Georges Lakoff es un catedrático,
estadounidense, de lingüística y ciencias cognitivas en la Universidad de
California, Berkeley. Fue el fundador del Rockridge Institute. grupo de
investigación progresista, que estuvo activo entre 1997 y 2008. Ese Instituto
estaba comprometido con los valores de unos Estados Unidos progresistas. Su
objetivo era fortalecer la democracia ayudando a los demócratas de todo el
mundo.
Lakoff afirma en su libro Puntos de
reflexión Manual del progresista… «que los progresistas sentimos en
nuestras entrañas lo que es correcto. Nuestro trabajo en Rockridge consiste en
transformar estos sentimientos en lenguaje, para ayudar a encontrar marcos
conceptuales y lingüísticos que nuestras verdades también sean visibles para
los demás y que nuestro sentimiento irrefrenable de lo que es justo se traduzca
en razonamientos efectivos»
¿Qué es eso de los marcos? Dicho de forma
abreviada son las estructuras mentales que influyen en nuestro pensamiento, a
menudo inconscientemente y que determinan nuestras opiniones y valores.
Permítanme que amplíe la información con las
palabras de Lakoff. Se refiere también a «los marcos profundos, es
decir, de los valores morales y los principios políticos de alcance general que
permiten que un eslogan o una frase llamativa calen en el público. Hemos
analizado los marcos argumentales, es decir, la estructura general de
los razonamientos usados por progresistas y conservadores. Y hemos analizado
que los conservadores siguen una lógica argumental de causas simples mientras
que los progresistas se guían por las causas sistémicas y complejas».
Creo que nos hacemos a la idea de qué está
hablando Georges Lakoff. Pensemos en los mensajes que da la presidenta
madrileña. Habla de libertad en abstracto, por ejemplo, bueno, también en
concreto cuando se trata de la libertad
para tomar una cerveza, y así con todas sus intervenciones en los medios de
comunicación. Su discurso no aporta nada relevante ni de «sustancia». Lo mismo
podemos decir de las intervenciones publicas de los miembros de la extrema
derecha, son vacuos. El Gobierno, sus ministros, salen a los medios y sueltan
un montón de datos, datos que no llegan a la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Los ejemplos más claros son los de las ministras Nadia Calviño, Yolanda Díaz,
que destroza en el Parlamento a sus adversarios, pero su discurso no modifica
los marcos creados por la derecha y extrema derecha, y, en menor medida, María
Jesús Montero, cuyos discursos están más pegados a la calle.
Siguiendo a Lakoff, creo que es necesario
para entender lo que está pasando no solo en España si no en las democracias
liberales, también nos define que es eso del «centro»: «En el «centro» no
hay «moderados», y tampoco se define el
«centro» por estar a medio camino entre la izquierda y la derecha. No. En el
centro están los que denominamos los biconceptuales. ¿Quienes son esos biconceptuales?
De forma abreviada son personas que son conservadoras en algunos aspectos de la
vida y progresistas en otros. Lakoff afirma que hay que deshacerse de la idea
de «centro». Según este profesor «el centro ideológico o político no existe. En
realidad, lo que existen son muchos tipos de personas biconceptuales».
La realidad política española nos confirma lo
acertado de estos planteamientos. A lo largo de la legislatura nos han
atiborrado de informaciones falsas, mentiras descaradas y bulos. Se asentó en
una parte de la población la idea de la ilegitimidad del Gobierno y en eso
siguen. La campaña de las municipales y autonómicas han sido una muestra
irrefutable: no se habló para nada de lo que correspondía, todo fue Bildu, ETA…
de cuestiones nacionales, que además, como es el caso de ETA, están fuera de
lugar. En ese juego entró el Presidente del Gobierno con sus anuncios de
medidas de carácter nacional y contrarréplicas a la derecha extrema y la
extrema derecha.
Otro de los marcos de referencia de las
derechas, no solo en el caso de España, es la falta de democracia, de libertad
y las prohibiciones. Isabel Díaz Ayuso, IDA, y sus eslóganes es un ejemplo
perfecto. Su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, MAR, es de sobra
conocido para quienes lo conocimos en su ya lejana etapa con Aznar: chulesco,
sin control ni medida, manipulador, sin pudor ni vergüenza para soltar por su
boca todo tipo de improperios, ahora ejerce de ventrílocuo de IDA.
Hablando de prohibiciones, así las denominan
las derechas y medios de comunicación afines, la mayoría de los existentes – no
es una opinión, pónganse a contarlos y verán qué sorpresa se llevan al ver
entre ellos a la mayoría de sus periódicos, televisiones o emisoras de radio de
referencia – perdón por el largo paréntesis, sigo, me refiero a limitar la
subida del alquiler, las medidas para hacer frente a las subidas de la energía
y carburantes o limitar la subida de la bombona de butano... Todo ello es
atentar contra la libertad y supone prohibir. No es extraño, según la derecha
extrema que representa IDA, cualquier limitación del Gobierno es prohibición y
por lo tanto acotan la libertad de los empresarios. No se equivoquen, la
libertad para ellos es la libertad empresarial, o dicho con propiedad, el
Gobierno tiene que dejar que los empresarios hagan lo que les de la gana,
cuando y como les de la real gana. Esa es la libertad que defienden. Entonces
¿dónde quedan los derechos de los ciudadanos, individuales y colectivos? Normas
para los ciudadanos sí, pero no para los empresarios, cuánto mayor sea la
empresa más «libertad» exigen para ellas. No, no exagero. Miren lo que dijeron
con el impuesto a la banca y sus ganancias desorbitadas. Pusieron el grito en
el cielo, en su cielo. Su argumento preferido fue ese de que lo íbamos a pagar
los clientes. ¡Joder! cómo si no nos estuvieran exprimiendo antes, ahora y
mañana.
En relación con los impuestos han machado con
qué ese dinero se lo queda Sánchez, no el Estado, Sánchez para sus «paguitas».
Con el tema de los MENAS (Menores extranjeros no acompañados) mejor no comento
lo que escupen por vergüenza y empatía. Al igual que ese mantra de que los
inmigrantes nos roban lo nuestro. Muchos de los que más vociferan son los que
los están explotando de forma inhumana. Hay que ser...
Por lo que respecta a los fondos europeos
¿qué es lo que no hemos escuchado? Desde despilfarro para arriba de todo.
De los vuelos en Falcon, los okupas y similares ni los mento.
No voy a seguir. Sería muy prolijo.
La derecha española cuando están en la
oposición se caracteriza por ser bronca, chusca y faltona. La presencia de la
ultra derecha, salida de las filas de la derecha, es decir, del PP, escora aún
más el discurso hacia los terrenos de la xenofobia, el racismo, el
antifeminismo, y se desgañita diciendo que cuando lleguen al poder darán un
vuelco a todos los avances sociales. Hasta ahora esas intenciones se quedaron,
en la mayoría de las ocasiones, en palabras. Así ni se cargaron la ley del
divorcio o del aborto, por ejemplo, pero en esos momentos la situación es
diferente y la hace diferente VOX. Allí donde tienen capacidad de influencia ya
vemos por que derroteros se mueven, si llegan al gobierno central… no quiero ni
pensarlo. Feijóo ya manifestó su intención de derogar las leyes «sanchistas».
Aviso a navegantes.
Para desestabilizar al gobierno de turno
apelan a los sentimientos, a los instintos, a «pensar» con las tripas, eso son
los marcos y eso es lo que están haciendo.
De aquí al 23 de julio veremos, aún más
claramente, como funciona esto de los marcos, que en el caso de que provengan
de la derecha extrema y extrema derecha se sustentarán en bulos y mentiras.
Contra eso solo hay un remedio, capacidad crítica. Ah, tampoco estaría mal
leer, escuchar y ver otras informaciones y opiniones que no sean las de
siempre.
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