5 jul 2023

Un libro odioso

 




  Los que me leen o escuchan saben que doy mi opinión sobre algunos de los libros que leo. No soy un crítico literario y se nota. Tampoco pretendo serlo. Soy un lector más con unas opiniones ni mejores ni peores que las de nadie. No suelo ser categórico ya que la lectura nos conduce a cada lector por caminos diferentes, pero en esta ocasión, y permítanmelo aunque sea por esta vez, voy a ser rotundo, le voy a hablar de un libro odioso. Tal cosa me pareció El geólogo de Paul Theroux, traducido por Damià Alou.
  Dicho así suena fuerte, me explicaré. No es que el libro esté mal escrito, es un libro comercial y ya está. Intercalo ensayos con novelas - me gustan mucho las policíacas y la novela negra - elegí esta ya que no recordaba haber leído nada de este autor. Buena la hice. Durante todo el proceso de su lectura estuve endemoniado.
  La narración de los acontecimientos la realiza uno de los protagonistas, Cal. Son dos hermanos, este Cal, y su hermano mayor, Frank. El primero es geólogo, el segundo abogado. Desde el primer momento Cal nos describe a su hermano como un cínico, mentiroso, envidioso y le adjudica un montón de adjetivos más. No exagera. Según avanzamos en las páginas se confirman esas opiniones y Frank se convierte en un personaje no solo desagradable si no repulsivo, odioso, nauseabundo. Me puso de mala leche. No cabe más maldad e inquina en un personaje. Frank es un bicho malo.
  El enfrentamiento venía desde la infancia y ya en la edad adulta fue a peor. Cal, por su profesión, recorrió el mundo en busca de yacimientos de minerales preciosos o muy buscados por las empresas. Frank se quedó en la ciudad en la que nacieron y allí ejercía de abogado.
  La hostilidad entre ambos creció aún más cuando Cal decide comprar una casa para vivir en el pueblo donde nació y vive su hermano y madre. Vita, su mujer, y posteriormente el hijo de ambos, se dejan seducir por Frank. Los intentos de Cal por recuperar su familia no acaban muy bien.
  Cal no solo estaba desesperado por la relación entre ambos, también le molestaba profundamente el que los vecinos creyesen que su hermano era un dechado de virtudes, y no solo eran los vecinos, incluso su madre está abducida por el «encanto» de Frank.
  Frank le hace la vida imposible a su hermano y… hasta aquí. Ya saben para saber más, tienen que leer el libro.
  Pero si el personaje de Frank es inaguantable no lo es menos el de Cal. No sé si llamarlo tonto, cretino o qué. Sabe como es su hermano y, sin embargo, cae en todas y cada una de sus trampas, luego se lamenta. Si uno me ponía de mala leche el otro también. De verdad, los personajes son tan exasperantes que tenía unas ganas locas de llegar al final.
  Vita, mujer de Cal, el hijo, Gabe, son unos mastuerzos que se dejan engañar sin enterarse de nada  y que acaban poniéndose del lado de Frank. Otros a los que apetece darles dos tortas para espabilarlos.
  Además de este dramón familiar hay un toque de empoderamiento de la mujer con Vita, que luego se diluirá por obra y gracia del pérfido Frank. Asimismo, se recoge la explotación laboral de niños en minas de Colombia y de África. Y para culminar la obra tenemos una familia de narcos que echarán una mano a Cal.
  Lo dicho, es una novela odiosa de leer, al menos para mí. El geólogo es adecuada para aquellos que quieran flagelarse con un drama desquiciante. Sufrí leyéndola, lo reconozco. Fue un acto de masoquismo que siento mucho, me he equivocado y no volverá a suceder, no sería capaz de volver a soportar algo así.
  Dicho esto, lo mejor que pueden hacer es leer la novela y si les pasa lo que a mí, por favor, no me hagan responsable. Sí al final la leen les recomiendo un tranquilizante. Perdón, no se automediquen.
  Lo podrán encontrar en su biblioteca pública o librería preferida.


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