30 jun 2021

Dos novelas policíacas

 



  El género policíaco tiene cada vez más adeptos. No es de extrañar. Son novelas entretenidas y, sí se quiere, no te complican mucho la cabeza. Aunque esto último es simplificar demasiado el género. Como en todo hay buenos y malos libros, al igual que hay buenos y malos escritores.
  Dos autores cuentan con unos lectores muy fieles, me refiero a Donna Leon y Petros Márkaris. La primera acaba de publicar su novela número 30 con el comisario Guido Brunetti como protagonista. Se titula Esclavos del deseo y está traducida  por  Maia Figueroa Evans. Por su parte Petros Márkaris también publicó recientemente Ética para inversores, traducida por Ers Marina Samará Spiliotopulu, que creo que es la decimosexta novela protagonizada por Kostas Jaritos.
  Brunetti y Jaritos tienen similitudes. Ambos protagonistas son muy familiares. La familia es el refugio que tienen y en el que se evaden de las miserias a las que se enfrentan. Conviven con mujeres de fuerte carácter que los ponen es su sitio. Ambas son buenas cocineras y ellos buenos comedores, especialmente Jaritos. Ni uno ni otro dan palo al agua en casa. Las faenas del hogar les son ajenas, no por machistas, que no lo son, sino por comodidad ya que no hacen nada por cambiar. Brunetti es un lector apasionado de los clásicos, Jaritos de los diccionarios, especialmente el Dimitrakos. Los dos comisarios son grandes conocedores de las ciudades en las que viven y trabajan, Venecia y Atenas. Con cada uno de sus casos realizamos un recorrido por ambas ciudades. Por supuesto son muy inteligentes y son capaces de ver las conexiones entre las pistas antes que sus compañeros. Ambos son respetados y apreciados por sus subordinados y se alejan todo lo que pueden de quienes ostentan el poder. Son fieles a sus amigos.
  Las novelas de Donna Leon y Petros Márkaris se asemejan también en algunos aspectos. Las cuestiones sociales de actualidad están presentes en sus novelas. Tras los crímenes que resuelven los protagonistas hay un problema que nos afecta. En el caso de Esclavos del deseo Donna Leon nos pone frente a la trata de personas y la presencia en la vida italiana de la mafia, una constante en sus novelas. Por su parte en Ética para inversores Petros Márkaris aborda la cuestión de los inmigrantes y el proceso de gentrificación en las ciudades.
  Las novelas de Márkaris tienen más carga social. En cada nuevo caso de Jaritos se resalta alguno de los muchos problemas que aquejan Grecia,  a los que no son ajenos el resto de los países de la Unión Europea, y tienen más protagonismo que el propio crimen. Ese aspecto de crítica social se resalta con la presencia de Lambros Zisis, el gran amigo del comisario Kostas Jaritos, antiguo comunista desengañado que en esta ocasión toma nuevos bríos al encontrar una causa que merece su colaboración y esfuerzo: el apoyo a los inmigrantes.
  Brunetti y Jaritos son dos comisarios cercanos, alejados del prototipo heroico o de otros policías o investigadores huraños, desengañados con la vida y solitarios. Ellos son todo lo contrario.
  Dos novelas policíacas que gustarán a la mayoría de los lectores. De lectura ágil nos introducen en algunos de los problemas de nuestra sociedad de forma sencilla pero que no les resta profundidad.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario