17 oct 2010

Eso no va a pasar mañana



Se ha extendido que decir la verdad es cuando menos peligroso. Pues yo voy a decirles una de mis verdades: estoy acojonado. Así, como suena. Otro sinónimo no se ajustaría a la realidad de mi pensamiento.
Esto se desmorona. Nuestra sociedad y España se va al carajo. No soy ningún exagerado. Está al caer. El fin de nuestro mundo está a la vuelta de la esquina. ¿Qué no se lo creen? Veamos ¿no leen la prensa, ni escuchan la radio o ven la televisión? ¿Qué nos cuentan un día sí y otro también? que esto se acaba. La crisis nos está llevando a una situación insostenible y tenemos que cambiar.

Afortunadamente se solucionó lo de los trabajadores de la administración pública. Un recorte escaso pero necesario. Era necesaria una reforma laboral y ya se ha facilitado el despido. Los empresarios querían un poco más pero bueno, para empezar no está mal. Los sindicatos, ¡ay! los sindicatos. Qué se jodan. No sirven para nada. Solo han incordiado y enturbiado las relaciones entre empresarios y trabajadores. Son una peste. Si es que ya lo dicen hasta los mismos trabajadores. Son una banda de mangantes, vino a decir la presidenta de Madrid. Cuando Espe dixit: Amén.

¡Anda! que si hablamos de sanidad, la cosa es para echarse a temblar. Población envejecida, gastos inmensos en farmacia, personal con sueldos astronómicos. La hecatombe. Si seguimos así, todos a los curanderos. Sistema sanitario imposible de sostener.
Privatización, privatización, oé, oé, oé. Tranquilos, estamos en ello. No se apuren, que las cosas van bien y cuando se den cuenta así va a ser.

No, que no, que lo hacen por nuestro bien y pensando en el futuro, en el nuestro y en el de nuestros hijos. De ninguna de las maneras, no insistan, no lo hacen para que las empresas privadas ganen más dinero. No sean mal pensados. ¡Qué gente! Así no se pueden arreglar las cosas.

Fíjense si son previsores que quieren arreglarnos las pensiones para dentro de veinte años. Aumentan el tiempo de cotización, los años de trabajo y todo ello supone menos dinero para los pensionistas ¿qué no haremos por las generaciones venideras? ¿Es necesario? Pues que lo hagan y callamos. Es que son tan buenos, lo hacen por nuestro bien (en estos momentos las lágrimas empañan mis ojos y con el corazón roto me acuerdo de ellos y también, pobrecitas ellas, de sus madres).

De fondo a esta cantilena oímos a la mandataria madrileña y su tropa, al valenciano y su jarca y están que lo flipan, vamos que no se lo creen. Y no se callan. Todavía querían más. Bueno, eso lo sabemos al ver lo que practican en el día a día de su comunidad. Un momento, empiezo a pensar… un sudor frío recorre mi espalda. Empiezo a sudar sangre y allí están estos dos con su gente recogiéndola en botellas para venderla. Vaya cosa. Eso es lo que han hecho siempre.
Mientras, el que nunca dice nada, el que no se sabe si sube o baja, el que ni carne ni pescado, ese que algunos dicen indolente está esperando a que se lo traigan a casa. Job a su lado un impaciente.
En los alrededores de esta camarilla, eurodiputados amargados hablan de terrorismo o de carbón. Pero que a nadie se le ocurra hablar de su amor a la patria. Ellos darían por su pueblo… darían ¿por donde dice que le darían?

Ahora que para amores patrios los de ese expresidente. Estará que lo vierte. Quinto, que ha quedado quinto a nivel mundial. Tiene que estar encantado ya que lo dijo la revista Foreign Policy, no suena muy de izquierdas ¿verdad? Perdón, que no lo había dicho aunque todos los saben: quedó entre los cinco peores exgobernantes. Venga, otra medalla más para él.
En caso de apuro, en ayuda de estos vendrán las asociaciones empresariales españolas. Esas que solo reciben de subvenciones públicas más de 400 millones de euros. Ahora entiendo aquello de que en este país cualquiera recibe subvenciones.

Visto así ¿puede verse de otra manera? es para mear y no echar gota.
La cosa está chunga pero aún puede ponerse mucho peor. ¿Se imaginan a estos tomando decisiones? No ponerse nerviosos.
Todas las desgracias anunciadas no van a pasar mañana, no se apuren. Solo quieren meter miedo para salirse con la suya. Dicho de otro modo: quieren más dinero, el de todos.

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Eso no va a pasar mañana by M. Santiago Pérez Fernández is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

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