Una exdetective privado, ¿o será
privada?, Elena Martínez Castiñeiras, cuenta en primera persona que se siente
“culpable de haber contribuido a que se condenara a dos personas por un crimen
que no habían cometido. Mediante estas páginas quiero tratar de demostrar que
el tribunal se equivocó al tomar en consideración las pruebas que yo aporté”.
Ya conocen el tema de la novela de Carme Riera Vengaré tu muerte.
Lo que era una simple
investigación sobre la desaparición de un empresario catalán se convierte en
algo más peligroso y sórdido. Las investigaciones conducen a Elena a un mundo
de perversión tan depravada y abyecta, tan real, que me resultó repulsiva su
sola mención. Me dan escalofríos de pensarlo. Aunque hay más tramas delictivas
mezcladas.
La novela recoge aspectos de la
vida cotidiana barcelonesa, que ya sabemos que es decir catalana como algunos han sostenido. Los okupas o el bilingüismo están presentes.
La protagonista,
castellanoparlante, cuenta con un grupo de amigos muy fieles, algunos con
derecho a roce. Entiende y habla catalán pero se le nota la falta de pedigrí
autóctono. Para las dudas lingüísticas y apuros de todo tipo tiene a su mejor
amigo Jaume.
Entre sus firmes apoyos se
encuentra un matrimonio, de origen gallego como la madre de Elena, que refleja
ese ecosistema de tan variada procedencia que es Cataluña. Rafael Calvo, que
así se llama él, es un expolicía franquista con el que puede contar siempre. El
cariño ante todo. Por cierto, el padre de la detective fue “guardia civil, como
el de Carod”. Oigan, ¿se referirá a Josep-Lluís Carod-Rovira? Ya saben, el que
fuera presidente de Esquerra Republica de Catalunya y vicepresidente del
Gobierno de Cataluña. Pues tal vez. Al parecer, a Carod no le gustaba hablar de
ello, su padre, según contaron en la revista
interviú, había sido también guardia civil y falangista.
Basta. Ya está bien. No va de
nacionalismo, está presente sutilmente, pero nada más.
La detective es una mujer
independiente, con las ideas claras. Vive acompañada de Jimmy, que será crucial
en el desarrollo de la historia.
Alto. Estoy contando demasiado.
Las 277 páginas vuelan. Te
atrapa. Quieres llegar al final, que creo algo precipitado. Me hubiesen gustado
unas páginas más en la resolución del caso, o más bien casos.
¡Venga ya! Ahora me pongo a
decirle a la autora como escribir su novela. No tengo perdón. Aunque bien
pensado “No he contado que para escribir este libro me matriculé en un taller
de escritura durante unos meses…” confiesa Elena. Nada, estoy perdonado por mi
osadía.
Me parece que tiene todos los
ingredientes para gustar a mucha gente. Pero ya saben, léanla. La podrán
encontrar en su biblioteca pública o librería preferida.
Sentimiento de culpabilidad en Vengaré tu muerte by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario