6 abr 2025

Unidos por el amor y la arquitectura

Publicado en La Nueva España digital

5 abril 2025



  Al traspasar la puerta de entrada contemplo un vestíbulo acogedor. Cuadros abstractos cubren las paredes. Una repisa de madera soporta pequeñas piezas alejadas del figurativismo. Un hueco abocinado, de mármol travertino, con baldas de cristal sustentan pequeñas esculturas.
  A la izquierda un pequeño entrante, no lo llamaré pasillo, está recubierto de madera por todos sus lados. Ese espacio tiene unas puertas que pasan desapercibidas donde hay desde un perchero hasta un cajón para guardar las puñeteras llaves. Desde ahí se accede a un salón minimalista muy coqueto.
  Este espacio ya da una idea del personal que allí trabaja.
  Al fondo del recibidor está el sanctasantórum donde trabajan. Ordenadores,  anaqueles abarrotados de libros, papeles, muchos papeles. Hecho en falta mesas de dibujo.
  A la derecha se encuentra el despacho donde reciben a las visitas. La vista se me va hacia las pequeñas maquetas representación de sus trabajos. La primera que visualizo es el Mirador de La Farrapona. Imagino que ya saben que estoy en el estudio de María Ángeles Sánchez Sánchez y José Ramón Puerto Álvarez de Puerto & Sánchez Arquitectos, en Cangas del Narcea. Se les conoce por Puerto y Geles. Ella es de Pontevedra, él de Cangas del Narcea.
  Ambos llegaron a la arquitectura sin tradición familiar que les empujase en esa dirección. Puerto estuvo tentado por la medicina, pero un profesor de dibujo en el bachiller despertó su gusto por la arquitectura. ¡Qué importantes son los profesores en la vida de los jóvenes!
  Coincidieron estudiando arquitectura en la Politécnica de Madrid. Tuvieron como profesores, entre otros, a Javier Carvajal y Alberto Campo, que marcó especialmente a Puerto, y allí pudieron escuchar a Francisco Javier Sáenz de Oiza.
  En aquellos años vivieron la Movida madrileña, huelgas, la convulsión política del momento con la llegada del PSOE al gobierno. Fueron tiempos intensos y emocionantes.
  Con el tiempo la relación de amistad se convirtió en algo más. Un frío día madrileño, mientras Puerto dibujaba en la Estación del Norte, apareció Geles, un café para desentumecerse y Cupido hizo de las suyas. Casados desde 1998, tienen dos hijas, Clara y Lucía.
  Al terminar la carrera, Puerto empezó a realizar pequeños trabajos en Cangas y eso supuso establecerse definitivamente. Geles no tuvo inconveniente y su adaptación ha sido total. La pregunta es obligada: ¿nunca estuvisteis tentados a instalar vuestro estudio en una ciudad? No hay que olvidar la situación periférica de Cangas del Narcea, del suroccidente asturiano, y las carencias que padece. Su respuesta es inmediata: “aquí tenemos calidad de vida”. Los vacíos, por ejemplo culturales, los suplen con desplazamientos al centro de Asturias u otros lugares. A primeros del mes pasado fueron a visitar ARCOmadrid. A Geles esos viajes le resultan agotadores, se ríe al comentarlo, Puerto quiere verlo todo.
  José Ramón es más hablador, Geles ríe cuando dice que «habla por los codos», ella, más parca en palabras, puntualiza. Como en el trabajo hasta en esto se compenetran. Trabajan a cuatro manos. Surge una idea por parte de uno de los dos y a continuación llegan a un consenso. La parte marrón, la administrativa, le toca a Geles que a Puerto le resulta difícil de llevar.
  El trabajo hoy es muy diferente a sus comienzos. No hay dibujos, ni siquiera maquetas, aunque a ellos les gusta hacerlas aunque sean sencillas. El AutoCAD sigue siendo una herramienta útil para los arquitectos aunque ahora, sobre todo entre los más jóvenes, el formato que utilizan es el BIM, del cual no había oído hablar. Este BIM, según me explican, permite generar una maqueta tridimensional y a partir de ahí las plantas, alzados o secciones y cualquier modificación la traslada automáticamente a los planos. De momento ellos no lo utilizan. Puerto refiere que sus alumnos, mientras dio clases en A Coruña, lo utilizaban de forma natural. Recuerdan que cuando terminaron la carrera no podían entregar los proyectos en AutoCAD. En este punto Geles señala que con este programa pueden surgir problemas en el sentido de que «se tiene peor visión espacial, al final lo que se busca es una foto bonita, pero detrás es posible que no haya un discurso, incluso puede suceder que los planos, las secciones estén mal hechos» Por supuesto no reniegan de la tecnología, la utilizan. Ya han empezado a hacer pinitos con la Inteligencia Artificial, como herramienta de  trabajo. Me explican: «Haces un boceto y en treinta segundos te da una imagen» Me ponen un ejemplo y quedo sorprendido.
  Les pregunto por una cuestión que personalmente me preocupa, la destrucción de nuestro patrimonio inmobiliario para sustituirlo por construcciones anodinas. Están de acuerdo en que la piqueta se empleó en demasía, pero las cosas parece que están cambiando. El cambio de mentalidad es fruto del «turismo rural que ayudó a ver que la casa de la abuela que se iba a caer si se cuidaba un poco podía producir unos dinerinos. Con el desarrollismo de los 60, 70 y 80, el dinero fácil, la necesidad de vivienda se derribaron edificios con gran interés para construir viviendas sin ninguno». Puerto y Geles han sido responsables de la rehabilitación de casas tradicionales y el resultado, a mí modo de ver, es que son bonitas sin perder un ápice de habitabilidad.

Museo del Vino, Cangas del Narcea

  Puerto & Sánchez Arquitectos son responsables de obras públicas como el Museo del Vino de Cangas del Narcea que por la utilización del revestimiento exterior de Trespa Internacional BV recibieron el primer premio de esa empresa a nivel internacional. Serán los responsables del proyecto de observatorio astronómico de Allande y desde hace poco tiempo ya podemos admirar el paisaje desde el Mirador de la Farrapona, Somiedo, obra que trajo sus más y sus menos. Hablamos, no podía ser de otra manera, de las críticas que recibió este mirador por parte de algunos grupos ecologistas y particulares. Ambos, Geles y Puerto, se manifiestan en desacuerdo, y lo hacen por los argumentos que utilizan y las formas. Que les guste o no es cuestión de cada cual, pero la crítica principal, dice Geles, «es que va a ir mucha gente a verlo y no es seria, no va a ser Benidorm».  La verdad es que como argumento me parece bastante endeble. Continua explicándome que «se hizo con acero corten por tratarse de un sitio con clima extremo, en madera no puede hacerse, no lo puedes estar manteniendo cada dos por tres. El color que va a coger es un marrón que en otoño se fundirá con el paisaje».

Mirador de La Farrapona, Somiedo 

  A pesar de esas opiniones en contra, Viajes National Geographic o Arquitectura Viva, por citar dos ejemplos, se han echo eco del Mirador de La Farrapona por su relevancia arquitectónica.
  Puerto alaba la labor del alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández, ya que cree que fue el primero en elaborar un Plan de Sostenibilidad Turística, lo cual es muy relevante de cara al futuro. En ese camino se incluye la restauración en la braña de La Pornacal de una cabaña que formará parte del programa ecoturístico de experiencias Brañas de Somiedo. A esta iniciativa se suma el mirador de La Farrapona que junto con los teitos, estoy seguro, llegarán a ser la imagen del concejo en Asturias y fuera de ella.

Tanatorio de La Uz, Tineo

  También han realizado obras en Tineo, la más llamativa es el tanatorio de La Uz, edificio del que solo puedo decir que es bonito, a pesar de los pesares.

Piscina de Illano

  Una obra a la que le tengo especial cariño es la piscina de Illano, construida en 2002, obra de Puerto, en solitario. Fue galardonada ese año con el segundo premio Menhir, que reconoce los mejores trabajos realizados por jóvenes arquitectos en piedra natural en la Unión Europea. Les recomiendo una visita. La integración en el paisaje es perfecta. La piedra de la construcción salió de las cercanías a donde está ubicada. Se la puede definir como una obra con sentido y sensibilidad -perdón por el plagio-. La obra fue ejecutada por un Taller de Empleo de cantería y ahí están los resultados.
  Aprovecho la ocasión para preguntarles por otra cuestión que me sorprende: las viviendas tan «clásicas» que se siguen levantando, sobre todo en las zonas rurales. Puerto es muy claro, «lo fundamental para hacer un buen proyecto es que quienes lo proyecten lo hagan lo mejor posible, pero si no hay una complicidad con el cliente es imposible».
  Y sigo preguntando: ¿qué responsabilidad tenéis los arquitectos en el resultado de las construcciones? refiriéndome, por ejemplo, a las calidades. Responden al unísono: mucha, muchísima.
  Recuerdan que en tiempos no tan lejanos «los proyectos eran cinco hojas, los planos, una pequeña descripción, una partida por capítulos y poco más. Así eran cuando se hacían en papel, hoy todo lo que han aumentado es normativa, justificaciones… lo que antes tardabas una semana ahora te tiras más de un mes». Cuando hablamos de la supervisión de las obras… A ellos más de un constructor les dijo que cómo iban tanto por la obra.
  Como no se trata de una entrevista de preguntas-respuestas saltamos de un tema a otro y ahí sale  la fotografía, que les gusta a ambos. Puerto se prodiga mucho con la cámara y es un fotógrafo más que aceptable. Como todo en su vida, es cuestión de sensibilidad y a ellos la demuestran en todo lo que hacen.
  La conversación dio para más, Puerto es un buen conversador con intereses variados, a Geles la conozco menos pero queda claro que es el contrapeso perfecto en la pareja.
  El suroccidente asturiano tiene muchas carencias y desafíos que gracias al tesón de sus gentes ha dado como frutos profesionales muy cualificados, algunos de ellos han preferido hacer de esta comarcar el centro de su vida, Geles y Puerto son un buen ejemplo.

 * Fotografías de José Ramón Puerto Álvarez 

 

                                                                         

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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