro! Su capacidad para superar la adversidad avala la pureza de su raza. Tras vencer al enemigo se va a poner al frente de los suyos para demostrarnos a todos, también a vosotros incrédulos, que sí se puede.

  Vaya, con el calentón me pasé de frenada. Sí se puede, ¿en qué estaría pensando yo?

  Bueno, a lo que iba.

  Cautivo y agotado en tan excelso cuerpo, el puñetero bicho claudicó ante el vigor de un auténtico macho español. ¡Loado sea!

  Sigo preocupado por el caballo.

  Nos dicen que se están haciendo las cosas de acuerdo a las pautas que les marcan los científicos y médicos. Menos mal.

  ¿Les cuento algo gracioso? ¿Saben lo qué leí? Es una broma, desde luego. Pues leí que permiten las misas. ¡Qué sí! Son la hostia. Con la qué está cayendo y tienen gana de juerga. Se agradece.

  Venga, otro chascarrillo. Falso también, aviso. Dicen, de guasa no se equivoquen, que el Gobierno recomienda cancelar los viajes previstos para Semana Santa. Dicen que lo dijo la ministra de Exteriores. ¡Qué cachonda! No sabía que era tan divertida. Bueno, la verdad es que no sé quién es.

  Eché unas risas cuando leí que algunos que casi desmantelan la sanidad pública les picó el bicho y ahora están en un hospital… ¿lo adivinan? Pues sí, en un hospital público. Me puse serio y me dije: no te rías capullo que la cosa es muy seria. Joder, vaya si lo es. De todas formas, si eso es así tendría algo de justicia, no diré yo que divina.

  Ahora muy en serio ¿qué sabemos de los Aznar-Botella? Jo, estoy en un sinvivir.

  El último, este de fuera. Es la otia. Bueno, son así. Viene del imperio. En Estados Unidos van a acabar con el bicho a cañonazos. ¡Han aumentado la venta de armas! Son cojonudos. También escuché, no sé en que estado, que pidieron a la población que no usase las armas para no colapsar los hospitales. ¡Muy bueno! ¡Buenísimo!

  ¿Y la Unión Europea? Menuda pregunta. ¡Yo qué sé! Fuera de juego. Pena, penita, pena.

  Mientras esto y mucho más pasa, tanto que están muriendo muchísimas personas, hay gente de mucha pasta, pasta gansa, que se están haciendo muy ricos con su pelotazos en bolsa. Mientras más grave es la crisis más dinero hay en juego. ¡Somos la leche! Ni jugándonos la vida nos olvidamos del money.

  Esto está empezando. Una sonrisa. Tenemos muchas cosas para entretenernos. ¡No la jodamos!

  Me eché colonia.

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