La historia de la minería asturiana de las
cuencas del Caudal y el Nalón está muy estudiada, no así la de la cuenca del
Narcea. Independientemente de esto, ya sabemos como terminó… ¿o no? Pues no.
Hace un tiempo, no mucho, me enteré de que se pusieron en marcha, además de la
mina Carbonar, en Cangas del Narcea, otra en Tormaleo (Ibias) y la conocida en
Tineo como Tres Hermanos. He intentado informarme algo más pero solo he
conseguido saber, y no se ponen de acuerdo mis fuentes, que en Tineo hay unos 60
trabajadores y según otras unos 90, y aumentando. De las otras dos minas no
tengo ni idea. Lo importante es que están dando empleo.
No soy ingenuo y me creo que esto vaya a
durar mucho, pero de momento algo es algo.
Me explicaron que una parte de la producción
de Tineo se vende a particulares, por
esta comarca sigue utilizándose para cocinar y para la calefacción. Otra parte
se va a Madrid, no supieron decirme para qué, ¿calefacciones centrales? Ni
idea. La mayoría se va para Marruecos, para las térmicas. Por cierto, el precio
de la tonelada de carbón anda por los 600 euros, un pastón.
Me llama la atención que no se hable de esto,
al menos yo no leí ni escuché nada. Será que no quieren crear falsas
expectativas y por eso de la transición energética. A no ser que sea un secreto
de Estado, por si acaso, por favor, no lo cuenten por ahí.
Voy a realizar un repaso, no muy extenso, de
cómo llegamos hasta aquí.
Tenemos que retroceder hasta 1990. En ese año
había 45200 trabajadores, de forma directa, en las minas españolas. En los años
siguientes la minería fue perdiendo empleos, así al inicio de 2018 la minería
del carbón quedó reducida a nueve empresas y 1833 trabajadores en plantilla y
565 en subcontratas. Estos datos son los que ofrece la página web del
Ministerio para la Transición ecológica y el reto demográfico.
Con el fin de paliar los efectos del cierre
de minas se aprobó el Plan 1998-2005 de la Minería del Carbón y Desarrollo
alternativo de las comarcas mineras. A este plan siguió otro, entre 2006-2012,
denominado Plan Nacional de Reserva Estratégica de Carbón. Entre 2013-2018 se
desarrolló el Nuevo modelo de desarrollo
integral y sostenible de las comarcas mineras y el Marco de actuación para la
Minería del Carbón y las Comarcas Mineras. ¡Vaya nombrecitos!
Con estos planes el ministerio dice que se
financiaron ayudas al cierre de explotaciones. Seguro que sí. También sirvieron
para la reestructuración no traumática de las plantillas. Pues con esto ya
tengo más dudas, vamos que no. Sigue afirmando el ministerio que sirvieron para
la clausura de las instalaciones y la restauración del espacio natural. Pues
tampoco, están empezando ahora, al menos en el suroccidente asturiano. Al
parecer con esos planes se iniciaron nuevos proyectos empresariales, lo cual es
cierto, pocos pero algunos, eso sí, en el suroccidente nada reseñable en cuanto
a número de empleos.
Ya puestos a rememorar, decir que en 2019
España tenía quince centrales térmicas de carbón. Eso cambió rápidamente. Con
el acuerdo de París de 2015, ratificado por la UE (Unión Europea) en 2016 y por
España en 2017 se ponía fin a la carbonización de la economía. En la
actualidad, y según el ministerio – yo no lo recuerdo- todas las centrales
térmicas de carbón están cerradas.
En toda esta historia no se puede olvidar, de
ninguna de las maneras, los fondos mineros destinados a las cuencas mineras.
Las multimillonarias ayudas tendrían que haberse destinado a infraestructuras,
ayudas empresariales y formación. La mayoría de los dineros se gastaron en
carreteras e infraestructuras, muy necesarias, y muy poco a desarrollar nuevo
tejido productivo. Algunos de los proyectos en los que se invirtió fueron obras
faraónicas y con enormes sobrecostes. Con posterioridad hemos sabido que
algunos euros, no pocos, se fueron a las cuentas de desalmados sindicalistas,
aunque no solo a estos. ¡Qué más da! No ha pasado nada.
A los responsables de gastar ese dinero les
vino muy grande, no quisieron y no supieron invertir en lo importante y
necesario. Para los alcaldes lo prioritario era arreglar carreteras y construir
esto y lo otro sin pensar ni un solo segundo en lo que se nos avecinaba. Por su
parte, los gobiernos, o por lo menos el asturiano fue muy cuco y lo que hizo
fue sustituir los presupuestos ordinarios por fondos mineros cuando estos
debían ser un complemento, nunca un sustituto. Así nos fue.
Las disculpas políticas no valen y no son
creíbles. Otro recordatorio, este deja en evidencia a los presidentes de
gobierno, alcaldes, diputados y todo aquel con responsabilidades públicas, en
2010 se acordó el cierre de las minas. En 2011 la Unión Europea anuncia el
cierre de todas las minas no rentables para 2018. Más claro imposible.
Hasta aquí este breve, pero creo que
clarificador resumen. Que cada uno saque sus conclusiones.
Por favor, no cuenten por ahí que se está
trabajando en algunas de las minas del suroccidente.
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