Publicado en La Nueva España el 11 de febrero de 2020
El tiempo pasa y las cosas por el
suroccidente asturiano van a… peor. Cómo no hay elecciones a la vista corren un
tupido silencio y no pasa nada. Pero vaya si pasa.
Veamos.
Desde hace años, el hospital
comarcal Carmen y Severo Ochoa viene sufriendo la carencia periódica de
especialistas. Nos habían dicho que los vacíos que se pudieran producir se
cubrirían con médicos del HUCA, hospital de referencia del Área Sanitaria II, y
que en todo caso íbamos a mantener el mismo nivel de servicios. Pues bien, una
vez más han incumplido sus compromisos.
La última idea luminosa fue la de desplazar a un anestesista al hospital
de Jarrio de forma temporal. Esa medida iba a suponer la anulación de un buen
número de intervenciones quirúrgicas en el Carmen y Severo Ochoa.
Al final el despropósito no se
llevará a cabo, al menos en esta ocasión.
Pero eso no es todo.
Nos enteramos también que el
servicio de urología no dispondrá durante seis días del mes de febrero de
especialistas. Bueno, tampoco es que sea mucha novedad. Los sábados y domingos,
desde hace mucho tiempo, tampoco lo tenemos.
Por si esto no fuera bastante,
durante nueve días de este mes no habrá médicos de otorrinolaringología.
Sigue
sin pasar nada.
De necesitar médicos de esas
especialidades nos derivarán al HUCA.
Podríamos hablar también de los
períodos en que no hay especialista en digestivo, cardiología, nefrología u
otras especialidades en las que no se cubren las bajas durante varios meses.
La carencia de especialistas en
el Hospital Carmen y Severo Ochoa no es nueva – permítanme que insista -. Es un
hecho tan recurrente que lo vemos como algo normal, cuando no lo es. Sabemos
que esa falta es generalizada en Asturias, pero en esta comarca los
contratiempos y déficits de servicios públicos se nos amontonan año tras año y
ya apestan.
Hemos tenido otra mala nueva:
Tineo se queda sin pediatra. ¡Otra más para el saco!
La cartera de servicios del
hospital comarcal del suroccidente la llevan devaluando de forma continuada desde
hace un montón de años. Ese es el gran problema.
Creo que su idea - repito que la
cosa viene de tiempo atrás – es la de mantener los servicios de traumatología y
el de medicina interna y con los demás… pues ya se verá. Este criterio se basa
en la casuística y en las necesidades de una población envejecida.
En principio, el resto de las
especialidades se irán reduciendo al mínimo hasta quedar restringidas a algunas
consultas semanales y a operaciones de menor entidad. Vamos, que en nuestro
hospital comarcal se realizarán intervenciones de cirugía mayor ambulatoria y
poco más. Para el resto nos desplazarán al HUCA.
En todo esto ¿tendrá algo que ver
el incremento de las derivaciones hacia clínicas privadas? Que cada uno saque
sus conclusiones. Lo que está claro es que esa medida va en detrimento de la
sanidad pública. Ah, pero tiene una ventaja: es más cómodo para los gestores de
lo público.
Y a todas estas ¿los alcaldes de
la zona dicen algo? Pues nada o casi.
Uno intentó colgarse la medalla
de la resolución del tema de los anestesistas. En fin, pues va a ser que no. El
resto optó por la callada en esa cuestión. Otro se pronunció cuando han retirado
al único pediatra que quedaba en su concejo.
No, a los alcaldes no les oímos
ni so ni arre en estos temas. Parece que no han asimilado que el hospital es
comarcal, que el Área Sanitaria II incluye a los cinco concejos del
suroccidente y que ellos tendrían que estar en primera línea de defensa de la
sanidad pública y de nuestra área sanitaria. En el mejor de los casos se
convierten en mensajeros de los dictados del consejero de turno.
Señores alcaldes, sepan que velar
por que los vecinos tengamos una sanidad de calidad entra en sus funciones,
pero por favor, antes de hablar, infórmense.
La realidad comarcal ha cambiado
en todos los aspectos, la tecnología ha supuesto enormes avances en la
diagnosis y en los tratamientos y tal vez haya que introducir cambios en la
organización sanitaria. Si es así, explíquenlo y ofrezcan soluciones. ¡Están
jugando con nuestra salud!
Suelen ofrecernos explicaciones
muy peregrinas. Entre ellas que desplazarse hasta el HUCA es un momento. Por
favor, no lo hagan. También recurren a que algunos diagnósticos van a poder
ofrecerse vía telemática. Peor me lo ponen.
Les recuerdo que en esta comarca
no se pueden medir las distancias en kilómetros, si no en tiempo de
desplazamiento. Asimismo, apenas hay líneas regulares de transporte público por
lo que los viajes hay que realizarlos en vehículos particulares. Y otro
detalle, muchos ciudadanos de esta comarca tienen que recurrir a familiares o
vecinos para desplazarse ya que la edad o la enfermedad les impide hacerlo por
su cuenta. Por lo que respecta a las consultas telemáticas me parece que no
tienen ni idea de cómo funcionan las comunicaciones vía Internet por estas
tierras.
Bueno, pero todo esto les importa
un pimiento y nuestra salud se la refanfinfla.
Los ciudadanos no debemos
perdernos de vista el objetivo primordial: tener una sanidad pública de calidad,
con una razonable cartera de servicios en nuestro hospital y centros de salud.
La salud del suroccidente se la refanfinfla by Santiago Pérez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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