Publicado en La Nueva España 9 mayo 2024
Hay fenómenos inexplicables a los que otorgan
orígenes extraterrestres, mágicos o divinos cuando la realidad es que aún no
hemos encontrado la explicación científica o racional para ellos. Algo así sucede con el presupuesto municipal
del ayuntamiento de Tineo.
Hace años, siendo alcalde Marcelino Marcos,
sucedió algo muy parecido. Tenía mayoría en el consistorio y fue incapaz de
sacar adelante unos presupuestos. Parece que el fenómeno se vuelve a repetir.
El año pasado, el 2023, José Ramón Feito, a
la sazón alcalde con mayoría absoluta, no fue capaz de presentar unos
presupuestos por lo que se vio obligado a prorrogar los del 2022. Ese hecho
tuvo sus consecuencias, perdió las elecciones. Les recuerdo que el 28 de mayo
de 2023 se celebraron elecciones municipales. En año electoral no tener los
presupuestos aprobados con tiempo suficiente para realizar inversiones es
arriesgarse mucho. El PSOE tinetense perdió un concejal y con él la alcaldía.
¿La explicación de tamaño despropósito? Feito y los suyos lo sabrán. Desde
luego fue un error político de principiante, a pesar de que llevaba en el
ayuntamiento desde el 2003.
En junio del año pasado, tras el pacto entre
PP y Vox, accede al cargo de alcaldesa Monserrat Fernández. Feito se despide
satisfecho del balance económico del consistorio avalado por el arqueo
presentado por los técnicos municipales de intervención y secretaria. El
ayuntamiento disponía en esos momentos de unos cinco millones de euros. Por su
parte la nueva alcaldesa dijo por activa y pasiva que la situación económica
era muy mala y que había muchas facturas sin pagar. No presentó ningún informe
técnico que confirmase su opinión. Lo curioso vino poco después cuando se
vanagloriaba de haber abonado facturas por un importe superior a los dos
millones de euros. Esa información entraba claramente en contradicción con lo
que había dicho. En fin.
Dejamos esto de lado que forma parte de la
trifulca entre partidos.
Desde la toma de posesión de Monserrat
Fernández ha transcurrido casi un año, el presupuesto para el 2023 tenía que
estar aprobado, pues no, no lo está. La «maldición presupuestaria» también se
ha cebado con ella. ¿Motivo? Ellos sabrán.
Se dice, se comenta que hay una explicación,
que es la misma que afectó a Feito pero los ciudadanos no tenemos ninguna
certeza. Sea la que sea estoy seguro que tiene solución. Lo que tengo claro es
que estos munícipes han sido incapaces de presentar un nuevo presupuesto desde
el año 2022. Esa ineptitud está perjudicando a los tinetenses ya que los
ingresos y los gastos nada tienen que ver en 2024 con los del 2022.
La falta de presupuesto implica que el
ayuntamiento no puede realizar nuevas inversiones con sus fondos. Asimismo, las
facturas se están acumulando causando graves perjuicios a los proveedores, que
en su mayoría son pequeñas empresas. De momento el equipo de gobierno del PP y
Vox está lavando la cara con las obras que ejecuta el gobierno asturiano,
pocas, y que ya estaban aprobadas con anterioridad a su llegada.
El ayuntamiento de Tineo hace diecisiete
meses que no tiene presupuesto por la incapacidad de sus dirigentes. Feito y
Fernández tendrían que explicar a que se debe esa anomalía, aunque es difícil
explicar la incapacidad. Con su inacción están perjudicando a los ciudadanos.
Recuerden, nada de fenómenos inexplicables.
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