26 ene 2024

El niño que soñaba con ser astronauta

 

 

  Había una vez en un lugar no muy lejano, pongamos que hablo de Tineo, un niño que quería ser astronauta. No sabía de donde le venía esa inclinación, pero ahí estaba. Con los años ese deseo no cesó. Cuando los mayores le preguntaban ¿Juan, qué quieres ser de mayor? él respondía rápido y seguro: astronauta. El pequeño Juan creció y siendo muy joven pensó que la mejor forma de conseguirlo, o al menos intentarlo, era hacerse ingeniero aeroespacial. Dicho y hecho. Hoy aquel niño es ingeniero, sí, ingeniero aeroespacial, lo había decidido en el bachillerato. Se llama Juan Arias Suárez (Tineo, 2001). Es tímido, lo percibí nada más saludarnos. Nos conocíamos de vista pero nunca nos habíamos tomado un café juntos, la diferencia de edad contribuyó a ello.
  Realizó sus primeros estudios en el Colegio El Pascón de Tineo y el IES Concejo de Tineo. Tineo, al igual que todo el suroccidente, tiene muy pocos ciclos formativos, y a pesar de ello contamos con un buen número de jóvenes que salen muy preparados y optan por estudios de gran nivel. No es fruto de la casualidad, sin duda es cuestión del esfuerzo personal de cada uno de ellos.
  Juan cree en el trabajo, en la constancia. Los desastrosos resultados de PISA nunca fueron con él.  Como tampoco con su hermana, María, estudiante de medicina, también con buenas notas. Perdieron a su madre siendo unos niños, tres y cuatro años, y fue Toni, Antonio, su padre, el que sacó adelante a la familia en solitario. Juan está tan orgulloso de su padre como este de él, apostilla que no solo él, su hermana también lo está. Se le nota en la forma de decirlo.
  La universidad le llevó a Madrid, a la Carlos III. Ha sido, es, un estudiante de excelentes notas. Toda la carrera la realizó en inglés. La Comunidad de Madrid le concedió en 2023 un Premio de la Excelencia.
  La llegada a la universidad supuso su vuelta al deporte, al judo, al boxeo y al taekwondo, se le nota, está fuerte. El ejercicio como necesidad para aliviarse de las tensiones del estudio.
  El joven soñador se fue al país donde dicen que los sueños se pueden cumplir – sin comentarios - Estados Unidos. Estuvo un año en la Universidad de Purdue, en Indiana, que tiene unos programas de aeronáutica y astronáutica de prestigio mundial, entre sus distinguidos exalumnos se encuentra Neil Armstrong, quien con cinco años empezó a volar con su padre. Allí realizó tercero y la mitad de cuarto. Su paso por Purdue fue posible gracias a sus buenas notas. Le concedieron una beca de movilidad que le permitió realizar los estudios en esa universidad con lo que pagan de matrícula en España. Vamos, un chollo dado los precios de las universidades estadounidenses. Me cuenta que los estudios allí son muy prácticos, dedican más tiempo al trabajo que al estudio y les realizan un seguimiento de sus progresos de forma continuada.
  El proyecto fin de grado lo hizo en España.
  Empeñado en hacer realidad su sueño se desplazó a realizar un máster de dos años a Toulouse, al ISAE (Institut Supérieur de l´Aéronautique et de l´Espace). Los requisitos para acceder  al ISAE son un buen currículum y con posterioridad pasar una entrevista. En ese máster hay 150 alumnos de los cuales solo cinco son franceses. Recalca el aspecto práctico de los estudios de otros países frente a la preponderancia de la teoría en España.
  Entramos en cosas más prosaicas como es el coste de la vida en Toulouse. La habitación le sale más barata que en Madrid y la comida es incluso más barata, lo cual es de agradecer. Las ayudas que recibió son bienvenidas, no es un «hijo de papá».
  Juan está centrado en las aplicaciones de los satélites, en sistemas de comunicaciones de satélites. Colabora en un proyecto de investigación que tendrá como finalidad comprobar si hay agua en la luna mediante unas «cajas» que se desplegarán desde un robot. Competirá con otros a nivel internacional y ya se verá si ganan el concurso o no,  pero el mero hecho de participar en él le hace estar muy contento.
  El deseo de ser astronauta surge en varias ocasiones. Le pregunto lo más evidente ¿no te daría miedo? « No tendría miedo, sería increíble cumplir mi sueño».
  Su sueño más inmediato, cuando finalice su formación, es trabajar en Airbus Getafe y de ahí ya se verá.
  El niño que soñaba con ser astronauta se ha convertido en un joven que trabaja por estar cada día más cerca de él. Quién sabe, tal vez un día Tineo podría tener un vecino que nos contemple desde el espacio. Le deseo que su sueño se cumpla y aunque no sea posible que no deje de soñar.

 

 

                                                                                                        

 

 

 

 

 

 

 

2 comentarios:

  1. Los sueños a veces se cumplen, sólo hay que tener constancia y querer,mis felicitaciones a Juan,pero también a Toni y a María,sois un gran equipo 😘😘

    ResponderEliminar
  2. En un tiempo de jóvenes quejumbrosos tenemos un ejemplo de joven esforzado y proactivo. Bravo.

    ResponderEliminar