24 oct 2021

Incompetencia, desidia y vergüenza en la autovía Oviedo-La Espina


  La autovía Oviedo-La Espina no hace más que depararnos disgustos y cabreos. Es una obra que se está eternizando, en la que surgen problemas por doquier y causa molestias a los ciudadanos. Para los políticos la obra va como tiene que ir. Nadie es responsable ni de los atrasos en su ejecución ni de los percances que se van acumulando.
  El último despropósito fue la reunión celebrada en Oviedo entre la Delegada del Gobierno, Delia Losa, el jefe de la Demarcación de Carreteras del Estado en Asturias y el alcalde de Tineo, José Ramón Feito y representantes de los grupos municipales tinetenses.
 La reunión fue solicitada desde el ayuntamiento y la señora Delegada no tuvo a bien desplazarse a Tineo y a la capital tuvieron que ir los ediles. Esto me recuerda a otras épocas, en las que cuando se quería algo para un concejo el alcalde de turno tenía que ir en peregrinaje a Oviedo y lamer bien lamidas las posaderas al gobernador. Doña Delia no ha tenido a bien desplazarse, ni ahora ni antes, a la zona para comprobar cual es la situación de la autovía.
  Me da a mí que con esta reunión el señor alcalde de Tinéu, forma oficial para referirse al concejo, ha diversificado las responsabilidades.
  Pues nada, allá que fueron y escucharon lo que se les quiso contar. De momento no sabemos lo que allí contestaron nuestros representantes. Y me refiero a dentro de la reunión, no a posterior.
  La señora Delegada del Gobierno, la susodicha Delia Losa, informó a los munícipes del dinero invertido en la autovía y el que se invertirá. Eso sí, seguro que compungida, lamentó las molestias causadas por la fana (argayo) de Casazorrina y por el puente de La Barrosa, pero tranquilos, «los trabajos se están ejecutando con la máxima celeridad posible».
  También, casi seguro que con alborozo, les informó que el tramo Cornellana-Salas estima que finalizará en 2023. Imagino que ya se imaginan lo que va a pasar. A las estimaciones en las obras públicas hay que ponerles un año, más bien dos, cómo mínimo, de retraso. Igual me equivoco. Eso espero.
  Eso sí, de la finalización de la obra hasta La Espina no sabemos nada. Es un secreto muy bien guardado.
  La obra de la autovía de Oviedo-La Espina se inició en 1999. Hace veintidós añitos. Está trufada de fallos, no se pueden denominar de otra manera. Carece de un presupuesto adecuado para acabar la obra de una vez por todas. Están perjudicando a los ciudadanos, empresarios y transportistas. Nos han contando innumerables mentiras. Desprecian a los vecinos del suroccidente con sus engaños, incompetencia y desidia. Provocan cabreo y vergüenza, pero ellos tan tranquilos.
  Ni alcaldes, diputados autonómicos, diputados nacionales asturianos, senadores asturianos, ni el presidente de la Junta (nacido en Tineo) o el Presidente asturiano han sido capaces de poner coto a tanto despropósito y vergüenza. Sólo hay una razón que lo explique: el escaso número de votos. Hacen lo que les da la gana. Eso sin olvidar que Tineo tiene un alcalde apocado, timorato y sin peso político alguno.
  La autovía Oviedo-La Espina es la muestra palpable de la dejadez, del desinterés, la desidia y la ineptitud de una clase política que antepone un puñado de votos a una necesidad ciudadana.

 

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