La Red Política de
Valores se reunió, el pasado 2 de diciembre, en la sede del Senado de España
para celebrar su VI Cumbre Transatlántica. Vamos por partes, ¿qué es la Red
Política de Valores? Se trata de una plataforma mundial que reúne a políticos
que promueven y defienden lo que ellos denominan los valores de la familia, la
vida y la libertad. Dicho así parece algo muy serio y trascendente. Pues lo es,
pero no por lo que parece, si no por lo que son. Entonces ¿qué son? Son
políticos de extrema derecha cristianos. ¿Cuales son sus objetivos? A tenor de
lo leído y escuchado pretender unificar criterios, a nivel global, para hacer
frente a derechos reconocidos en las democracias occidentales como son el
aborto, la eutanasia, el matrimonio igualitario y la ciencia. Son acientíficos.
A poco que cualquier
persona razone un poco y se considere empático comprenderá que estos derechos
no atentan contra la libertad de nadie, pues a nadie se imponen. La extrema
derecha habla de libertad individual, pero solo creen en la «libertad» que
imponen.
Lo escuchado en el
Senado en esa aciaga jornada además de dar escalofríos produjo vergüenza por
los disparates que soltaron. Fueron exabruptos cargados de mentiras, desprecio
y odio hacia los que no piensan como ellos.
Un exponente de lo
sucedido en esa delirante reunión fue lo que afirmó Jaime Mayor Oreja, que
fuera ministro con el ínclito Aznar y que estuvo en un tris de sustituirle. Lo
debieron de ver tan radical que ni el propio Josemari se atrevió a tanto.
Habló Mayor Oreja de
«modas dominantes» refiriéndose, seguramente, al feminismo, así lo suelen
denominar «moda» en plan despectivo.
No tuvo empacho en
afirmar, Oreja, que «la cultura woke ha dado un paso atrás y han sido
derrotados los que defienden el aborto».
Se denomina woke
a movimientos e ideologías de izquierda que luchan contra la desigualdad
social, defienden la igualdad entre sexos… vamos, que están a favor de eso que
denominamos en general justicia social en término amplio y cubriendo todos los
ámbitos sociales.
Jaime Mayor llegó al
extremo del paroxismo cuando soltó categóricamente que «entre los científicos,
fundamentalmente están ganando aquellos que defienden la verdad de la creación
frente al relato de la evolución. Estamos ganando a pesar de que la moda
dominante siga rabiosa y enfadada».
¿Cómo es posible que
haya quienes niegan la evolución? Negar la ciencia en el siglo XXI es tener una
mente medieval e inquisitorial.
Según cuentan los
medios de comunicación los presentes en el Senado se mostraron encantados con
los logros de la extrema derecha en Hungría, Argentina y Estado Unidos.
Es un auténtico
despropósito. Ya lo es que millones de personas hayan votado a Milei o a Trump
y tan malo o peor es querer trasladar a nuestras democracias sus políticas. Una
auténtica locura. Apoyar posturas ideológicas de extrema derecha por desencanto
con la democracia es una aberración desde la razón y los intereses de la
mayoría de los ciudadanos. Ya hemos visto lo que dan de sí estos populismos
fascistas. Quienes los apoyan se creen que todo va a ser pan y circo, cuando se
den cuenta de la realidad habrán perdido muchos derechos que creían
consolidados y las condiciones de vida habrán empeorado. Costará mucho tiempo
volver a recuperar lo que cercenarán.
Sí, he dicho
fascistas. No se equivoquen, el fascismo no se presenta hoy en sociedad con
camisa negra o azul, viste traje y corbata, son señoros especialistas
consumados en mentir. En su desfachatez afirman rotundamente que no son
políticos, que todo lo hacen para salvar al pueblo.
Esto me recuerda al
militar retirado Francisco José Gan Pampols, nombrado por el presidente
valenciano Mazón, como responsable de la reconstrucción de las zonas afectadas
por la DANA. Gan Pampols tiene una exitosa carrera como militar, pero el cargo
para el que ha sido nombrado es político y se rige por unas reglas muy claras
en una democracia. Veremos como acepta esas normas. Reclamó que le vean como a
un soldado, pues no, ya no lo es, ahora es un político, le guste o no. Ni corto
ni perezoso dijo «esto no tiene que ver con la política, tiene que ver con un
trabajo técnico que necesita un consenso de base y que no está marcado por
ningún sesgo político».
¿De verdad hay que
explicarle como funciona un gobierno democrático? La democracia es política, el
gobierno de una comunidad es política, las decisiones que va a tomar serán
políticas y tendrá que dar cuenta de ellas, sí o sí, en el parlamento
valenciano.
El extenientegeneral
Gan afirmó que tomó la decisión de dar el paso adelante por responsabilidad y
que no podía negarse en esta situación. Francisco José Gan Pampols cobraba como
jubilado del ejército 44000 euros anuales, cifra nada desdeñable, pues bien, el
presidente Mazón decidió destopar el salario de sus consejeros para que este
militar jubilado pueda cobrar lo mismo que cobraba en activo, más de 92000
euros al año.
Sin comentarios.
Bueno, uno sí. No sabía que un alto mando del ejército español cobrase más que
el Presidente del Gobierno. De estos salarios la extrema derecha ni dice ni mú.
A los pocos días
del nombramiento de ese exmilitar el periódico El Mundo publicó un
artículo, el 27 de noviembre, titulado «Para levantar España, pon un general en
cada Comunidad» firmado por Marina Pina. En él hacen declaraciones varios
militares retirados que parecen echar de menos la época en que en este país se
hacía lo que mandaba un dictador golpista y sangriento. Ese titular es muy
clarificador. Por esta vía, la del artículo y triquiñuelas similares,
aparentemente inocente, la extrema derecha va colocando sus consignas que ante
la repetición machacona llegan a ser aceptadas como verdades absolutas por un
amplio número de ciudadanos. Llevan construyendo su relato desde hace años, se
nota, que incluso cala entre aquellos que se dicen progresistas o de
izquierdas. La verdad y los datos tienen escaso eco en la sociedad, es más
fácil digerir una mentira. No es cierto el dicho aquel de «la mentira tiene las
patas cortas», eso podría ser más o menos cierto cuando no existían las redes
sociales, en la actualidad las mentiras y los bulos campan a sus anchas en el
mundo.
¿Cómo es que ese
encuentro fascista se celebrase en el Senado español? Muy sencillo, por obra y
gracias del PP. Tienen mayoría absoluta y la utilizan de rodillo, ellos que se
dicen tan dialogantes. Es cierto que hubo una votación que fue aprobada por
unanimidad, pero lo fue por el despiste inexplicable de los otros partidos que
no se enteraron del pelaje de esa organización. Los intentos posteriores de
prohibirlo cayeron en saco roto, el PP apeló a la libertad de expresión para
permitirlo. No debe extrañar, muchos de los dirigentes de la extrema derecha
española salieron del PP o de su esfera. Siempre se mostraron muy orgullosos de
que a su derecha no existía ninguna opción, claro, la tenían dentro. En la
actualidad el Partido Popular intenta hacerlos volver a su redil, va a ser que
no. Dejaron crecer ese monstruo y tienen que pagarlo, ya lo hacen perdiendo
votos y siendo irrelevantes en la Unión Europea.
La extrema derecha
está aquí, no se van a ir. Los demócratas tenemos que hacerles frente con las
herramientas de la democracia, pero sin complejos ni dudas.
El fascismo está en
la calle y en las instituciones democráticas, no dejemos que avance.
No son buenos
tiempos para los librepensadores progresistas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario