26 nov 2021

El suroccidente asturiano se muere en silencio


 

  El suroccidente asturiano se muere en silencio. Se muere en el silencio de los alcaldes. Se muere en el silencio de sus habitantes.
  La emigración y la escasez de empleos es un mal endémico de este territorio. La incapacidad, la incompetencia o la desidia política han agravado, desde finales de los años 80 del siglo pasado, esa lacra histórica.
  Al cierre de las minas se sumó el de la térmica de Soto de la Barca, lo cual supuso un mazazo para el empleo e incrementó la emigración. Los concejos de la comarca – Allande, Cangas del Narcea, Degaña, Ibias y Tineo - se han convertido en unos de  los más despoblados y envejecidos de España.
  Hoy el empleo se localiza en las pequeñas empresas de los polígonos industriales de Cangas del Narcea y Tineo, fundamentalmente, y en el sector primario, centrado en las vacas de leche y de carne, con lo que eso supone.
  Los problemas que padecemos no son fruto de la casualidad o la improvisación, todo lo contrario, forma parte de un plan perfectamente elaborado y conocido desde hace años. Ahora no valen disculpas, el cierre de las minas era público, al igual que lo era el de las térmicas. Nada se hizo. No interesaba. A una escasa población, y por lo tanto de votos, se sumó una población nada reivindicativa. Desde luego no faltó, o mejor dicho sobraron, unos alcaldes incapaces de trabajar en la búsqueda de alternativas. El servilismo de los ediles con sus partidos, sus ansias por mantenerse en el puesto o aspirar a responsabilidades más elevadas, cómo dijo un alcalde de Tineo que logró su objetivo, les hizo ser dóciles hasta llegar a la sumisión.
 Como último ejemplo, de momento, de la dejadez y desidia a la que estamos sometidos tenemos  la autovía Oviedo-La Espina. Una obra que lleva ejecutándose veintidós años y no sabemos cuando concluirán. Por si esto no fuera suficiente, hemos sufrido dos argayos que nos obligaron a desplazarnos por vías alternativas, con el consiguiente incremento del gasto en combustible y tiempo. El contratiempo más reciente es que han tenido que derruir un puente, construido hace diez años, por graves deficiencias. Se trata de un viaducto de unos setenta metros de largo y no mucha altura. La Delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, informó que su construcción se realizará a lo largo del 2022, pero sin poder precisar la fecha, declaraciones que sentaron muy mal en Salas y Tineo. El ayuntamiento tinetense convocó una concentración de protesta que siendo sinceros no contó con la presencia vecinal que se esperaba, aunque sí con la de los alcaldes de Salas y Cangas del Narcea, además del de Tineo.
 Unos días más tarde, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a través de la Delegación del Gobierno, informó a los medios de comunicación de las inversiones realizadas en esa autovía inconclusa. Resultó patético a la vez que ofensivo. Ante una protesta ciudadana ministerio y Delegación del Gobierno esgrimen esos datos sin hacer una sola mención al tiempo transcurrido, faltaría más. Les parece normal que la obra lleve esos 22 años en ejecución,  que para solucionar el corte del primer argayo tardaran ocho meses, para el segundo 91 días y para el puente ni se sabe. Mayor desprecio es imposible.
  La resignación cívica parece gravada en el ADN de los vecinos de la comarca. Con un par de protestas, la primera fue en Oviedo ante la sede de la Delegación del Gobierno, y las protestas en Facebook, escasas para lo que se suele estilar por ese sitio, nos damos por satisfechos.
  Los ciudadanos no somos capaces a articular una plataforma de protesta permanente para poner en la agenda política la situación de esa obra y los perjuicios que provoca. De los alcaldes poco más podemos esperar. Los siete diputados asturianos en el Congreso no han querido ni enterarse de lo que pasa. Esos diputados son: Adriana Lastra (PSOE), María Luisa Carcedo (PSOE), Roberto García Morís (PSOE); Paloma Gázquez (PP); Isidro Martínez Oblanca (Foro); Sofía Castañón (Unidas Podemos) y José María Figaredo (Vox). Los senadores asturianos sabemos que son los excedentes de sus partidos a los que hay que colocar, pero podían hacer algo, digo yo. La lista está integrada por: Mercedes Fernández (PP); Francisco Blanco (PSOE), María Fernández (PSOE) y Fernando Lastra (PSOE). Los menciono ya que tienen responsabilidades individuales. Representan a Asturias dentro de sus grupos parlamentarios y no han dicho ni mu. En el caso de Fernando Lastra es más sangrante ya que es de Cangas del Narcea. Adriana Lastra además de diputada es vicepresidenta del PSOE, otra que está calladina y algo podría hacer, vuelvo a decir yo, aunque con bailarle las gracias a su jefe me parece que ya le vale.
  No son los únicos responsables. El Presidente asturiano, Adrián Barbón, no abrió la boca. Otro que tal le baila es Alejandro Calvo Rodríguez, Consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, de Cangas del Narcea, tampoco se ha mojado. También permanece atechado Marcelino Marcos Linde, Presidente de la Junta General asturiana y ex alcalde de Tineo. Bueno, de este hombre no me extraña nada. Años haciendo lo que fuera necesario para llegar a la Junta no puede tirarlos por la borda por una carretera de nada. Quién sabe qué destinos más elevados ansía.
  Todos ellos no han movido una paja a favor del suroccidente. Lo que no se manifiesta en público, en política, es cómo si no existiese. ¿Los alcaldes de Salas y Tineo se habrán puesto en contacto con ellos? Y les hablo de los de su partido. Pues me temo lo peor.
  Los diputados de la Junta están desaparecidos. No podemos esperar nada de ellos.
  Da mucha pena ver como un territorio tan grande, tan hermoso, lo dejan morir y sus moradores, al igual que unas viejas plañideras, nos lamentamos por la pérdida sin hacer absolutamente nada.
  Sí, el suroccidente asturiano se muerte en silencio, un silencio del que todos somos culpables.

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