6 oct 2014

Ya sé que no se puede generalizar, pero cuando encuentren a uno honrado me avisan




Es temprano. Me levanto de la cama y lo hago. Sé que no lo debo hacer, pero así y todo, voy y enciendo la radio.

No hay forma conmigo. Día tras día me repito. Me cabrearé ya por la mañana y saldré de casa con mala leche. Hoy no ha sido distinto.

Enchufo y van a entrevistar a Arturo Fernández. Este señor - aunque no es actor lo parece puesto que interpreta el papel de buena persona muy bien – se siente muy dolido. Nadie le informó de que las tarjetas de Caja Madrid eran negras. Tan negras como su actividad empresarial.

Don Arturo Fernández es presidente de la patronal madrileña CEIM y vicepresidente de la CEOE. Por lo tanto un pobre incauto al que engaña cualquiera con una tarjetita de plástico.
Le dijeron: ten gasta lo que quieras. Como no le mencionaron nada, él no declaró a Hacienda esos ingresos. ¿Qué iba a saber él? Pobrecito mío.

No se alarmen. Fueron 37.000 euros. Unos 1.000 euros al mes.

Los destinó a gastos de representación. No se acuerda. Comidas, desplazamientos. Pero lo dicho, poca cosa, 1.000 euros al mes. Los mismos que niega a sus trabajadores. A unos cuantos les debe varias mensualidades.

Ayyyyy, pero qué dolido estaba. Es más, está tan, tan dolido, que igual hasta demanda a alguien. ¿A su amigo Blesa?

No encuentra motivos para dimitir. Ni ahora ni antes. Da igual que la Agencia Tributaria le reclame pufos, que tenga algún concurso de acreedores, él sigue en sus puestos como gran empresario.

¡No tiene jeta ni nada!

Este es un ejemplo de la desfachatez con la que se despachan algunos.

Ya han encontrado a quienes les disculpan. Veremos cuantos son expulsados y cuantos llevados a los tribunales y qué dinero se devuelve.

Miren, dicen que no se puede generalizar. Bien. Dicen que el qué esté libre de “pecado” que tire la primera piedra. Bien. Dicen que en todos los lados hay gente honrada. Bien. Dicen…

Que digan lo que quieran, pero la percepción es de que en este país el que se acerca al dinero público se beneficia.

Aseguro que alguno conozco que nunca se pringó, pero de unos años para aquí no sé quien se libra. Tengo tantas dudas que cuando aparezca alguno, por favor, díganlo.

La sarta de chorizos, ladrones, aprovechados y sinvergüenzas es enorme. La que se conoce públicamente. Luego están esas “pequeñas” tropelías que al final son de mucho dinero y que no tenemos ni idea o se disculpan.

Kilometrajes, exceso de comidas, condonación de avales…

Arturo Fernández, empresario, representa un modo de hacer negocios que, visto lo visto, parece bastante chapucera y no muy legal.

Con él tienen que irse los Blesa, Rato, los sindicaleros chupones, políticos sin escrúpulos, los de la Gürtel, los de la CAM, las preferentes, los de los sobres o los ERES. Sin olvidarnos de aquellos que cobran miles de euros por ser familiares de quienes son. Los ex presidentes vendidos a las eléctricas o los que nos han rebajado el sueldo mientras ellos mantienen todas sus prebendas. Y un montón más.

No se podrá generalizar pero…

Ah, por favor, no me digan que hay miles de concejales que no cobran en sus pueblos y que lo hacen desinteresadamente. Por favor, no me lo digan.

Mañana volveré a prender la radio.

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