7 feb 2010

El Sporting con acento vaqueiro


Cada fin de semana se reúnen para seguir a su Sporting. Su apoyo es inquebrantable. Su color es el rojiblanco. Su pasión, el Sporting de Gijón.



No importa quien sea el rival, ellos se han confabulado para asistir y cumplen. El bar La Vinoteca es el punto de reunión de los sportinguistas en Tineo. Tiene dos televisiones: en una se concentran los del Sporting -llenan el aforo- en la otra, la del Oviedo, está más sola que la una. En el pueblo nos conocemos y hay que intentar dar gusto a todo el mundo. Cada fin de semana varias generaciones de sportinguistas se reúnen para disfrutar juntos de su pasión.

Nada más comenzar el partido (Sporting de Gijón-Racing), con la primera llegada del equipo de sus amores a la portería contraria, surgen los primeros aplausos.
La otra televisión sigue sin espectadores. Elena, de La Vinoteca, es la única, entre café y café, que le echa una ojeadita –es que el Oviedo le puede. Se la juega en territorio comanche, pero los rojiblancos no le tienen en cuenta su predilección por el azul.

Las exclamaciones surgen al unísono cuando se vislumbra alguna posibilidad de gol. Las miradas están fijas en el televisor. Contenida emoción e incertidumbre. Cuando el balón traspasa el medio campo, los ánimos se soliviantan, huelen el gol, pero una vez más el Racing desbarata la ilusión.

Luís Ángel llegó tarde, rápidamente reaparece con la camiseta y toma posición. Nada más sentarse su voz se oye, sus brazos se elevan y se agitan en pleno apoyo a la jugada. Mientras, Elena no tiene tiempo ni de mirar a su Oviedo. Tiene que servir a los sportinguistas. El negocio es el negocio.

Cuando el Racing llega a “nuestra puerta” se hace el silencio, las respiraciones se contienen. Los comentarios se suceden. Susi es de las que tampoco templan muchas gaitas: “¡pero estos de que van!” “¡no hizo nada!”.Los minutos pasan, los cigarrillos –para los fumadores- también.


“¡Vamos, vamos!”, disparo de Diego Castro y… cabezas que se mueven, pequeños lamentos. Los fumadores apuran sus pitillos. Exclamaciones, interjecciones y algún que otro taco empiezan a surgir. Risas, las justas, por encima de todas la de Lito, siempre tan expresivo.
El Oviedo sigue jugando en la más absoluta soledad. Elena no tiene tiempo para acompañarles.

Los cántabros ponen su peligro y entonces todo el mundo se remueve en la silla. Un despeje de Juan Pablo alegra las palmas.
Centro del Oviedo… y los murmullos sportinguistas tapan el resto de la retrasmisión.
Luís Ángel sigue viviendo el partido con toda la pasión, Pablo, a su lado, está más contenido pero no menos tenso.

El comentarista televisivo nos dice que el público de El Molinón sigue animado, en La Vinoteca seriedad, más silencios que otra cosa y bastantes lamentos. Quieren un gol que les tranquilice. Hoy no hay cánticos. La cosa no está para muchas alegrías.
Centro largo para Iván Ania, balón largo… Real Oviedo cero. Esquizofrenia televisiva.
“¡Mano!” “¡Me cago en tu p. m.!” y tras ella el gol de Guijo. Silencio.

Llega el medio tiempo. Caras resignadas. Aún quedan cuarenta y cinco minutos de esperanza. Escapadas al baño y los no fumadores aprovechan para oxigenarse. Elena informa que el Oviedo también va perdiendo.

El primer acercamiento a la puerta del Racing es acogida con pequeños aplausos. Hoy el juego se ve que no motiva demasiado. La hinchada se va calentando, pero no a favor.
Cerca del minuto setenta y la madre del árbitro va librando. El juego no cala en el respetable. El Sporting empuja pero no cuaja. “Ta negau”, por Barral.
Cuando la cosa va mal la pasión languidece y la tensión se descarga con insultos. El fútbol y el Sporting son para gentes con un corazón fuerte.

Se acabó. El equipo de Preciado no consiguió la victoria. Sin comentarios en La Vinotera. Caras largas. No pasa nada. El próximo fin de semana aquí estarán y que se prepare el Barca.
Para que no queden dudas, el Oviedo perdió.


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El Sporting con acento vaqueiro by M. Santiago Pérez Fernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.

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