El martes 2 de noviembre el
alcalde de Tineo perdió el norte. Su decisión me produjo consternación. No
exagero. Me explico.
Ese día el «sindicato»
Solidaridad, creado por la extrema derecha, convocó una concentración en el
polígono industrial de La Curiscada (Tineo) para protestar por los retrasos en
la construcción de la autovía Oviedo-La Espina. Motivos para la queja los hay y
cada uno tiene el derecho a manifestarla en público. Cualquiera era libre para
sumarse a esa llamada de la extrema derecha, pero no nos equivoquemos, detrás
de ella había un interés político, siempre la hay sea quien sea el convocante.
El alcalde tinetense, José Ramón Feito Lorences, decidió apoyarla. Es un
alcalde del PSOE.
No hay que ser un lince para
conocer los métodos de la extrema derecha para acceder al poder. No me estoy
refiriendo a golpes de Estado. Hoy la extrema derecha mundial, cómo ya lo hizo
en la década de los años veinte y treinta del siglo pasado, lo hace
aprovechándose de la libertad con la que contamos los ciudadanos en una
democracia liberal. Nada de sangre. Nada que ver con el fascismo o el nazismo
aunque beben de ellos.
Las redes sociales son su
herramienta de penetración en el discurso político y en la generación de ideas
fuerza que apelan a los sentimientos y los instintos primarios. El descontento
de los ciudadanos con una clase política acomodada, más preocupada por su
futuro personal que el colectivo, lleva a muchos de ellos a optar por esas
opciones extremistas que cuando acceden al poder recortan libertades y derechos
que creemos inviolables. La extrema derecha sólo entiende de un tipo de
libertad, la libertad económica, para lo demás tienen recetas autoritarias y
restrictivas. Todo lo que no les gusta o no comprenden lo prohíben.
Cualquier persona atenta a las
noticias puede ver que lo anterior se ajusta al modelo llevado a la práctica
allí donde gobiernan. El caso de Estados Unidos con Trump, Bolsonaro en Brasil
o Mateusz Morawiecki en Polonia deberían bastar para saber cómo actúan en los
gobiernos. La extrema derecha española no es diferente, es más, se muestran
orgullosos del pasado franquista de sus orígenes lo cual les hace más
peligrosos.
El alcalde de Tineo, oficialmente
Tinéu, sabe esto o debiera saberlo. Lo sabe. Es licenciado en Ciencias
Económicas y Empresariales por la Universidad de Oviedo. No le importó, allí se
presentó y tomo la palabra. Repito, es un alcalde del PSOE, lo cual no
significa que él sea socialista.
No fue el único alcalde allí
presente. Sergio Hidalgo, alcalde de Salas, tampoco tuvo problema alguno en
asistir. Bueno, en su caso es más normal. Hidalgo pertenece al partido político
asturiano Foro, cuyo fundador fue Francisco Álvarez Cascos. Creo que con eso
está todo dicho.
Recordamos la llamada «foto de
Colón» de Madrid, en febrero de 2019, en la que estaban presentes PP,
Ciudadanos y Vox, también Foro. Esa instantánea fue muy bien aprovechada por el
PSOE para restregarles al Partido Popular y Ciudadanos su derechización.
La democracia es una forma de
organización político-social en permanente construcción. Dar apoyo a la extrema
derecha, eso supone asistir a sus actos, legitima a ojos de muchos ciudadanos
sus postulados y les da un aspecto democrático del cual carecen.
Para el jueves 11 de noviembre,
desde el Ayuntamiento, se ha convocado una protesta bajo el lema A-63: ¡Solución ya! PSOE, PP, Ciudadanos
y Vox ya han compartido fotografía para anunciarla, el representante de Somos
Tineo excusó su presencia. Se leerá un comunicado firmado por todos los grupos
municipales. Craso error.
Habrá quienes me traten de
intransigente, antidemócrata, dictador, totalitario, etc. Pues bueno. Soy de
los que creen que es necesario no dar alas a quienes quieren acabar con la
democracia. Aquellos que ponen paños calientes, excusas, o justifican por
acción u omisión el acercamiento a la extrema derecha son cómplices de sus
avances y de las consecuencias que eso trae.
El alcalde me parece que no llevó
al terreno electoral, que tanto le preocupa, a él y al resto de los políticos,
su decisión. Esa normalización de la extrema derecha puede costarle el puesto.
En Tineo se eligen trece concejales. El PSOE tiene siete, tres el Partido
Popular, Vox, Somos Tineo y Ciudadanos uno cada uno. El Partido Popular obtuvo
uno de sus peores resultados, pero eso puede cambiar con la más que probable
desaparición de Ciudadanos y, por el camino que van, Vox puede mejorar los
suyos. Somos Tineo con mantener su representación será un logro. El equilibrio
es bastante inestable. Hay que tener en cuenta que el PSOE lleva gobernando
desde el 2003 y ese tiempo puede provocar un cierto cansancio electoral. Sea
cómo sea José Ramón Feito y los suyos no son nada previsores y les puede costar
caro.
Ahora que lo pienso, a José Ramón Feito le costó recibir alguna
llamada telefónica para que cambiase de una vez el nombre de las calles
franquistas. Será casualidad o cosa del desconocimiento, pero no tiene claro la
importancia de los gestos en democracia.
El alcalde llegó a afirmar en La Nueva España que «al final, no es un
tema político, es un tema de interés general. Trato de defender nuestro
municipio…» Pues claro que es un tema de interés general, pero decir que no es
político es una solemne tontería. Por cierto, ese mismo argumento lo utilizó la
concejala de la extrema derecha. Por favor, qué tristeza.
Las vicisitudes de la autovía
Oviedo-La Espina se están convirtiendo en un tema de gran trascendencia social
en Tineo y Salas, fundamentalmente. La desidia y dejadez institucional cabrea
al personal. Cuidadín.
Señor alcalde de Tineo, el fin no
justifica los medios. No hay ninguna razón, ninguna, que le obligue a llevar a
esos compañeros de viajes.
¡Flaco favor nos está haciendo! Su decisión duele,
duele mucho.
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