20 may 2016

Los exabruptos de Juan Rosell



Empiezo a pensar que determinados cargos llevan implícito el proferir exabruptos e incluso sandeces. Es más, creo que para acceder a ellos han tenido que realizar un máster, por lo menos, en despropósitos, desatinos y similares.

Dicho esto, me acuerdo de Carlos Ferrer Salat, el primer presidente de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales). El más prudente de todos los que le siguieron. Luego llegó el casi eterno José María Cuevas y empezó la fiesta. La juerga continuó con Gerardo Díaz Ferrán ¿les recuerdo dónde está? y ahora nos deleita Juan Rosell.

Por cierto, este don Juan, me refiero a Rosell, no ha creado una sola empresa en su vida. Todo ha sido herencia y trabajar para otros. Vamos, lo mismo que hace ahora. Por cierto, cumple el mismo patrón que Cuevas. Díaz Ferrán las creó, sí,  pero para chorizar. Oigan no lo digo yo, lo dijo un juez y por eso está en la trena.

El bueno de don Juan, Rosell, no siempre tuvo espíritu de testaferro. Y con esto de testaferro quiero decir defensor de los intereses de los importantes, él es un mandao. El joven don Juan anhelaba ser periodista. Con posterioridad encaminó sus pasos hacia el terreno político. No le fueron muy bien las cosas.

Don Rosell, el don Juan, fue uno de los promotores, allá por 1980, del partido Solidaritat Catalana. Estaba muy próximo a Alianza Popular, tanto que fue apoyado por don Manuel. ¿Qué no saben a quién me refiero? Oigan, don Manuel solo hubo uno: don Manuel Fraga Iribarne, el hombre que tenía al Estado en su cabeza. Miren sí don Manuel apreciaba a don Juan, que decidió no presentar a las elecciones a Alianza Popular en Cataluña. Una lástima. Solidaritat Catalana consiguió en las elecciones al Parlamento de Cataluña, en 1980, 64.004 votos, el 2,37 por ciento, y ningún escaño. Poco después de disolvió y la mayor parte de sus miembros pasaron a Alianza Popular.

¿A que ahora entendemos un poco más a don Juan Rosell?

El señor Rosell, don Juan, catalán de nacimiento y tradición, seguramente, matizado por su apego a don Manuel – ya saben, don Manuel Fraga Iribarne – no ha tenido a bien ilustrarnos sobre la cuestión de la independencia de los Països Catalans. Su silencio despertaría la cólera, cuasi divina, de don Manuel.

La política ya no le debe interesar.

Cada vez que lo oigo me emociono. ¡Qué clarividencia! ¡Qué sentido de la prudencia! Su última agudeza fue… me resulta difícil calificarla. Mejor se la recuerdo y ustedes la adjetivan: el trabajo “fijo y seguro es un concepto del siglo XIX”.

Por matizar su afirmación, sólo por eso, le podría decir que los salarios que pagan los empresarios son de mitad del siglo pasado.

De su magín ha salido que el sector público “va detrás” al contar con unas estructuras “demasiado rígidas, antiguas y mastodónticas”. Y se refiere a la digitalización que “transforma los negocios y rebaja los costes, incrementa la competitividad”. ¡Qué bien suena! Para rematar nos ilustra diciendo que “desgraciadamente no lo están haciendo con la rapidez y diligencia que deberían hacer”.

¡Ayyy, estos pomposos liberales de nuevo cuño que son más viejos que el TBO!

Este buen hombre, don Juan, el Rosell, no dice ni mú de la deuda pública de España. Para los despistados, recordarles que debemos 1.095 billones de euros. Billones, con b. Ya superamos el 100 por cien del PIB  – la última vez que lo sobrepasamos fue en 1909 -.

Rosell, ya saben el llamado don Juan, no menta, para nada, lo del Fondo de Reserva de las pensiones. ¡Aunque para qué!

A los despistados, recordarles que en el 2015 la hucha de las pensiones acabó con 32.485 millones de euros. Una pasta, ya lo sé. Venga, ya saben que esto tiene trampa.

El gobierno del PP, con Mariano Rajoy al frente, sacó de aquí, de la hucha, 13.250 millones de euros en este último año. Una cifra importante, creo yo. Pues esto no es nada. Mariano Rajoy se encontró con 66.815 millones de euros a finales de 2011 y en estos cuatro años los ha dejado en esos 32.485. 

¡Casi ná!

Oigan, como sigan a este ritmo en otra legislatura nos dejan sin nada.

Toda esta historia ha servido para que el PSOE nos diga que creará otro impuesto para poder pagar las pensiones. Jordi Sevilla, economista liberal, dixit.

Y oigan, oigan, oigan, ¡oigannnnn! Aznar también dixit: "Cualquier país cuya deuda supera el 100% del PIB se adentra en una espiral de problemas de todo orden de la que es extremadamente difícil salir”.

Ahora que venga el vocero de don Juan, Rosell, y nos lo cuente. Rajoy que lo haga en diferido.

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