En ocasiones la publicidad de la
contracubierta de los libros tiene poco que ver con su contenido. En el caso de
El corazón de la fiesta, de Gonzalo
Torné, no me sirvió como referencia a la hora de comprar el libro. La verdad es
que además de leer esa “información” lo que hago es abrir el libro por varias
páginas al azar y leer unos párrafos. No siempre me funciona, en ocasiones me
estrello. Es igual, no pasa nada.
El corazón de la fiesta nos cuenta la relación de dos parejas en un
espacio muy concreto, Cataluña. Más preciso aún, Barcelona, aunque aparezcan
otros escenarios exóticos. Esa ubicación es clave puesto que es ahí donde se
desarrolla la trama que tiene todo que ver con la realidad. Aquí no se puede decir aquello de “cualquier
parecido con la realidad es mera coincidencia”. Lo difícil es separar la
ficción de la realidad. Es imposible.
Los personajes son perfectamente
reconocibles y por si alguien se despista ya se encarga Torné de ofrecer
detalles que alejan las dudas. Cualquiera que hubiera leído algún periódico o
visto las noticias televisivas hace pocos años está al corriente de los
desmanes corruptos de la familia catalana más conocida.
Poder, dinero, corrupción, clases
sociales, identidad nacional y relaciones de pareja son las claves de la
novela. La corrupción y el poder están ensamblados a un nacionalismo
conservador y xenófobo.
Gonzalo Torné pone frente a
frente dos mundos que coexisten en la Cataluña de hoy, y de ¿siempre? Una
realidad catalanista que desprecia, y en los casos más extremos odia, todo lo
“español” y la otra, la charnega.
Dos de los protagonistas, Violeta
y el Bastardo, aunque de mundos diferentes y por razones varias, son objeto del desprecio de los ungidos por el catalanismo. No es una exageración. Entre los
más radicales, en la novela y en la cruda realidad, el ser nacionalista catalán
les imbuye de un halo especial. Eso se creen, en la ficción y en la realidad.
El personaje de Violeta, charnega
ella, me dio pena. Deslumbrada por el dinero no atina a controlar su nueva
vida, o al menos a sacarle partido. Se ve sobrepasada por un mundo que no es el
suyo. Sus orígenes y un padre… Tienen que leer el libro. Una pista más: lucha
de clases. Por cierto, que no tiene nada que ver con el nacionalismo.
Me gusta como escribe Torné.
Tiene humor, es irónico.
Hay algo que me confundió. En el
desarrollo de la narración pega unos saltos en el vacío que no entiendo. Lo
único que logró fue despistarme y tener que volver unas líneas atrás para descifrar lo que estaba pasando. No le veo ningún sentido.
Busqué entrevistas con el autor y
encontré su explicación. Habla de “construir una narración muy concentrada, que
pasase muy rápido de un asunto a otro, sin dejar al lector reposar, una especie
de travelling atosigante”. Pues lo
siento, creo que no logró su objetivo. Me parece innecesario y no me aportó
nada. Todo lo contrario.
Creo que Gonzalo Torné no necesita
realizar experimentos cómo este. Escribe bien y sabe como contar historias. A
mí me obligó a estar bastante más centrado en la historia. Tal vez pretendía
eso, pero creo que otros lectores
podrían dejar su lectura.
Oigan, ya saben, no me hagan
caso. Léanlo. A mí me gustó. No lo conocía y pienso seguirle la pista.
Fiesta para unos pocos by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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