10 mar 2022

La película que se comió al libro

 

  Que no soy un crítico literario es algo evidente, mucho menos uno cinematográfico y, sin embargo, voy a hablarles de un libro y una película.
  Muchos son los libros que se han convertido en películas, no todas con la misma fortuna, es más, me atrevo a decir que en la mayoría de las ocasiones las películas dejan bastante que desear.
  En el colmo de mi osadía voy a hablarles, nada más y nada menos, que de El Padrino.
  Hace unos días escuchando a Carlos Boyero, en La ventana del cine, me enteré que la película va a cumplir 50 años. Fue dirigida, en 1972, por Francis Ford Coppola.
  Creo que todo el mundo sabe, aunque no haya visto la película, que trata de una poderosa familia siciliana mafiosa en Nueva York. La acción transcurre entre 1945 y 1955. En ella se van desgranando las vicisitudes de la familia Corleone para llegar a lo más alto de la mafia, la Cosa Nostra. Vito Corleone es el patriarca de la saga y su nombre forma parte del acervo popular.
  La película está divida en tres partes, pero no es una trilogía, integran un todo. Coppola además de dirigirla escribió el guión junto al autor de la novela, Mario Puzo. Por fin aparece su nombre.
  Desde luego, para quienes no hayan visto la película, no se la pienso destripar, pero hasta esas personas sitúan la banda sonora, al menos el trocito más repetido. También saben que la imagen donde aparece la cabeza de un caballo en una cama o que la frase «Le voy a hacer una oferta que no podrá rechazar» es de esta película.
  Con el paso de los años El Padrino no ha perdido.
  Volviendo a Carlos Boyero repitió algo que ya le había escuchado, y es que cada dos meses vuelve a ver la película, lo hace en versión original. Llega a decir que la historia «bien podría haberla escrito Shakespeare», y ahí se quedó. Es algo muy frecuente, se oyen loas a la película, pero no se acuerdan de mencionar al autor de la novela. Me parece muy injusto.
  Si la película es muy buena es porque sigue al libro con bastante fidelidad. Imagino que la mano de Puzo en el guión fue clave. La tercera parte de la película es bastante más floja, no es de extrañar ya que se aleja de la novela.
  Les recomiendo la película, las tres partes, pero aún más, o al menos tanto, el libro. Mario Puzo lo escribió agobiado por las deudas de juego. No fue fruto de un recién llegado a la literatura, con anterioridad había escrito varios libros que habían obtenido el aplauso de la crítica pero no lo notó en las ventas.
  Los personajes están más definidos, la trama muchos más completa, por supuesto. Personajes muy secundarios en la película son relevantes en la novela y con ellos se entiende mejor el ascenso de Vito Corleone. En este caso se encuentran personajes como el de Luca Brasi, brazo ejecutor de Corleone, o el de Johnny Fontane para introducirse en el mundo del espectáculo. En el libro, al igual que en la película, hay flashback que contribuyen a entender la mentalidad de don Vito y que en absoluto despistan al lector.
  Es cierto que la película hizo posible que El Padrino llegase a convertirse en un best seller, pero parece que esa popularidad le perjudicó a la hora de que quienes alaban la película suelen olvidarse de la novela.
  Ahora que la película cumple 50 años merece la pena, y mucho, la lectura del libro que la hizo posible. Estoy seguro que lo van a disfrutar.
  Acérquense a su biblioteca pública y en ella lo encontrarán, en su defecto vayan a la librería más cercana.


                      Cadena SER Occidente 

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