18 mar 2020

Divagaciones coronavíricas (5)

  Pues ya van seis. Bien de ánimo. Tengo callo en esto de estar enclaustrado. Casi no me da el día para hacer todo lo que quiero.

  Hoy la mañana se me fue pegado al televisor. ¡Vi la comparecencia del presidente del Gobierno! Volvió a repetir, más o menos, lo del día anterior. Las medidas económicas ya veremos si funcionan. A mí lo que más me chirrió fue lo del apoyo privado. ¿De verdad van a poner pasta los bancos? Ver veremos.

  Deben estar muy acojonados. Casi se portan bien. Hubo uno que fue voxmitivo. Otra me llamó la atención por estar presente en el Congreso. Hace unos días dijo que se quedaba en cuarentena por haber estado en contacto con una persona que dio positivo. Lo hacía por responsabilidad. ¡Pues vaya cuarentena ultrarrápida!

  Por cierto, ¿han visto la cantidad de políticos que han pillado el bicho? Empiezo a pensar que alguno… no imposible. ¿Fingir? ¿Un político? No, que va.
  
  La cosa está jodida y va a mucho peor. Ya no pueden hacer todas las pruebas que serían necesarias y los equipos de protección brillan por su ausencia. No hablamos de los respiradores necesarios. Pero tranquilos, Trump va a ayudarnos. Uy, estoy tonto. El que ya envió ayuda es Xi Jinping, el presidente de China. Vaya, vaya.

  Y mientras se está armando la de dios los de la UEFA dudando que hacer. La madre que los parió. Con los Juegos Olímpicos más de lo mismo. Joder, anteponen la pela a la vida de las personas. Se lo voy a decir con amabilidad: váyanse a la mierda.

  Ya que estoy con esto. A ese mismo sitio mando a los responsables de la Junta de Castilla y León que autorizaron la caza de conejos. Eso sí, en grupos de no más de cuatro personas. Ah, que no me entendisteis. Os lo repito: ¡Qué os vayáis a la puñetera mierda, gilipollas! ¿Ahora sí?

  Cada día me sorprendo un poco más. Hay personal que dice que hay que reducir gastos. Otros apelan a la libertad individual y dicen que las limitaciones a la movilidad atentan contra esa libertad. No se quedan ahí. Añaden que esto es una dictadura. Eso sí, no nos explican como contener a tanto desaprensivo inconsciente.

  Volviendo a la comparecencia presidencial hubo portavoces que aprovecharon para pedir bajadas de impuestos de todo tipo, incluido el de sucesiones. Algunos no resistieron la tentación de particularizar un problema general. Tienen un ombligo enorme.

  Venga, no voy a seguir por estos derroteros.

  Las redes siguen calentitas.

  Esperen un momento, voy a comprobarlo. Todavía tengo existencias. No se preocupen. Aunque me entre una diarrea tengo provisión de papel higiénico suficiente.

  Ahora en serio. Qué penita la cantidad de mayores que se están yendo en las residencias. Algo pasa.

  Por favor, no dejen de mirar a Italia. Tampoco a Gran Bretaña. Esto es jodidamente grave. Se están muriendo muchas personas y, desgraciadamente, van a ser muchas más. El esfuerzo de tantos que intentan  mantener nuestra sociedad en pie, empezando por los servicios sanitarios, merecen nuestra colaboración quedándonos en casa.

  No voy a terminar así. Me viene a la cabeza toda esa gente con ingenio, saber hacer y humor que pululan por las redes. Me quedo con eso. Gracias campeones.

  Besitos para todos. Bueno, para los cabrones no. Tampoco para inconscientes. Ni para los… Besitos para los que se los merezcan. Para ti no, capullo. No, a ti te doy muchos, no te enfades.

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